17 de junio de 2025

3171- SANTA MARÍA DE PIASCA.

Santa María de Piasca es una joya del románico cántabro, monumento nacional desde el 4 de Julio de 1.930 y perteneciente al municipio de Cabezón de Liébana (Cantabria). Formaba parte del Monasterio de Santa María la Real, hoy desaparecido.
Se cree que el monasterio fue una fundación privada del siglo VIII, aunque las noticias más antiguas que se conocen son del año 930 cuando el 25 de Julio de ese año los señores Teoda y Aragonti le dan al monasterio la villa de Piasca.También consta que el año 941 la abadesa Aylo estaba al frente de una comunidad de 36 religiosas y un número indeterminado de monjes que se regían por la regla de San Fructuoso. El siguiente documento refleja que hasta entonces, fue predominantemente femenino y dirigido por abadesas hasta que en el siglo XI una bula papal ordenó la separación de los monasterios dúplices y pasó a ser masculino y dependiente del monasterio de San Benito de Sahagún. 

Sin embargo unos años después las monjas volvieron a Santa María de Piasca y con ellas las abadesas consiguientes. 
La comunidad no paró de crecer y fué obligada una ampliación de la iglesia y del claustro hoy desaparecido juntamente con el complejo monástico. A día de hoy queda solamente la iglesia en cuya fachada figura una lápida fundacional que fija la fecha de aquella ampliación el 21 de Febrero de 1.172, citándose en ella el obispo de León, el abad de Piasca y el maestro de obras llamado Covaterio. En la portada meridional una puerta algo más pequeña que la principal, pero no exenta de interés, comunicaba el templo con el claustro, únicamente utilizada en su día por los religiosos de ambos sexos que allí convivían y que se denominada Puerta del cuerno, con dos arquivoltas y una sola columna a cada lado.

En el siglo XV unas filtraciones de agua obligaron al derrumbe del ábside norte que posteriormente se convirtió en sacristía y eliminándose su original forma circular.
De toda su larga historia quedan patentes numerosas modificaciones que la han convertido en un conjunto protogótico, amplio y bien conservado de tres naves, la central más ancha y alta que las lateralles.
En 1.836 la Desamortización de Mendizábal produjo la exclaustración de los religiosos y la pérdida de todos los bienes monásticos, siendo la iglesia convertida en parroquia de la aldea de Piasca, actualmente con 75 habitantes. 
Nada, nada es para siempre...

RAFAEL FABREGAT 

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