4 de febrero de 2020

2939- MANDA HUEVOS...!

Pobrecitos... ¡Nadie se ocupa ni preocupa por ellos...! Todos hablando y comentando quien tiene el pene más grande, más duro, más capaz de dar el máximo placer a sus compañeras de cama, pero nadie comenta una sola palabra de los dos perpetuos "segundones", de los eternos acompañantes del miembro viril. Se ve que su peso y medidas no tiene gran repercusión en el deleite sexual de las mujeres. Solo el pene ha llamado la atención de las féminas y, por qué no, también de los hombres que pierden aceite, que no son pocos. Tendrán su importancia, pero está claro que son "segundones", teloneros del rey de las profundidades. En fin, aunque ni hombres ni mujeres sientan el más mínimo atractivo por los testículos, aunque solo sea por curiosidad, diremos que la media de estas esferas ovoides suele ser de 6 cm. de largo por 3 cm. de ancho, aunque pueden perfectamente tener 1 cm. por arriba y por debajo de la media. 


Lo único realmente curioso es que el tamaño influye en el comportamiento del portador. A mayor tamaño, más bestia (con perdón). Los hombres con los testículos más pequeños se involucran más en el cuidado de los hijos y también en el de sus parejas. Los mejor dotados son menos dados a ejercer de padres y también dedican menos atenciones a sus esposas. Digamos que son "animales" menos racionales. De todas formas no se trata de blanco o negro, pues las diferencias son pequeñas y graduales, apenas si suben o bajan el listón muy sutilmente. Lo que ya no tengo muy claro es cual de las posibilidades son más apreciadas por la mujer ya que, si bien nos consta a todos los hombres que el buen trato y los halagos son bien recibidos por ellas, no me extrañaría en absoluto que, para algunas mujeres, puede ser más atractivo estar a disposición de uno de esos machos más machos, aunque reciban algún empujón de vez en cuando. ¡Se ven tantas cosas...!


Aparte lo dicho, el tamaño mayor o menor de los testículos en nada afecta a la mujer, como si puede hacerlo un pene de menor o mayor tamaño. Los testículos más o menos desarrollados tienen que ver con el deseo del hombre, pero no con el placer o disposición sexual femenina. Tampoco hay relación alguna entre el tamaño del pene y el de los testículos. Un hombre con un falo descomunal puede tener sin embargo unos testículos pequeños y no pasar absolutamente nada. Lo que sí sucede es que, cuando son grandes, producen más testosterona y por consiguiente el potencial sexual será mucho mayor. Desde un punto de vista biológico, una alta producción de testosterona dificulta el control del impulso sexual y favorece la promiscuidad pero, por encima de todo, está la madurez y racionalidad del individuo. En cuanto a la fertilidad sucede lo mismo. Lo importante no es la cantidad de esperma, sino su calidad.

RAFAEL FABREGAT

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