24 de mayo de 2018

2598- ¡HOLA!. ¿QUÉ TAL...?

No hay (casi) nada que cien años dure, ni cuerpo que lo resista. Es lo que se dice en mi tierra. En fin, acabaron para este servidor las ¿vacaciones? en Canarias. Unos días de asueto en las tropicales tierras canarias, con los vejetes jubilados del IMSERSO y sus acompañantes, algunas (por extraño que parezca) todavía de buen ver.

¿En qué consiste eso? -se preguntará alguno de vosotros.
Pues en sacarles a los viejos los escasos dineros que cobran, más los que en toda una vida de trabajo y estrecheces hayan podido ahorrar. De todas formas, no pasa nada. Sarna con gusto no pica y lo bueno, si breve, dos veces bueno. Los hoteles simplemente "están bien" y la comida (en este caso del Hotel Carabela en Puerto de la Cruz y lo digo para que otros procuren no tropezar con la misma piedra) de escasa variedad y una auténtica bazofia digna de denuncia. Las sobras de hoy se "disfrazan" para mañana y así un día tras otro. En cuanto al asunto económico... ¿Cómo les sacan los dineros a los vejetes?. Pues muy sencillo... 

El viaje es normalmente barato, pero el dinero te lo sacan después en las excursiones y en los convenios que la agencia tiene con los comercios y actividades que se realizan. 
Sirva como ejemplo que en la visita a las Cañadas del Teide y con la excusa de una conveniente "aclimatación a la altura" hay 3 o 4 paradas en bares, restaurantes y tiendas de todo tipo, de las cuales "alguien" se lleva su correspondiente comisión. 
Más aún cuando en esas tiendas, bares o restaurantes se come, de forma obligada o voluntaria, debido a la duración de la excursión. Y que no se te ocurra coger una planta o una piedra del suelo, que ya te la venderán en esos "negocios" estratégicamente situados y muchas veces de un mismo dueño. No importa que hablemos de autobuses, barcos, hoteles o restaurantes, casi siempre con caja común.
Como es fácil de comprender, los clientes nunca faltan puesto que los que marchan por la mañana son reemplazados por la tarde en una rueda sin fin. 

Y las excursiones se repiten, de la misma manera que se repite la bazofia que te dan por comida, los espectáculos que ofrecen para los vejetes y la reposición de los souvenirs que todos adquirimos para nuestros seres queridos. Es un auténtico e inmenso negocio lo que hay montado alrededor de este tipo de viajes. En algunos sitios hay que pasar un torno para poder ir al servicio, que naturalmente no se abre si no le echas una moneda de 0,50 €, de la misma manera que en otros te hacen una foto a la entrada y que "voluntariamente" (solo faltaría) adquieres a la salida previo pago de 6,50 €. Juzguen ustedes mismos sobre el particular. Lo mejor del viaje, la gente que conoces y el compañerismo que surge espontáneamente entre los viajeros.
Dicho todo esto Canarias es de una exhuberancia incomparable que hay que visitar. 

RAFAEL FABREGAT

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