Con este título, el año 1982 inundó las carteleras una película dirigida por Gérard Loubeau. La obra de Carmen Amil relataba, como no, la vida de una chica joven y atractiva que va a pasar sus vacaciones en casa de unos tíos que vivían en Marbella. Naturalmente el argumento se centra en todas las facetas del sexo, en este caso entre parientes, puesto que la "inocente" muchacha lo aprenderá todo y más de la mano de sus parientes, masculinos y femeninos, y hasta con la colaboración de una prostituta local. Calidad poca pero, como no podía ser de otra manera, muerto el dictador y levantadas todas las prohibiciones, se abrió la caja del destape cinematográfico y teatral dando luz verde a todo lo que hasta entonces fue impensable ver en los escenarios y en las salas de cine españoles.
Sin embargo esta entrada al Blog no es para analizar las carteleras españolas, sino para hacerse eco de la moda actual de muchas féminas, que les ha dado últimamente por ir sin bragas incluso durante el más crudo invierno. Moda, libertad, nueva experiencia... Yo no soy mujer ni quizás debería opinar al respecto pero, ya que todos exigimos libertades, también yo me tomo la licencia de dar mi punto de vista. Cualquier mujer que lleve esta prenda interior se la cambia todos los días y si, por algún motivo, se cambia de ropa puede que incluso se cambie también las bragas siendo dos o más las que lleve en un solo día.
-Me siento sucia -dice alguna ¡y va y se las cambia!. Si esto es así, porque así es, ¿cómo es posible que algunas vayan sin bragas todo el santo día por la calle?.
No lo entiendo. Llevar bragas, como llevar calzoncillos, significa no tener que lavar cada día las prendas exteriores y por lo tanto no tener que poner tantas lavadoras. Ya no hablemos de "esos días" en los que, a pesar de la perfección alcanzada por los actuales tampones, no hay ninguna garantía escrita que nos diga que alguna gota no pueda salir. Las bragas no son una prenda opcional, sino un práctico y gran invento, garantía de higiene íntima. Claro que, como algunas famosas les ha dado por ir "sin bragas y a lo loco", lo han puesto de moda. Lo llaman "ir de comando", vaya tontería. Desde luego, allá cada cual. Está claro que las zonas íntimas respiran mejor si van al aire libre y al no acumular humedad las bacterias lo tienen más difícil para multiplicarse y las infecciones son menores.
La comodidad de no tener compresión alguna mejora el riego sanguíneo de la pelvis, con lo cual desaparecen algunas molestias provocadas por el desplazamiento de la prenda a zonas donde puede ser un incordio. Está claro que no llevar bragas elimina posibles marcas en la piel, debido a las muchas horas que suelen llevarse puestas. Se dice que no llevar bragas, o calzoncillos, elimina complejos al aumentar la confianza de la persona, que acaba aceptando mucho mejor su cuerpo tal como es. Otra cosa a favor es que, al tratarse de una zona con la piel más sensible, se evitan rozaduras. Tampoco el sujetador parece ser el mejor invento puesto que numerosos estudios han constatado que, si no se llevara, los pechos se mantendrían más rígidos y no se caerían tanto como ahora.
En fin, es lo que hay. Está claro también y ahí no hay discusión posible, que llevar bragas es mucho más higiénico que no hacerlo. Especialmente en las mujeres y aunque se duchen todos los días, al menor esfuerzo que se realice, las zonas íntimas de la mujer pueden desprender algún "tufillo" que, por muy natural que sea, actualmente se tacha de desagradable. Son los nuevos tiempos. También los pantalones, actualmente tan habituales en las féminas, tendrían que lavarse todos los días puesto que existe un serio peligro de que se manchen. Menos práctico aún es no llevar esta prenda íntima cuando se llevan faldas o vestidos, especialmente en días de viento, ya que a la más mínima ocasión pueden dejarte con el culo al aire.. Claro, claro, que no pasa nada. Allá cada cual...
RAFAEL FABREGAT
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