Las Islas Canarias son conocidas desde la antigüedad pero a nadie interesaron hasta el siglo XV, cuando la Corona de Castilla decidió apropiarse de ellas. Durante los mil años anteriores estas islas desaparecieron de la Historia pero de repente nació el interés general. Mallorquines, portugueses, genoveses y hasta los mauritanos desembarcaron en las islas, con pocas o ninguna consecuencia para los guanches autóctonos.
En 1404 ya tomaron tierra los normandos de Jean de Bethencourt y Gádifer de al Salle, pero fue en 1477 cuando la Corona de Castilla decide invadirla y anexionarlas a sus territorios. Para entonces, en 1481, la reina Isabel la Católica destierra a la Isla de La gomera a su bellísima dama Beatriz de Bobadilla, por sus escarceos amorosos con el rey Fernando.
Antes la obliga a casarse con Peraza, señor de la Gomera, y juntos llevan a cabo la más sanguinaria campaña de aniquilación de los guanches que rechazan la conquista española. Fue el obispo Juan Frías quien alertó a la Corona de sus desmanes y el apresamiento de gomeros y posterior venta como esclavos. Cuatro años antes de llegar Colón a Canarias Peraza fue asesinado. La viuda ordena a todos los gomeros que acudan, sin excusa posible a la iglesia para el funeral de su esposo. Una vez allí fueron apresados y ejecutados todos los mayores de 15 años, unos 500, que fueron ahorcados ó empalados y lanzados al mar, vendiendo como esclavos a los menores de 15 años y a las mujeres.
Por sus muchos viajes a la península, Beatriz de Bobadilla conoce a Colón, con el que llega a intimar, motivo por el cual y al solo objeto de pasar unos días con ella, Colón dirige la flota que había de descubrir las Américas a la isla de la Gomera, con la excusa de cargar agua. Es por este motivo que la ciudad de San Sebastián de la Gomera, capital de la isla, se jacta de que con sus aguas se bautizó América. Los historiadores señalan la insistencia de Colón en pasar por La Gomera en cada uno de sus viajes a América, lo cual se explica fácilmente debido a la gran belleza de "la Dama Sangrienta", como era conocida en todo el archipiélago. Valiéndose de su belleza, Beatriz de Bobadilla se casa con el adelantado de Canarias y gobernador de Tenerife y La Palma, motivo por el cual Colón nunca más volvió por allí. Finalmente, en 1504, la gran dama de la Gomera fue asesinada en sus aposentos de Medina del Campo (Valladolid) su ciudad natal.
RAFAEL FABREGAT
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