30 de abril de 2010

0071- LOS MEDIOS AGRÍCOLAS DE ANTES.

Hasta bien avanzada la década de 1.960 las herramientas agrícolas eran, al menos en nuestra comarca, muy rudimentarias. Tanto es así, que todavía yo he visto labrar los campos con arado de madera. ¡El antiguo "forcat" del que sobresalían dos pequeñas aletas metálicas u "orelleres"!
Naturalmente lo he visto muy de pasada, puesto que ya había entonces de los de hierro pero en las casas pobres, que eran prácticamente todas, todavía disponían de esa herramienta ya obsoleta.
Lo que si tenían todos era el famoso "forcat" de hierro, cuya "rella" había que forjar y endurecer en cada dos días de trabajo (según el tipo de tierra) por lo que el labrador tenía dos o tres rejas y al menos una de ellas estaba siempre en la herrería "per a llucià" (para arreglar). Se disponía también de la "giratoria", del "vernet" y especialmente de un buen surtido de azadas para todos los usos. La lligona, escarpellera, aixà plana, cavasoques, etc. etc. así como las pequeñas de "birbà".

El primer trabajo del agricultor, cada mañana, era darle al "matxo" un poco de comida que el animal devoraba aprovechando el tiempo que el dueño empleaba en preparar todo lo necesario. El "forcat" y les barres, atados al "varal" del carro, en la caja una "sarieta" repleta de paja, alfalfa y algarrobas para el animal; azadas, "corbella", el "saquet de la berena", el "canteret del aigua" y el tabaco.
Algunos, muy pocos, también cogían algo de dinero, no se sabía para qué. Mi padre siempre ha llevado un pequeño monedero, también cuando iba a trabajar al campo. (?) Mi madrastra, siempre le decía...
- No m'explique per a que agafes diners per anar al camp.
- Per si em surt una polla! -respondía mi padre riéndose.
- Està bé, està bé... fes lo que vulgues -refunfuñaba mi madrastra.
Lo más importante para él era el tabaco.
Si se hubiera dejado el arado, mi padre habría empleado la jornada en cavar los árboles o arreglar una pared caída. Pero si alguna vez se ha dejado el tabaco, mi padre siempre ha vuelto al pueblo a cogerlo, natualmente a pie.

En cuanto a los caminos de entonces... ¡Uf!
Con todos los carros con ruedas de hierro los caminos estaban destrozados. Profundas rodadas insalvables que obligaban a ir exactamente por el mismo sitio que los demás, sea cual fuere el gusto de cada cual. 
Cuando llegabas a tu finca, el animal sacaba fuerzas de flaqueza para conseguir sacar el carro de las profundas rodadas generales a fin de dirigirlo hacia el "entrador" de la finca en cuestión.
Sin embargo el duro trabajo diario al que se sometía a estos animales, hacía que estuvieran en todo momento fuertes y sanos, siempre naturalmente que no les faltara alimento en consonancia al esfuerzo que se les exigía. Tras el viaje, desenganche del carro y colocación de las barras y arado.

No había descanso. El almuerzo del labrador solía hacerse durante el camino de acceso a la finca y por lo tanto, para el animal no había un solo minuto de relax.
Llegar y enganchar "colleró, barres i forcat" era inmediato.
Los esforzados animales, especialmente en el verano, exudaban una espuma blanca que ponía de manifiesto el duro esfuerzo a que se les sometía. De vez en cuando el agricultor, al finalizar el surco que le dejaba en las inmediaciones del carro, paraba al animal y buscaba "el canteret del aigua". El "matxo" mordisqueba alguna yerba del bancal vecino o del "ribas" que pudiera haber a la punta del bancal a trabajar. Un minuto de relax, con suerte cinco, en caso de que el labrador encendiera un cigarrillo. Hasta diez si el cigarrillo había que liarlo, como era lo habitual. Buscar la petaca y el librito de papel, liar el cigarrillo, el mechero "de calbot" que no hace buena chispa...
El animal, rebuzna aliviado, esperando que la situación dure el máximo tiempo posible.

