2582- LA PRIMAVERA Y EL AMOR.

Bueno, donde dice amor, pongamos sexo... Porque amor hay el que hay. El sexo, aunque muchas veces está ligado al amor, es otra cosa y por lo tanto, para practicarlo, el amor no es imprescindible. 

Todo esto viene a cuento de aquello de que "la primavera la sangre altera" y muy especialmente viene a decir que con la llegada de esta floreciente estación el amor campa a sus anchas. Debido a mi edad ya he por esa experiencia pero, si digo la verdad, para hacer el amor nunca me paré a pensar en qué estación del año estaba. Si me pongo a pensar... Me gusta durante la primavera, sí, pero también al calor de la chimenea, durante el ventoso otoño y en las tórridas siestas veraniegas. Total, que nos gusta durante todo el año. Pero ahora estamos en primavera y en esta época la líbido femenina experimenta cambios importantes...

Recién salidos de frío invernal, está claro que los tibios días primaverales y el florecer de los campos bien sazonados invita al solaz de los sentidos más primitivos. Fines de semana idílicos para pasear por la playa o la montaña, descubrir nuevos paisajes, buscar setas de primavera y entre medias... En esta estación del año, con la suavidad de las temperaturas cambian los hábitos y también se renueva la actividad sexual. Habrá que prestar atención. Con el aumento del sol se incrementa la absorción de la Vitamina D que, además de fortalecer los huesos, contribuye a generar un nivel más alto de testosterona y el correspondiente aumento de la libido y del deseo sexual. Con la exposición sola aumentan las endorfinas que reducen el estrés, levantan el ánimo y nos hacen más receptivos. 

Ciertos alimentos como el chocolate ayudan y no poco al aumento de la líbido... El calor también magnifica los aromas, incidiendo en las feronomas, encargadas de propiciar el contacto interpersonal. Sin embargo no todo es positivo en esta estación del año. Hay mujeres, pocas pero las hay, que sufren astenia primaveral un trastorno que provoca cansancio y cefaleas, por lo que no se descarta que ante nuestra insistencia amorosa alguna nos diga que le "duele la cabeza". Afortunadamente hay solución farmacológica altamente eficaz. También coincide esta época con la llegada de las alergias provocadas por el polen así que, en caso de afectarnos, habremos de esperar unos días a que pase la etapa de mayor virulencia. Controlado todo esto, solo cabe disfrutar a tope de la primavera y del sexo. 

RAFAEL FABREGAT