No es una broma, no. Quizás no sean absolutamente gratis, claro, pero casi. Se trata de la moda del intercambio, un trueque de todo lo que te propongas. Naturalmente lo primero y más imprescindible es la casa pero, aparte de la vivienda, puede también incluirse el coche, la ropa y hasta la comida.
Todo dependerá de la confianza que se tenga con la otra persona. El intercambio de casas hace ya mucho tiempo que se puso en práctica y suele funcionar de maravilla, pero en el caso de intercambio a grandes distancias también el vehículo suele ser una opción favorable para ambas partes. En un intercambio vacacional de casas resulta extremadamente interesante el poder contar con un vehículo para poder visitar cosas interesantes de la zona.
Normalmente el intercambio de tipo vacacional no suele ser inferior a 15 días, con posibilidad de llegar hasta el mes completo y para mayor comodidad de las partes puede ser interesante poder contar con todo aquello de lo que cada uno de ellos puede aportar. Casa, coche y también todo el contenido de la casa.
Las Agencias que suelen facilitar en contacto entre propietarios suele cobrar una cuota anual de 120 euros, encargándose ellos de buscar posibles interesados en dicho intercambio, así como en gestionar las diferentes opciones del mismo. La mayoría de estas oficinas suele contar con ofertas en más de 100 países del mundo. Se trata pues de elegir el país de destino, la zona (ciudad, campo, playa o montaña) y encontrar la persona o personas interesadas en lo que tú puedas ofrecer. Hay tres posibilidades de intercambio: el abandono simultáneo del inmueble por ambas partes, a fin de que cada una de ellas pueda ocupar el lugar de intercambio a su llegada; el no simultáneo ofrece flexibilidad en cuanto a la fecha de ocupación, ya que la otra familia puede tener diferente fecha vacacional pero puede disponer de otra vivienda en la que alojarse; la tercera opción es la llamada "de hospitalidad".
En esta última opción ambas familias conviven en la misma casa lo cual también tiene sus adeptos ya que, además de socializar, en este caso los anfitriones suelen actuar como guías locales. Sea cual sea la opción elegida el intercambio de viviendas es, con toda seguridad, la fórmula más económica para unas vacaciones satisfactorias. Más aún cuando se trata de familias con niños, siempre caro y problemático el alojarse en hotel. En todos los casos será conveniente, eso sí, un inventario del contenido de la casa, firmado por ambas partes. No debe tomarse como una desconfianza, sino simplemente como lo que es: una relación de los bienes que pones a disposición del contra-prestatario.
El intercambio de casas se ha hecho tan popular que la oferta supera ampliamente las 40.000 casas disponibles y el centenar de países del planeta. Solo hay que ofertar tu casa y de forma inmediata elegir al posible candidato, de entre los que busquen la tuya. Parece complejo, pero se ha demostrado fácil y eficaz. Son muchos los que están esperando que alguien les ofrezca esta posibilidad y en la zona donde tu resides. Ya hay cientos de miles de personas que han optado por esta forma de pasar sus vacaciones y todos hablan de ella a plena satisfacción. Ceder tu casa es la mejor garantía de que cuidarás la de los demás... También el truque de habitaciones entre particulares te permite visitar cualquier destino sin tener que buscar un hotel, algunas veces caro.
RAFAEL FABREGAT
No hay comentarios:
Publicar un comentario