Sin embargo no, no era así. Encendido el cigarrillo el labrador vuelve a la carga; para fumar no es necesario parar el trabajo. Una mano le es más que suficiente para sujetar el arado y el trabajo continúa.
Al media mañana sí que solían hacerse una pequeña parada.
Todos agricultores, los campos estaban llenos de gente. Si no tenías al vecino de tu finca, sería el de más allá, a escasos cien metros. Era costumbre entonces lo que se llamaba "fer un cigarro" que consistía en una parada de quince minutos. El duro trabajo lo exigía. Teniendo tantos vecinos cerca, trabajando como tú, lo normal era que uno u otro se acercaran entre ellos para hacer juntos la ceremonia del "cigarret". Amena charla sobre el tiempo o la política, sentados en la pared más próxima y breve descanso (ahora sí) para el animal. Quedaban para comer juntos bajo el árbol que hubiera más frondoso, fuera de uno o de otro e incluso de alguna finca vecina. 

Si no había vecino cercano con quien charlar, era frecuente una pequeña "cabezada" tras la comida que solía durar cerca de la media hora. El labrador desenganchaba al animal del arado y le acercaba a la "sarieta" donde le esperaba el sabroso pienso. Durante esa hora larga de descanso el mulo comía tranquilamente y se aliviaba del duro trabajo. Pasado ese tiempo, más de lo mismo hasta finalizar la jornada. No habiendo otros adelantos, era normal en prácticamente todas las casas tener al menos un mulo o un burro y en algunas ambas cosas. Si se dedicaban también al acarreo de "malea", era bastante habitual tener un burro de apoyo para las cuestas. Los hornos de las fábricas de cerámica funcionaban entonces con la quema de maleza que se pagaba a un tanto por cada unidad o "gavell" que venía a ser el montón que un hombre podía abarcar entre los brazos, convenientemente atado con un cordel al efecto.

Eran muchos los hombres que se dedicaban a "tallar malea" y otros muchos también los que se ganaban la vida acarreándola hasta las fábricas de Onda con los carros, siempre provistos de un par de animales. Normalmente iba el "matxo" enganchado al carro y un burro en punta. A la vuelta el burro, ya no necesario, iba atado en la parte trasera del carro. El viaje ocupaba un día largo, por lo que era obligado madrugar y la vuelta solía ser bastante tarde.
Ante la falta de rentabilidad suficiente de los campos de labor eran muchos, repito, quienes se dedicaban a este trabajo. Después ya se llevaba con camiones, pero el "tallador" y los carros para dejar la maleza a porte de camión, seguían siendo necesarios. Los carros con ruedas de hierro, muchos de ellos ya viejos y destartalados, quedaron relegados a su utilidad como "cadafal". Los más nuevos incorporaron las nuevas ruedas de goma, pero todo tendría una vida ya relativamente corta. 

Pronto llegaron los nuevos tractores, primero escasos y dedicados al trabajo por horas. Después los particulares que, poco a poco, fueron jubilando a los viejos mulos muchos de los cuales quedaron encerrados en los corrales, ante la falta de coraje de sus dueños para venderlos para carne. Una decisión nada fácil, si tenemos en cuenta lo mucho que habían luchado juntos hombre y animal...
Los tiempos cambian y ya en auge la época del motor, tras el aprovechamiento de la zona de rodadura para la fabricación de alpargatas, el resto de las viejas ruedas sustituyeron a "la malea" como combustible cerámico. Sin embargo el aprovechamiento de los neumáticos en ese menester fué corto. Las fábricas instalaron el fuel como combustible y las ruedas quedaron sin aprovechamiento ninguno, puesto que también las alpargatas con suela de goma eran bastas y dejaron de venderse. Todo quedó obsoleto un tiempo después con la llegada del gas natural.


También el histórico "cadafal", confeccionado con carro de ruedas de hierro, "cabirones" y alguna vieja puerta como soporte de las numerosas familias, quedó obsoleto. Nuevas barreras metálicas les sustituyeron con ventaja y todo ello pasó a la historia de este y de todos los pueblos de la comarca.
Aquellos esforzados agricultores se jubilaron ya, algunos ya descansan en paz. Los duros animales de labor, han sido sustituidos por tractores que llenan las casas a pesar de la escasa o nula rentabilidad de la agricultura. También algunos nostálgicos los han cambiado por caballos de paseo, con el consiguiente gasto y nula rentabilidad. Como tantas veces se ha dicho... ¡Nada muere, solo se transforma!.

RAFAEL FABREGAT

29 de abril de 2010

0070- EL PASO INEXORABLE DEL TIEMPO.

