Por ser cuna de Jesús de Nazaret, a finales del siglo IV d.C. el emperador Constantino, convertido al cristianismo, mandó construir en Belén numerosas iglesias y monasterios. Sin embargo la paz no duraría entre aquellas murallas. El año 529 la rebelión de los samaritanos contra los bizantinos asoló la ciudad. Algunos años después, ya aplacadas aquellas rebeliones, el emperador Justiniano I mandó restaurar la ciudad al completo. En el siglo VII la ciudad fue tomada por los persas y después por los omeyas. El año 1099 fue conquistada por los Cruzados y en la Navidad del 1187 éstos fueron derrotados por Saladino. En 1250 los mamelucos circasianos conquistaron Belén y sus autoridades cristianas fueron expulsadas, destruyéndose a continuación iglesias, torres y murallas. Un siglo después relaciones occidentales calmaron la zona y los cristianos regresaron.
Conquistada Palestina por los turcos en 1517, ortodoxos y franciscanos libraron durante siglos serias confrontaciones por el dominio de los santuarios de Belén. También Egipto dominó la región a partir de 1831 pero en 1841 los otomanos recuperaron Palestina, manteniendola en su poder hasta después de la I Guerra Mundial, cuando pasó a dominio británico. Tras la II Guerra Mundial Palestina y Jerusalén pasaron a ser administradas por la ONU pero la guerra palestino-israelí que surgió acto seguido dejó a Belén en poder de los jordanos. En 1967 se llevó a cabo la llamada "Guerra de los seis días" siendo ocupado el territorio de Cisjordania por Israel y en los "Acuerdos de Oslo" de 1995 transferidos nuevamente a Palestina. Jamás hubo paz duradera en este lugar. Extraño ejemplo para ser el lugar de nacimiento de un personaje que muchos tienen como hijo de Dios.
RAFAEL FABREGAT
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