31 de octubre de 2015

1925- HALLOWEEN, LA FIESTA DE SAMHAIN.

Unas veces para bien y otras para mal, las cosas cambian. Si el ser humano fuera tan racional como se le supone, los cambios siempre serían para mejorar al menos una parte del todo. ¿Para qué cambiar si es para empeorar?. Sin embargo hay cambios que no mejoran absolutamente nada y sin embargo se producen. Lo que durante siglos fue la festividad de Todos los Santos, ahora es Halloveen. Los cambios y las modas siempre vienen de la mano de los poderosos pero, en un mundo ya tan globalizado, es de esperar que esta influencia vaya perdiendo fuelle. Años atrás, con las comunicaciones mucho más difíciles, estas cosas no sucedían. En la actualidad las modas y los cambios vienen y se van de la misma manera que las hojas nacen, crecen y caen de los árboles.

Ya desde antiguo, especialmente los celtas de las regiones nórdicas, en estas fechas celebraban el final de las cosechas y el comienzo de un largo invierno. Escasas horas de sol y noches interminables de frío intenso. La noche que va del 31 de Octubre al 1 de Noviembre, la cultura celta celebraba la Fiesta de Samhain, la más importante del calendario pagano que predominó en Europa hasta la llegada del Cristianismo. Para ellos era el inicio de "la estación oscura". La palabra Samhain significa "fin del verano" y para ellos era momento de transición, principio de un nueva nueva etapa. Labraban los campos, podaban los árboles y posteriormente sembraban para que, con la llegada de la primavera, las nuevas cosechas alcanzasen su máximo vigor. 

Desde el siglo IV la Iglesia Ortodoxa de Antioquía dedicó un día del año a celebrar la fiesta en honor de todos los Mártires y Santos. Tres siglos después, justamente el año 615, el papa Bonifacio IV creó la festividad de Todos los Santos y transformó un panteón grecoromano dedicado a los dioses, en templo cristiano dedicado a todos los que les habían precedido en la fe de Cristo. Durante cuatro siglos esta solemne fiesta se celebró el día 13 de Mayo, pero en año 741 el papa Gregorio III decidió cambiar esta festividad al 1 de Noviembre por ser la fecha en la que consagró una capilla de la Basílica de San Pedro de Roma a Todos los Santos y Mártires del mundo. Posteriormente en el siglo IX el papa Gregorio IV extendería esta festividad a toda la Iglesia Católica.

Los Norteamericanos y en definitiva los ingleses, son los países que han dominado el mundo estas últimas décadas. Ellos trajeron el Halloween y arruinaron la Fiesta de Todos los Santos. No sé si tendrá esto alguna importancia, algún interés especial, pero ahí está. Tal día como hoy, al menos en España, era día de visita al cementerio. Previa compra de los necesarios ramos de flores naturales, se visitaban las tumbas de los familiares difuntos, se limpiaban a fondo sus fotografías y las losas que los cubrían y con oración o sin ella, se depositaban las flores naturales que sustituían a los ramos artificiales que les acompañan durante el resto del año. ¿Tonterias?. Sin duda pero, al menos un día al año, revivíamos recuerdos y tiempos pasados con nuestros seres queridos.

¿Qué tiene de mejor Halloween, para que la fiesta de Todos los Santos se haya visto relegada y casi olvidada?. Que uno se olvide de sus muertos y lo cambie por una noche de fiesta y desenfreno, disfrazados o no de fantasmas, vampiros y zombis, aún podría entenderlo pero, ¿el recuerdo de tus padres y abuelos se puede cambiar por una calabaza infernal?. Hay tiempo para todo y una cosa no tiene el por qué sustituir a la otra. ¿Una calabaza sustituye el triste recuerdo de la pérdida de nuestros mayores y lo convierte en una fiesta?. Todos tenemos en el cementerio padres, hermanos, abuelos e incluso amigos y compañeros de juegos que murieron prematuramente por accidente o enfermedad. Todos tenemos difuntos que bien merecen una visita al año.

RAFAEL FABREGAT

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