Siempre lo he oído decir a mis mayores, pero nunca se hace caso de esas "tonterías" hasta que le afectan a uno.
- Me passen els dies volant -dicen constantemente los viejos.
- Ja van les bobades -refunfuñan los jóvenes.
Pero... ¡hay!. El tiempo pasa para todos y apenas sin darte cuenta te conviertes en uno de los que repiten la susodicha frase. Porque... ¡hay que ver, si tienes salud, lo rápido que pasa!.
Yo, apenas unos años atrás, sufría pensando que sería de mí cuando dejara de trabajar. Me imaginaba aburrido y con un reloj que no avanzaría apenas, convirtiendo los días en algo tedioso e interminable.
Pues no, amigos, no. Afortunadamente estaba equivocado...

Te levantas a tu aire, cuando te da la gana. Te vas a dar una vuelta, viendo como trabajan los demás y después al bar a almorzar, disfrutando de la charla siempre amena de unos y otros. 
Ellos tragando la comida sin apenas masticar y tú relajado, sin prisas. La cervecita fresca, el bocadillo de calamares calientes, las brillantes olivas y un buen café dan para casi una hora. Cuando trabajaba tampoco fichaba, pero era diferente... Más quebraderos de cabeza, aunque también la flexibilidad del horario que es lo que a mí me ha gustado siempre. Los autónomos como yo no usamos reloj, se trata simplemente de hacer el trabajo que tengas que hacer. Al decir esto me refiero a mi periodo laboral que, actualmente está ya finalizado.

Ahora queda vivir un poco, mientras la salud lo permita. Llevar o recoger a mis nietos del colegio, hacer alguna escapada a la casita de La Ribera, llevar a la mujer a la compra, una vuelta por el campo para recoger unas setas... En fin, lo que la época y el cuerpo te pidan en cada momento.
Mi pasión, desconocida hasta ahora, es la escritura. Me relaja, me permite expresarme con la facilidad que no tengo verbalmente. No sé si interesará a muchos la lectura de mis relatos trasnochados, pero eso a mí no me importa. Yo escribo para mí y para los míos, nada más. Si alguien, por un casual, me lee y se burla de mis escritos y de mi persona, me importa un pimiento. Los más de setenta años que tengo cumplidos me dan la suficiente tranquilidad de expresarme libremente sin que me afecte lo que otros puedan pensar.

Salvo que el tema sea extenso y requiera tiempo y espacio, normalmente son entradas cortas, de uno o dos folios, acompañados de imágenes lo más acordes posible al tema tratado que, en la mayor parte de las ocasiones es sobre mi pueblo y sus gentes, entre las que me cuento. 
También de mis hijas y nietos, así como algún tema de actualidad o de la Historia de nuestra zona.
Esa es mi vida actual. Me río ya de otros tiempos y de otras personas que hubieran deseado verme fracasar. Me río de esos enemigos enconados que, sin motivo aparente, todos tenemos. Personas despreciables, envenenadas por la envidia y cuya vida no les ha llenado como ellos esperaban. No puede dar satisfacción el dañar a los demás, aunque eso te sirva para escalar un peldaño más del muro al que quieres subirte. 

A final de cuentas la vida es corta pero suficientemente larga para poner a cada cual en el sitio que le corresponde.
- "Por sus hechos les conoceréis" -dijo Jesucristo.
Yo, ya paso de muchas cosas, especialmente de este tipo de gente. 
Después del linchamiento del que fuí objeto en mi juventud y de toda una vida dedicada exclusivamente al trabajo y a la familia, ya todo me resbala. Pero, aviso a navegantes, lo que ocurrió entonces hoy no se repitiría. A alguien se le caería la lengua en el suelo ¡y algo más!.
Habré tenido fallos, como todo el mundo. Pero he ido siempre con buena fé, haciendo lo que creía correcto y sin perjudicar conscientemente a nadie. A pesar de ello, me ha ocurrido de todo. 
No quiero más problemas y las escasas fuerzas que me quedan son para dedicarlas a los míos y a los que me quieren, no para discutir por nada ni con nadie.
El que me quiera, tiene que hacerlo tal y como soy. El teatro de la vida ha finalizado para mí. 
Antes de cerrarse definitivamente el telón quiero agradecer el amor que algunas personas me han dado. Espero gozar de la salud suficiente para poder agradecérselo.
Ahora, tal como dicen las estrellas de la Revista... 
Gracias. ¡Gracias por venir!.

RAFAEL FABREGAT

28 de abril de 2010

0069- EL CABALLO DESBOCADO DE LA CRISIS.

