22 de marzo de 2016

2049- NACER Y MORIR. (El Imperio Carolingio)

Hijo de Carlos Martel y de Rotrudis de Tréveris, el año 715 nacía cerca de Lieja (Bélgica) Pipino III el Breve, que heredaría de su padre el cargo de Mayordomo de Neustria, Borgoña y la Provenza. Su hermano Carlomán, el primogénito, había heredado la mayordomía de Austrasia y entre ambos se repartieron el poder del Reino Franco. Es periodo de decadencia de la dinastía merovingia, un momento en el que los hijos de los reyes ya no tienen ninguna autoridad y son los Mayordomos los verdaderos gobernantes del Estado. Entre ambos hermanos luchan por estabilizar las fronteras y en reformar la Iglesia, con el apoyo de San Bonifacio, obispo de Büraburg. El año 747 Carlomán cede a su hermano el gobierno de Austrasia y se retira a un convento por lo que, a partir de ese momento, Pipino III se convierte en dirigente absoluto del reino franco. Solicita entonces al papa Zacarías autorización para poner punto y final al decadente reino merovingio que pretende recuperar el poder de manos de Childerico III. Con el visto bueno del Papa, que necesita el apoyo de un rey fuerte para luchar contra los lombardos, Pipino depone al merovingio y San Bonifacio le corona rey de los Francos en la catedral de Soissons ante todos los Grandes del reino, al tiempo que Childerico III es torsurado e ingresa de por vida en el monasterio de San Bertín, en Saint-Omer.

A pesar de todo, trono y poder no le pertenecen legalmente a Pipino el Breve, que precisa la bendición papal de su dinastía para poder suceder a la merovinvia y ceder legítimamente en un futuro el reino a sus hijos. A tal efecto, en la misma catedral de Soisons, el obispo San Bonifacio le ungirá simbolizando el bautismo y alianza de Clodoveo I (481-511) con la Iglesia de Roma, como se hizo inicialmente con los primeros reyes visigodos convertidos al cristianismo. Entonces sí, como nuevo rey de los Francos, Pipino tiene el 'derecho divino' para dirigir el pueblo que Dios le confía, recordándole el Papa Esteban II desde Roma que esta legitimidad tiene un precio: la fidelidad a la Iglesia y al Papa que da consentimiento al cambio de dinastía. Poco había de durar la paz... Pronto el Papa Esteban II le pediría a Pipino el cumplimiento de su promesa, ante la amenaza de los lombardos de sitiar Roma. En teoría la Iglesia está bajo la protección del emperador romano que gobierna en Constantinopla, pero éste se encuentra en condiciones precarias y no puede acudir en su auxilio. Pipino y Esteban II se encuentran en Ponthion, en la Champaña francesa y el rey se postra delante del Papa brindándole su ayuda. Esteban II le asegura una segunda consagración, que realizará él mismo, como 'gracia divina' para el rey franco y sus descendientes. El 28 de Julio del año 754, en la basílica de Saint Dennis, el Papa Esteban II consagra a Pipino III como rey de los Francos y patricio de Roma, siendo consagrados en la misma ceremonia sus hijos Carlos I y Carlomán.

Esta consagración y unción definitiva, pone punto y final a la dinastía merovingia y establece el lazo transmisor entre los reyes del Antiguo Testamento y la nueva dinastía Carolingia. Para garantizar su seguridad la Santa Sede se somete interesadamente a los soberanos francos, una colaboración larga aunque algunas veces tormentosa, en un 'derecho divino' que durará 111 años. Pipino intentó calmar a los lombardos pero la delegación no obtuvo buenos resultados y el año siguiente hubo de enfrentarse a ellos. En esta primera contienda salió victorioso pero finalmente los lombardos sitiaron Roma y solo después de tres campañas logró expulsarlos. 
Pipino murió en Septiembre del año 768, tras haber repartido el reino entre sus dos hijos Carlos I (Carlomagno) y Carlomán. En clara disputa de ambos por la posesión del reino, Carlomán murió tres años después (771) pasando a manos de su hermano Carlos I (Carlomagno) la totalidad del Imperio Carolingio. La mujer de Carlomán y sus hijos huyeron a la corte de Desiderio, último rey de los lombardos pero finalmente fueron todos capturados y recluidos en monasterios y conventos francos. Se desconoce cual fue el destino final de la esposa de Carlomán y de sus hijos. Carlomagno combatió contra los moros en las proximidades de Narbona y estableció la Marca Hispánica para contener nuevas incursiones moriscas en territorio francés. Carlomagno llegó el año 778 a las puertas de la ciudad de Saraqusta (Zaragoza) pero el valí musulmán se negó a entregar la plaza. 

Ante la dificultad de mantener un largo asedio tan lejos de su centro logístico marchó de regreso pero al pasar por el desfiladero de Roncesvalles, camino de vuelta a su reino tras asolar Pamplona, una emboscada de los vascones descalabró tan nutrido ejército con tan simples armas como el lanzamiento de rocas y dardos. Unos años después Carlomagno conquistó Gerona (785) y su hijo Ludovico Pío hizo lo propio con Barcelona (801), designando condes, francos o autóctonos, para defender la nueva frontera que desde Barcelona llega a la tierra de los vascones. Ludovico Pío va más allá y llega hasta Tortosa pero fracasa y retrocede hasta el Llobregat. El año 813 Carlomagno convoca a su único hijo y le corona, falleciendo él en Enero de 814 de una pleuritis. 
Ludovico Pío es hijo y sucesor de Carlomagno hasta su muerte en el 840. El Imperio Carolingio se reparte posteriormente entre sus tres hijos Carlos, Lotario y Luís mediante el Tratado de Verdún de 843. La Marca Hispánica le correspondió al primogénito Carlos, el Calvo que hubo de disputarla en varias ocasiones contra los normandos que desde Tortosa remontaban el río Ebro y sus afluentes Aragón y Arga hasta llegar a Pamplona. Llamado por el Papa Juan VIII, amenazado por musulmanes afincados al sur de la península itálica, el 16 de Junio de 877 Carlos, el Calvo firmó una 'capitular' en previsión de sufrir algún percance durante la expedición. Nunca imaginó el rey el alcance de aquella firma

Dos artículos de aquella 'capitular', que solo pretendía el control y buena marcha del imperio en caso de desgracia, fueron los causantes de la implantación de los condados y la fundación del feudalismo catalán y el nacimiento del Reino de Aragón... 
- Si el emperador muere durante la expedición y un grande se retira a un monasterio para rezar, el hijo heredará sus beneficios.
- Si el conde muere, su hijo primogénito administrará el condado asistido por el obispo y los principales del condado. 
El rey no murió 6 de Octubre de aquel mismo año 877 moría Carlos, el Calvo. Su hijo mayor Luis II de Francia heredó el trono, pero nunca fue coronado emperador. Los lazos de dependencia de los condados con la monarquía franca fueron debilitándose y la autonomía se consolidó al afirmarse los derechos de herencia. El primer mordisco lo dió Wifredo el Velloso, conde de Barcelona designado por los reyes carolingios, que legó las tierras francas a sus hijos como si le fueran propias. Era el principio del fin, o el fin del principio. 

RAFAEL FABREGAT



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