6 de diciembre de 2018

2693- LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA.

Tras una larga dictadura había llegado el momento de situar a España y a los españoles dentro de la normalidad democrática que ya reinaba en la práctica totalidad de los países europeos. Tres años después de la muerte del dictador y haciendo oídos sordos a las recomendaciones que Franco le transmitiera al rey Juan Carlos I, las fuerzas políticas nacionales fueron llamadas por su majestad para llevar a cabo la transición democrática de España.


Representantes de los siete principales partidos políticos, desde la más extrema derecha hasta la izquierda más recalcitrante, se reunieron para que cada cual aportase su grano de arena a fin de que esa ansiada normalidad se pudiera llevar a la práctica no solo sin derramar una sola gota de sangre, sino con el mayor consenso posible. Aunque algunos dirigentes incluso estaban en el exilio, todos se dieron cita para aportar opiniones que dieran cuerpo a una Constitución que recogiera los derechos y libertades que todos pedían. El resultado lo tenemos ahí. Cuarenta años de paz y prosperidad que han situado a España en uno de los primeros puestos de Europa y del mundo. 


Para llegar a ese entendimiento es de suponer que todos "los padres de la Constitución" impusieron reglas, pero también cedieron ante otras impuestas por sus opositores. Lo que nadie puede negar es que dicha Constitución estaba inspirada en principios y valores democráticos que todos ellos pretendían para su pueblo y para sus propias familias. Justamente hoy, día 6 de Diciembre de 2018, se cumplen 40 años de aquella fecha histórica y si bien algunos dirigentes actuales ya están reclamando la reforma de alguno de aquellos puntos, también es cierto que globalmente siguen vigentes y capaces de otorgarnos la justicia que todos ansiamos. Serán, si acaso, simples pinceladas que los nuevos tiempos demandan. 


La justicia que emana de nuestra Constitución es justamente la de ser capaz de mantener los derechos generales de todos los españoles, en detrimento de los personales. También la búsqueda de la unidad de esta España que nos ha dado a todos justicia y cobijo. Nuestra mayor garantía de transparencia es que la Constitución de 1978 no solo fue redactada por todas las fuerzas políticas de entonces y respaldada por la Corona, sino que fue refrendada por todos los españoles por medio de su aprobación mediante referéndum del 6 de Diciembre de 1978. Todo es mejorable, el mundo evoluciona y nada es perfecto ni para siempre pero, por muchos fallos que pudieran haberse cometido, aquellos políticos y el rey Juan Carlos I a la cabeza, bien merecen nuestro respeto y gratitud por haber sido capaces de darle a este país cuarenta años de bienestar general.

RAFAEL FABREGAT 

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