Antes de empezar, quiero pedir perdón por ilustrar con viñetas un tema tan serio como el que nos ocupa, desgarrador diría yo, pero he pensado que no hay más remedio que hacerlo con humor ya que no seré yo quien aconseje a nadie que se eche a la calle con garrotes, que es lo que los Gobiernos merecen.
Han pasado el tiempo en que algunos de los actualmente parados, más de los que cabría imaginar, celebraban casi con alegría que sus patronos los despidieran inscribiéndoles en el Paro.
¡Hostia! decían... ¡Dos años de vacaciones cobrando prácticamente lo mismo, o más!. Y mientras tanto, seguramente mucho antes de que la prestación finalice, ya se habrá resuelto el problema...
Hoy esa misma gente, y con razón, está asustada viendo como la prestación está a punto de acabarse (o acabada ya) y no se vislumbra por ninguna parte el final del problema, un problema que ninguno de los países europeos está sufriendo con tanta virulencia.

Con la falta de escrúpulos de unos, la desidia de otros y el exceso de previsión de los demás, hemos colapsado de tal modo la economía española que salir del pozo será difícil y laborioso. Es más, diría yo que todavía estamos en fase de excavación y profundizando por tanto en el descalabro nacional.
Siempre se ha dicho que España es diferente. Parece ser que los españoles no vamos nunca al ritmo de los demás, o nos quedamos atrás o vamos más rápidos que nadie, para bien y para mal.
Ahora toca el mal y, siguiendo la tendencia, más rápidos en alcanzar el mal y más lentos en recuperarnos. El por qué de esta forma de lucha será seguramente porque España no es UNA, sino que es la suma o el resto de muchas civilizaciones, demasiadas, diría yo. Es también una opinión personal que los que aquí llegaron, cientos o miles de años atrás, no serían justamente la gente más dócil de cada uno de los pueblos que nos ocuparon. Serían los más valientes sí, pero también los más temerarios, los más inestables, los dispuestos a conquistar más que a crear. A vivir del trabajo de los demás.

La tendencia se ha invertido. Los tiempos de conquista, en estas latitudes ya finalizaron muchos años atrás. Hoy la conquista es otra... Producir lo mejor, al más bajo precio posible y servir con la máxima rapidez, es decir: trabajo, trabajo y trabajo.
¿Estamos los españoles dispuestos a trabajar más que nadie, mejor que nadie y cobrando menos que nadie?. ¡Pues no!. No estamos dispuestos, porque no lo hemos estado nunca. Estamos dispuestos, eso sí, a ser más pillos que nadie y así nos va.
Siempre habrá salida para los pillos, siempre y cuando haya gente buena (tonta dirían muchos) que permita que venga el espabilado de turno a ocupar ese trabajo, para el que otros muchos están mejor preparados. De todas formas el mundo ha cambiado bastante en los últimos tiempos y cambiará más si cabe en un futuro próximo. La gente está cada día mejor preparada y los ignorantes y taciturnos que abundaban años atrás, están dejando paso a gente universitaria o con estudios sobre determinados campos, que valora un buen puesto de trabajo y la primordialidad de que su empresa sea competitiva.


Esa nueva juventud tiene plena conciencia de que el trabajador no es nada si la empresa no es competitiva y saben que eso solo es posible con el incondicional apoyo del trabajador, pilar fundamental de la misma.
Esa es la nueva savia que ha de salvar a nuestro país del caos que la mentalidad anterior (trabajar poco y ganar mucho) ha creado. Hay que colgar guitarra y pandereta y ponerse a trabajar. No es tiempo de luchas entre empresarios y trabajadores, es imprescindible más que nunca el consenso entre ambas partes, todos necesarios.
No olvidemos que nos jugamos mucho en esta partida. En el trabajo está no solo la solidez de la empresa que nos ocupa y el sueldo que cobramos a fin de mes, está también la Sanidad que nos atiende en caso de accidente o en un momento de mala salud. Por supuesto también en nuestra necesidad económica, caso de paro, y muy especialmente en la jubilación. Nos jugamos demasiado para actuar con la alegría que hemos tenido hasta ahora. Yo espero y confío que el mal momento actual servirá como aviso de que con este tema no se puede jugar. Los jóvenes tienen que saber que solo con el trabajo salen los resultados adelante. Parecerá una obviedad hacer esta reflexión, pero apenas unos años atrás daba la impresión que más de cuatro creían que el dinero llovía del cielo. No es así y todos (ahora sí) creo que lo sabemos.


