Todo esto viene a cuento naturalmente del aeropuerto de Castellón el famoso "aeropuerto sin aviones", primera denominación que otorgaron los enemigos de esta obra en tierras castellonenses y que sin duda, más tarde o más temprano beneficiará a todos sus habitantes. Cedido a una compañía extranjera, que sí apuesta por la viabilidad del mismo, parece ser que en breve plazo el aeropuerto estará abierto a un tráfico más o menos regular, según demanda de los usuarios. De momento da servicio al Aeroclub de Castellón, a los aviones de Icona y a todos los vuelos privados que lo solicitan. También el club de fútbol Vilarreal realiza desde allí sus desplazamientos más largos.
Dado que aunque mínima, hay una cierta actividad, los enemigos de todo lo castellonense ya no lo denominan "aeropuerto sin aviones". El nombre actual es "aeropuerto fantasma". Será sin duda por los muchos "fantasmas" que le han puesto la zancadilla desde el primer momento en que vio la luz el proyecto de su construcción. ¡Éramos pocos y parió la abuela...! Desde luego a los españoles no nos hacen falta enemigos, puesto que con los "amigos" que tenemos alrededor ya vamos bien servidos. Asquerosos políticos de mierda que se ganan la vida jodiendo a los demás... Menos mal que ninguno de ellos (ni de los otros) vamos a vivir eternamente. ¡No hay mal que cien años dure...!
Impedimentos en la construcción de carreteras, en la caza del parany y hasta en que cojas una ramita de romero en monte de tu propiedad. De la misma manera no se puede limpiar el cauce de un río, aunque hombres y propiedades se inunden y perezcan. Tampoco coger un cubo de agua de ese río, aunque tengas una mata de tomates que se te muera de sed. Sin embargo sí que se pueden expropiar cientos de fincas para construir un polígono industrial cuyas naves nadie demanda, o unos chalets en urbanizaciones sin comprador y cazar a escopetazos todo lo que se ponga por delante. Todo depende de tu peso social y el de tus amistades. ¡Vaya mierda de democracia, solo a favor de los holgazanes!. Así nos va...

Su autobús estacionó a escasos cuatro metros del avión a fin de que los malos vientos valencianos o el aliento de los aficionados que fueron a recibirles no les diera en la cara. Una gran movilización de fuerzas de Seguridad del Estado (pagada por todos los españoles, claro) estaba también en el aeropuerto de Castellón, por si algún aficionado burlaba el "cordón policial" y le daba un beso en la boca a Piqué, seguramente el más "adorado" de los jugadores del Barça en tierras valencianas y en toda España. Nosotros, los valencianos en general y los castellonenses en particular, no podemos hacer otra cosa más que agradecer a esa gran nación el honor y favor recibidos de su parte al inaugurar internacionalmente nuestro mísero aeropuerto. Gracias, gracias, gracias.
RAFAEL FABREGAT
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