18 de septiembre de 2020

3020- EL ARADO ROMANO.

El arado es invento antiguo, quizás prehistórico, pues nada puede sembrarse sin antes remover la tierra. Arar esponja la tierra, aumenta su porosidad y favorece el enraizamiento de la planta y su desarrollo al mantener la humedad. Es por ello que se considera uno de los principales inventos de la humanidad en importancia. El que vemos en la foto de arriba es un ARADO ROMANO, todo él de madera a excepción de la reja y las orejeras, si las había. La cuña trasera servía para inclinar la reja hasta el punto óptimo de clavado en la tierra, según la dureza de la misma.     

También éste es romano, aunque ya más moderno. Sin embargo estamos en un momento de cambios y los nuevos agricultores están aplicando técnicas revolucionarias que favorecen el rendimiento rápido de las cosechas, aunque merme la calidad del producto. Buena parte de los productos hortícolas que se producen ya lo hacen bajo plástico e incluso sin tierra. Apenas un puñado de ella y un constante goteo que aporta la humedad y los nutrientes que la planta necesita. Producción óptima y excelente presencia del producto. Claro que el sabor... 

Durante los 365 días del año podemos comer lo que antes solo se comía en determinado momento del año, una alimentación totalmente artificial que algún día no muy lejano pagaremos todos. Pero volvamos al arado... Yo ya tengo una edad y he visto muchas cosas, sin contar que la gente de mi generación hemos visto el más rápido de los cambios que ha experimentado la humanidad. Quiero decir con esto que, para bien o para mal, hemos conocido en uso las herramientas más antiguas y también las más modernas. Para muestra un botón... 


Aún sin ser agricultor, he conocido el uso del arado que podemos contemplar en las fotos anteriores, totalmente de madera a excepción de la reja puntera y las orejeras pertinentes. Incluso la esteva, o pieza que servía al agricultor para dirigirlo y conseguir así un surco lo más recto posible. Lo vi trabajar muy poco, pero lo vi. No era práctico pues siendo de madera tenía un desgaste considerable. 
Ya en mi niñez estaban implantados los arados de hierro, tanto con orejeras como con pala (vernet) para voltear la tierra. También la práctica "giratoria" que, provista de dos palas se giraba al llegar al final del surco y de esta forma podías volver por el mismo sitio. Claro que los tractores llegaron pronto y cada vez más potentes. Ya nada se labra con mulos. Un mulo= un surco; un tractor 8-10-20 surcos... ¿Qué será lo siguiente?.

RAFAEL FABREGAT

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