El extraordinario silencio que hemos vivido en estos dos meses de confinamiento en nuestras casas ha dado para mucho. Sin embargo lo que hemos vivido algunas personas ya lo habíamos experimentado tiempo atrás aunque, en mi caso, sin darle importancia alguna. Me refiero al zumbido (The Hum) que se escucha ante un silencio total y que, según he averiguado, solo puede oírlo un 2% de la población. Es algo parecido al producido por el denso tráfico de una autopista en la lejanía; similar al zumbido de una abeja, aunque más bajo. Yo, en principio, creía que se trataba del tráfico lejano puesto que tengo una autovía a escasos 300 metros de mi casa, pero pronto comprobé que cuando no pasaba vehículo alguno seguía oyéndolo. Tampoco se trata del zumbido que puede provocarte el oído en determinado momento, sino que es permanente y solo audible cuando el silencio es absoluto.
Un verdadero enigma que asusta a ciertas personas, porque es verdaderamente extraño escuchar ese zumbido cuando sabes que nada conocido lo provoca. Está claro que viene de fuera de la casa. Yo subo al terrado y lo escucho, pero no viene de una orientación concreta, está en el aire, en todas partes. Numerosos investigadores han intentado averiguar la procedencia del zumbido, pero nadie ha podido descifrar su origen hasta ahora. Aún sin un conocimiento claro del enigma, algunos investigadores lo achacan a ruidos de tipo geológico o desplazamientos del magma que existe bajo la corteza terrestre, pero solo son conjeturas. Nadie sabe el motivo claro y exacto. Como he dicho antes se trata de un zumbido de baja frecuencia. La incertidumbre persiste y no todos la pueden escuchar sin alarmarse. Personalmente lo encuentro algo natural y no me perturba.
En algunos lugares dicen escuchar un sonido más fuerte, que también a mí me alarmaría, pero ese no es el caso de lo que yo oigo. La NASA explicó que efectivamente se trata del continuo movimiento de la corteza terrestre, pero tampoco ellos lo saben con exactitud. La sonda espacial JUNO también grabó unos singulares ruidos al acercarse a Júpiter. Son simples misterios provocados por el desconocimiento de las cosas. El "nuestro", el de la Tierra, lo han bautizado con el nombre de "HUM" y es un zumbido que nos acompañará siempre. Es un fenómeno inusual, subjetivo y difícil de medir por lo que la investigación se basa en los relatos anecdóticos de la población. Este tipo de fenómenos es difícil escucharlos en un mundo tan ruidoso como el nuestro pero que, sin embargo, puedo escucharlo perfectamente en momentos de silencio absoluto, preferentemente de noche y sin ningún ruido de fondo, ya que, como se ha dicho, es de muy baja intensidad.
No sé qué decir, pero es lo que hay...
RAFAEL FABREGAT
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