2 de noviembre de 2023

3140- EL CIELO NO NOS QUIERE.

A ninguna maldición, terrenal o celestial, podemos achacar lo que pasa en nuestra querida provincia de Castellón... y es que la mayoría bendicen incluso lo que aquí tenemos. Me refiero, naturalmente, al clima desagradecido que sufrimos. Quienes lo bendecimos aclaramos que efectivamente es tierra ajena a terremotos y males climatológicos de imposible corrección. La naturaleza es así de caprichosa y si bién tiene protegida esta zona de terremotos y grandes inundaciones o perpétuas sequías, también nos tiene aislados de la ansiada lluvia, mínima pero suficiente, que riegue nuestros campos y permita cosechas en secano que es el pan de cada día en muchas de las familias que aquí sobrevivimos. 
Como se ha dicho antes, aquí no tenemos muchas de las desgracias que hay anualmente en muchas partes del planeta, pero de algo hay que quejarse y aquí lo hacemos porque ningún viento nos es favorable para dejar caer una lluvia moderada de vez en cuando y que cuando se trabaje haya una cierta rentabilidad.

El viento del Sur es normalmente cálido y cargado de arena del desierto africano del Sáhara. El del Oeste, cálido también, por muy cargado de lluvia que llegue a la Península Ibérica, riega todas las provincias del Nor-noroeste peninsular e incluso llega hasta la parte occidental de Andalucía. 
Nuestras tierras solo ven la lluvia cuando la traen vientos del Este, hecho que solo sucede muy de tarde en tarde y con brevedad. Hay un refrán popular sobre la lluvia y que se escucha con frecuencia en estos parajes y dice lo siguente: "Ponent la mou y Llevant la plou". Tal eventualidad nos dice que las borrascas siempre llegan por el Oeste y normalmente se dirigen hacia el centro de Europa, y para que rieguen la provincia castellonense es necesario que una parte de alguna de ellas se divida desprendiéndose un pequeño trozo de hacia en sur. Se la llama "Gota fría y se trata de una pequeña borrasca que entra en el Mediterráneo por el Estrecho de Gibraltar y hace que sus vientos lleguen a Castellón del Este. 

Claro que esa situación es breve pues, a medida que la borrasca se mueve, lo hace en dirección a los países orientales. Cuando esto sucede, efectivamente llueve en la provincia de Castellón pero no siempre, ya que si pasa rápidamente deja más lluvia en las provincias andaluzas y si lo hace más lentamente, subiendo hacia el Norte, lo hace en las islas Baleares y la región catalana, ésta última ya regada por otras lluvias cuando éstas llegan desde el norte y abrazan la cordillera pirenaica. 
En ese caso lo vientos, llamados Gregal, nos llegan a los castellonenses del Nordeste y nunca dejan lluvia en Castellón, auque sí lo hacen en las provincias de Valencia y Alicante. Con esto quiero aclarar que todas las regiones peninsulares se riegan con las lluvias que llevan los diferentes vientos, a excepción de Castellón a la que solo la riegan los vientos del Este.

Se dice que la Comunidad Valenciana es la que más turismo recibe y que ya con esto tiene suficientes ingresos para vivir con holgura, pero eso no es del todo cierto ya que eso solo ocurre en las zonas costeras y no siempre, puesto que son varios los pueblos que, aunque su término municipal llegue a la costa mediterránea, no saborean los beneficios del turismo. Como mucho son los cultivos próximos a la costa, donde se cultivan zonas de naranjos, almendras y algo de frutales y hortalizas. Tienen agua de regadío y un clima adecuado, pero las numerosas plagas y la competencia desleal de países africanos y estadounidenses, impiden un rendimiento suficiente. 
En fin, vamos a dejar de quejarnos pues son muchas y muy grandes las desgracias que afectan a otras partes del mundo y de la propia España y que las gentes de Castellón solo vemos en noticias y documentales de TV. Pidamos paz, salud y que la industria vaya tirando del carro.

RAFAEL FABREGAT

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