30 de diciembre de 2014

1610- AL BORDE DEL ABISMO.

Todos sabemos que los mayores conflictos sociales y políticos han acompañado a etapas económicas negativas. Las crisis económicas siempre han supuesto el descontento de la ciudadanía con sus políticos, a quienes culpamos de todas nuestras desgracias. Los problemas económicos generalizados traen como consecuencia las revoluciones sociales y son el detonante que provoca decisiones políticas desesperadas, que pocas veces son la solución a los problemas generales. Los votantes, en tiempos económicamente negativos, tendemos a buscar soluciones irracionales, desesperadas, aún a sabiendas de que muy difícilmente puede estar ahí la solución a nuestros males.

Jamás se habían alcanzado en España tales cifras de desencanto político. La mala situación económica y los casos generalizados de corrupción, nos llevarán en 2015 a unas elecciones generales cuyo resultado puede ser dramático para todos. Grandes males traen grandes remedios, no siempre eficaces. Sin embargo el votante ha perdido la fe en todo lo conocido y está dispuesto a aliarse con el propio Diablo. Desde la derecha más rancia a la izquierda más radical, cuentan con elementos que han aprovechado sus cargos para llenar arcas particulares, en detrimento de las ayudas sociales a las que tales dineros estaban destinados. Hasta los propios Sindicatos de Trabajadores han caído en tales bajezas.


Con tales actuaciones no es de extrañar que el votante se agarre a un clavo ardiendo, a pesar de saber que sin duda se volverá a quemar. Cuando el votante deposita su voto a favor de un partido que no le merece ninguna confianza, no significa que esté tonto o que sea un loco, simplemente está desesperado. Yo no creo que esa sea la solución, porque todos sabemos que no lo es. Creo que una manera más coherente de demostrar nuestra disconformidad, sería no acudiendo a votar. Pero todos a una. Abrir los colegios electorales y no acudir nadie a votar sería mejor solución que votar a gente incapaz de solucionar nuestros problemas, con posibilidad de que aumenten. 

¿Quien no recuerda a Cicciolina...?
Con 22 añitos y ya casada con un italiano, la modelo húngara llona Staller cambió su nombre por el de Cicciolina y se inició en el negocio del cine porno. Su verdadera consagración llegó cinco años después al mostrar inesperadamente sus tetas en un programa en directo de la RAI. 
En 1979 mostró sus inquietudes políticas encabezando la lista de un partido ecologista. En 1983 sus películas porno habían alcanzado una gran popularidad debido a su osadía frente a la cámara. Sus mayores éxitos llegaron con la exhibición del sexo en grupo, algo no visto hasta entonces. También en la TVE se desnudó totalmente en una gala de fin de año en el programa "Viva el 86". En 1987 y con más de 20.000 votos fue elegida parlamentaria del distrito Lazio de Roma. 


Sus armas electorales fueron oposición a la energía nuclear y al uso de las pieles de animales, partidaria de la educación sexual en las escuelas, despenalización de las drogas y fuertes impuestos a los automóviles por sus efectos contaminantes. Gracias a la experiencia adquirida en ese primer cuatrienio fundó "el partido del amor" que, entre las más variopintas propuestas se encontraba la creación de parques a los que las parejas pudieran acudir libremente para tener sexo. Ya próxima a la jubilación, todavía sigue con una carrera política que, naturalmente, no ha llegado a nada serio.


Personalmente creo que lunáticos de ese tipo son bastante más inofensivos que algunos otros que prometen lo que saben perfectamente que no pueden cumplir. Simple humo, que no es tan simple ni tan inofensivo. Efectivamente estamos atravesando un mal momento y estar al borde del abismo nos hace tomar decisiones que sabemos no son las más adecuadas. Sin embargo estamos tan decepcionados que, aún sabiendo lo peligroso de nuestra actitud, podemos darle nuestro voto a quien nos hunda todavía más en el abismo. No es toda una vida, pero sí cuatro años de ella. Y en cuatro años, nosotros y nuestros hijos, ¡podemos perder tantas cosas...!

RAFAEL FABREGAT


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