12 de octubre de 2022

3122- PUTIN, ENTRE LAS CUERDAS.

Vladímir Putin, que nadie lo dude, está cavándose su propia fosa. Abogado y político ruso, líder del partido político Rusia Unida, decidió en su día atender las demandas de sus acólitos en Ukrania no contentos con el trato que las autoridades les daban y, sin pensárselo dos veces, invadió este importante país de la Europa del Este para anexionarse, al menos, los territorios con mayoría prorusa. La situación actual, todos la conocemos. Ante actuación tan denigrante y la imposibilidad defensiva de este país, el mundo ocidental, con Europa y Estados Unidos a la cabeza, facilitó a Ukrania el armamento necesario para hacer frente a este cacique sin escrúpulos. El resultado, a la vista está, ha sido la retirada de las tropas rusas de los territorios inicialmente conquistados, por la imposibilidad de doblegarles con la facilidad que los rusos suponían.


Como arma psicológica, el Kremlin se ha anexionado los territorios invadidos como propios, con el paripé de un referéndum amañado y declarándolos parte del territorio ruso, amenazando a propios y extraños con una declaración unilateral de que quien ataque las provincias ukranianas anexionadas se entenderá que ataca a la propia Rusia. Sin embargo las fuerzas ukranianas siguen luchando y recuperando parte importante de este territorio que, a fin de cuentas, es suyo. Ante su debilidad, Rusia ha convocado a reservistas para mandarlos al frente, aunque de forma forzosa y por tanto sin experiencia ni resultados visibles. Unos días atrás "alguien", ha hecho explotar un camión-bomba sobre el puente que une Rusia con la península de Crímea, anexionada por los rusos en 2014 y también territorio ukraniano. Habría que ver la cara que se le quedaría a Putin al conocer la noticia...

Fuera de sí y ante la imposibilidad de lograr sus objetivos con armas convencionales, la respuesta de Putin ha sido el lanzamiento de más de 80 misiles, desde territorio ruso e incluso desde buques que navegan por el mar Negro, sobre la población civil de las princiaples ciudades ukranianas, con Kiev a la cabeza, y la amenaza de que, si es necesario, usará bombas nucleares para zanjar el asunto definitivamente. Claro que 
tal actuación no solo eleminaría a sus adversarios, sino también a quienes apoyan su invasión. Sus propios generales, no sabemos cuantos, son contrarios al empleo de tales artefactos, que matarían a amigos y enemigos pero, más que nada, también por las posibles represalias de la OTAN, Europa y el mundo en general, que podrían provocar una tercera guerra, esta vez nuclear, de consecuencias devastadoras. 

Nadie sabe qué puede pasar mañana, pero todos sabemos que las últimas declaraciones del mandatario ruso nos indican que el conflicto está evolucionando hacia etapas cada vez más agresivas, no siempre con la conformidad de todos quienes forman parte de la cúpula de Moscú. Imposible pues predecir cómo acabará este conflicto, aunque sí sabemos todos que no puede acabar bien para todos. Hay quienes piensan que el final más probable es un motín militar que acabe con los actuales mandatarios, con Putin a la cabeza. No se considera probable que todos los componentes de la cúpula militar moscovita estén conformes con el lanzamiento de bombas nucleares y todos sabemos que, con el apoyo occidental que Ukrania está recibiendo, sin ese horrible paso ganar la guerra es poco menos que imposible. 

Cada día que pasa son más los rusos contrarios a Putin y a sus delirios de grandeza y no solo entre la población, sino también entre la élite. 
Por consiguiente un levantamiento militar y el cese de Putin podría ser lo más factible para alcanzar un rápido acuerdo de paz que devolviese las aguas a su cauce. 
Usar armas nucleares sería un paso tan catastrófico, que pocos son los que piensan que tal posibilidad se lleve a cabo. Más bien al contrario se considera que no son pocos los que ya están barajando posibles sustitutos al irresponsable de Putin que, más que conseguir objetivos expansionistas, está consiguiendo el aislamiento internacional. 
Veremos en qué queda todo esto... 

RAFAEL FABREGAT

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