7 de febrero de 2013

0919- ¿DONDE ESTÁN LOS HIPPIES?.

Ibiza fue hábitat destacado, del mundo hippy, pero aquello acabó. 
Los protagonistas del "Movimiento hippie ibicenco" tienen actualmente entre 60/80 años. A esa edad lo normal es que se haya deformado la visión de las cosas y que se vea el fenómeno de forma diferente a la realidad. No lo sé pero, desde mi punto de vista, es agua pasada que no volverá. El fenómeno hippie llegó como llegan todas las cosas: en el momento justo y adecuado para la época que atravesaba el mundo. Es cierto que España estaba lastrada por una larga dictadura que nos mantenía a jóvenes y mayores en un mundo de oscuridades y sinsabores, pero aquel movimiento era universal y poco tenía que ver con nuestras penurias. Eran muchos los países anclados a un reciente pasado de guerras y oscuridades. Aunque se reflejaba solamente en la juventud, siempre más fuerte, era el cansancio del mundo. Una respuesta global a muchas cosas. 

Estados Unidos, siempre tan puritano, no era ajeno a este cambio mundial, a esta petición de libertades de expresión. Sumándose a ellas Broadway puso en escena en 1.969 la obra musical ¡Oh Calcutta!, de Keneth Tinan, que supuso el mayor escándalo de todos los tiempos pero también el mayor éxito. Veinte años (1969-1989) avalaron el éxito de aquello que inicialmente supuso una conmoción en la sociedad norteamericana. Con innumerables desnudos integrales, tanto femeninos como masculinos y hasta simulación de prácticas sexuales sobre el escenario, su creador no pretendía otra cosa que divertir y ganar dinero. La obra tuvo varias etapas y actualizaciones, puesto que fueron varios los actores y actrices que la interpretaron. El musical se estrenó el día 17 de Junio de 1969 en el Teatro Edén, pasando a otros escenarios y hasta incluso a Londres, para regresar nuevamente a Broadway donde cerró el 6 de Agosto de 1989 con 5.969 actuaciones a cuestas.

Las dictaduras, las injusticias y el falso puritarismo que de ellas se derivaban, eran algunas de aquellas oscuridades, pero también las recientes guerras que habían azotado al mundo y el resultado injusto que había derivado de algunas de ellas. Calamidades, injusticias, represión religiosa y falta de oportunidades para los perdedores de aquellas contiendas. Desde el punto de vista de aquellos que gobernaban el mundo todo era sucio e incorrecto cuando, en realidad, ellos eran los más sucios y los que buscaban en la oscuridad los beneficios y las prebendas. La juventud mundial estaba cansada de censuras, represión, autoritarismo y muy especialmente de tantas matanzas injustificadas... Haz el amor y no la guerra, era uno de los lemas más populares del movimiento Hippie. Las autoridades poco podían hacer contra aquellos jóvenes que solo pregonaban el amor y las libertades de toda índole. 

Es cierto que poco tiempo atrás del inicio de este movimiento hubiera peligrado la aplicación de la franquista "ley de vagos y maleantes" pero el injustificable autoritarismo ya estaba en declive. Era mucho más que eso, era algo universal. Aquel movimiento no hacía daño a nadie ni pretendía nada en concreto, simplemente se salían del camino marcado. Se liaron la manta a la cabeza y dejaron de "hacer el juego" a los de siempre. Se instalaron allá donde fueron mejor acogidos y se dedicaron a trabajar lo justo para sobrevivir, sin ambición alguna, sin pretensiones de ningún tipo. Vivir y dejar vivir, ese era otro de sus lemas. Unas ideas para nada aceptadas por los gobiernos ni por la iglesia, menos aún por la gran patronal que temblaba ante la idea de que aquello proliferara. Era la ruptura con todo lo establecido hasta entonces. 
En España, el núcleo principal de este movimiento se instaló en Ibiza. Miles de jóvenes se instalaron como buenamente pudieron en aquellas costas, solamente con lo imprescindible. 

La gente les miraron en principio con curiosidad, después con indiferencia. 
Ellos iban a lo suyo, artesanía, música, algo de yerba, alcohol (no mucho) y amor, mucho amor. Pero claro, los tiempos cambian y el movimiento fue diluyéndose con los años. Terminaron la mayor parte de las guerras y buena parte de las dictaduras. En España el franquismo dio paso a la democracia, a las libertades y al bienestar. Está claro que los problemas nunca faltan y que continuamente hay altibajos económicos y sociales, pero al menos se vivía en libertad, uno de los puntos mayormente reclamados por el movimiento hippie. ¿Que queda de todo aquello?. Pues nada, o prácticamente nada. Simplemente normalidad. Si uno viaja a Ibiza podrá sin duda seguir viendo aquellos puestos callejeros de bisutería pero, si hurga un poco en las cajas, puede encontrarse con la sorpresa de que el material es de origen chino.

Si uno va a cualquier playa ibicenca, podrá ver algunos chicos y chicas tomando el baño desnudos pero ¿qué significa eso a día de hoy?. Nada, algo fácil de encontrar en cualquier otra parte del mundo. El movimiento hippie y sus libertades, totalmente atípicas para la época, fue algo grande en la década de los 60-80, pero aquello es agua pasada que ya no mueve molino. Aquellos chicos que lo conocimos de cerca tenemos actualmente 70 años bien cumplidos. ¿Como vamos a pretender que aquello pueda mantenerse en el tiempo?. Las libertades actuales impiden el retorno de algo que nació de la represión y de la oscuridad. Ahora podrá haber otras cosas, mejores y peores, pero en nada comparables a lo que fue aquel movimiento. A los nostálgicos esta afirmación les sonará como algo triste. Algún joven curioso podrá incluso lamentar que no haya una segunda parte pero no, aquello fue una etapa sin duda irrepetible... 

RAFAEL FABREGAT

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