Definitivamente no tenemos suerte. Estamos en pleno mes de Septiembre, a menos de dos semanas de entrar oficialmente en el Otoño y época de setas sin parangón, pero con los montes totalmente secos. En el norte de España, donde llueve semana sí y otra también, la época de setas ya comenzó días atrás. Mi hija mayor y su familia visitaron el País Vasco 15/20 días atrás y los mercados estaban repletos de Rebozuelos, Boletus Edulis, Amanita Cesárea y algún que otro robellón... Años atrás, mi mujer y yo los hemos recogido también muchas veces diez días antes de finalizar el mes de Agosto, como algo natural. Sin embargo las cosas cambian y especialmente el clima de todo lo que no sea cornisa cantábrica que, por algo será, la llaman la "España Verde".
Hace ya algunos años que en nuestro querido Maestrazgo Turol-castellonense llueve poco y tarde y a los que tenemos una edad respetable nos da una cierta pereza alejarnos de lo que ha sido nuestro lugar de búsqueda durante toda una vida. Los años no perdonan. Mi padre y mi suegro tuvieron tanta o más afición que nosotros y un año dejaron de subir a la búsqueda del preciado níscalo. No entendí entonces la razón, pues estaban sanos y nada parecía que pudiera impedírselo. No tenían enfermedad alguna, pero tenían un problema incurable: ¡la edad!. Yo estoy ya muy próximo a ese momento, ahora lo sé. Acabaron los viajes inútiles, al solo objeto de ver como estaba el terreno. Ahora tiene que ser a cosa hecha. A sabiendas de que las setas, en determinado sitio, han salido ya.
Cerca de los setenta y dos años de edad y salud debilitada ya no estoy en condiciones, ni con ganas, de hacer viajes sin ton ni son. Sitios buenos, para llenar la cesta de setas en menos de una hora, conozco muchos pero hay que saber si ha llovido, cuando y donde, para que el viaje sea provechoso. Como todos sabemos esto de las setas no tiene ningún misterio... Cuestión de temperatura, humedad, horas de sol, altura y terreno. Cada tipo de terreno y según sea la altura, sale un tipo de setas diferente.
De la altura dependerá la fecha de recolección, más temprana o tardía y según las horas de sol salen unas setas u otras. Los boletus salen a 1400/1600 m. de altura pero los robellones y las setas corrientes lo hacen a cualquier altura, empezando por los sitios más altos y bajando hasta casi el nivel del mar. Sin embargo hay setas como las colmenillas que funcionan al revés, saliendo las primeras en cotas bajas y subiendo de cota a medida que avanza la temporada. Parece complejo pero no lo es tanto. Solo hay que tener afición y poco a poco vas cogiéndole el tranquillo. De todas maneras, como he dicho antes, en el Maestrazgo las temporadas son cada vez más cortas puesto que llueve tarde y a los quince días llegan los fríos y adiós muy buenas. En fin, es lo que hay y nada podemos hacer para remediarlo. Haber nacido más al norte, pero yo no quiero cambiar. Sin grandes fríos ni calores, ¿donde estaríamos mejor?.
RAFAEL FABREGAT
Gracias por tu humildad y sinceridad.
ResponderEliminarGracias a ti, por tu comentario...
ResponderEliminarEstáis en lo cierto, cada año pasamos de verano a casi invierno. Y aparte ni llueve y con los vientos se seca todo.
ResponderEliminarAsí es amigo. Cada año que pasa es más difícil seguir siendo aficionado a la micología. Al menos en estas tierras del Maestrazgo.
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