Como no podía ser de otra manera, además de las altas temperaturas, también se habla de política puesto que desde hace un par de meses nos gobierna un tal Pedro Sánchez, presidente socialista que se ha instalado en el palacio presidencial de La Moncloa sin que nadie le haya votado. Es pues el primer presidente español que gobierna sin pasar por las urnas y con tan solo 84 escaños de los 176 que son necesarios para presidir el país. ¿Cómo se consigue eso?. Pues muy fácil: a golpe de "moción de censura" y apoyado por populistas y separatistas que pretenden convertir su región en república independiente. Llegados a este punto es obligado repetir la pregunta... ¿Cómo se consigue eso?. Pues prometiéndoles a unos y otros apoyos que sin duda no podrá llevar a cabo en lo que respecta a la integridad territorial, pero sí en lo de cederles el máximo autogobierno.
No sé lo que pasa en otros países pero los españoles, que tenemos menos cerebro que un jilguero, olvidamos completamente el día de ayer y solo vivimos el presente. Todos los presidentes socialistas que han pasado por La Moncloa han arruinado España y después hemos tenido que lidiar con la "derecha" para poder levantar cabeza. España, a la vista está, es mayoritariamente de izquierdas. De cualquier izquierda, pero no tenemos el suficiente dinero para vivir con esa amplitud de miras y de vez en cuando tienen que venir a rescatarnos. Cuando la izquierda entra en el Gobierno suben las pensiones, aumentan los sueldos de militares y funcionarios e incluso hasta el sueldo base de los trabajadores. El resultado, como no podía ser de otra manera, es la ruina del país y el personal encantado por la culebra de turno. Prueba de ello es que las perspectivas de voto para los socialistas, cara a las próximas elecciones generales, ha pasado de poco más del 20% a superar el 30%, en tan solo dos meses que llevan en el gobierno.
Es que, claro... ¿Qué ha hecho la derecha en esta última etapa?. Pues matarnos a todos de hambre. Con una España completamente arruinada por la imprevisión del socialista Rodríguez Zapatero, al borde del rescate internacional, solo cabía la austeridad. Una austeridad que siempre es para aquellos que menos tienen. No hace falta ser un lince para saber que, gobernando la derecha, los que más tienen son justamente los que menos pagan. Así ha sido siempre y así seguirá, pero lo importante era reflotar la nave y lo consiguieron. Una vez el barco a flote, aunque sabemos que los socialistas van a mandarlo nuevamente al fondo del mar, damos un puntapié al salvador y retomamos el aire fresco que el socialismo siempre trae consigo. La austeridad es desagradable y más que el trabajo a los españoles lo que nos gusta es la cervecita fresca en terraza de verano.
¡Ahorrar...! ¿Para qué?. Eso nos retrotrae a tiempos pasados, a la miseria permanente que sufrieron nuestros abuelos. Eso no lo quiere nadie. Los gobiernos de derechas solo nos hablan de ahorrar, de apretarnos el cinturón, de caminar por la senda de la moderación... Mientras ellos se aumentan los sueldos y cobran millonarias comisiones por cesiones ilegales de todo tipo de permisos y prebendas, a los miserables que apenas sobreviven con sueldos mileuristas les dicen que se aprieten el cinturón, que la Seguridad Social está muy mal y deberían abrirse un Plan de Pensiones que les garantice una renta mínima el día de mañana. Ese Plan de Pensiones o de Jubilación, está gestionado naturalmente por ellos mismos, que son los ejecutivos y dirigentes de los Bancos o la Compañías de Seguros que los gestionan. Como si estuviéramos tontos... ¡Que lo estamos!.
Parece un chiste, pero no lo es... |
RAFAEL FABREGAT
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