El motivo de esta entrada, hablando una vez más de la crisis mundial y especialmente de la española, es por el anuncio de que no hace mucho en España se llegó al 20% de paro. Fueron 4.612.700 las personas sin trabajo (20,05% de la población activa. 
La pregunta es obligada, ¿Cual es la capacidad de resistencia de un país ante semejante descalabro?.
Todos sabemos que los robos están aumentando en esa misma proporción pero, el robo no es la mejor solución para aportar un plato de comida a tu familia. Tampoco una revolución es lo más aconsejable en estos tiempos pero, entonces... ¿cual es el camino?. Mi opinión es que, para un país democrático como el nuestro, buena parte del problema puede ser sin duda un cambio de políticas. Personalmente nunca creí que fuera buena la Globalización y hoy, lo creo más que nunca. Será quizás porque yo conocí otra cosa, con la que ha funcionado el mundo hasta ahora, y que no tiene por qué estar obsoleta como nos han hecho creer.


Todos los paiíes del mundo, individualmente y en la actualidad a nivel europeo, se han defendido del resto de economías mundiales a través de los aranceles en frontera. Importar sí, pero con aranceles proporcionales a la necesidad nacional del producto de que se trate. Y solo aquellos productos de los que tu país sea deficitario. Importar para dejar sin trabajo a los tuyos... ¿Qué sentido tiene?.
La Globalización no es otra cosa que un mundo sin fronteras, con posibilidad de comprarlo todo a aquel que lo ofrezca más barato. Pero claro... En cada país hay un nivel de vida diferente, ya no digamos entre Europa y Asia o Africa. Lo que en España cuesta de fabricar 10 euros (con un márgen comercial ridículo, de subsistencia) en China te lo hacen por dos, ganando muchísimo dinero. Entonces, de acuerdo con la maldita Globalización, lo que estamos haciendo es comprar a China sí, pero... ¿Con qué dinero?. Si no eres productor de nada, ¿con qué dinero vas a comprar?.

España y otros muchos países tienen la industria hundida y la agricultura abandonada por falta de competittividad...
Yo, es que debo ser tonto porque... ¡Lo veo tan claro, que no puede ser cierto!. ¿Quién soy yo para dar luz al mundo?. Lo que no tengo tan claro es quien se beneficia de comprar a países emergentes al mismo tiempo que la industria y agricultura interior se destruye y abandona. Serán acaso... ¿los de siempre? Pues sí... ¿quién ha de ser si no?.
A este paso ¿quien tendrá toda la riqueza mundial dentro de 20 años? ¿Es que las autoridades no van a hacer nada para evitar tamaño desastre?.
Los tiempos feudales van a volver... ¡El rico más rico y el pobre más pobre!.
Yo es que veo venir a los 1.300 millones de chinos de vacaciones y a los 45 millones de españoles de camareros (camisa blanca, con pajarita y pantalones y chaleco negros) en miles de chiringuitos, nuevamente autorizados por toda la costa española.


Un país de servicios, criados al fin y al cabo de aquellos que hasta hace relativamente poco apenas podían disponer del arroz necesario para subsistir.
Los tiempos cambian, ¡pero no siempre para bien!. 
Dicen que, en este mundo en el que nos ha tocado vivir, nada se muere solo se transforma.
¡Los últimos serán los primeros! -dijo Jesucristo, según las Escrituras.

RAFAEL FABREGAT

27 de abril de 2010

0068- CABANES Y EL HERMANAMIENTO ARAGONES.

No había relación alguna entre los dirigentes para, desde un plano político que es el habitual en estos casos, dar credibilidad al título de esta entrada.
Es otro el sentido que, por cierto, ha significado la presencia en los pueblos del Bajo Aragón de cientos de cabanenses y entre ellos de buena parte del gobierno local de nuestra población. No de los concejales en la oposición, aunque ignoro si será porque no les invitaron o porque no quisieron asistir.
Amor en las dos direcciones, lo digo con pleno conocimiento de causa, pero por motivos diferentes.  Paciencia, todo se explicará.
Desde tiempo inmemorial y hasta hace 50 años atrás ha sido costumbre la llegada a Cabanes de varios rebaños de ovejas y cabras, principalmente cabra blanca, que desde los pueblos turolenses bajaban a Cabanes y su término municipal a invernar. La típica trashumancia ahora ya olvidada en esos parajes.

Varios de los corrales que jalonan nuestro término municipal veían recuperado su esplendor de antaño al acoger, con agrado de dueños y vecinos en general, numerosos rebaños procedentes del sur de la comunidad aragonesa y especialmente de los pueblos de Mosqueruela y Fortanete, que limpiaban montes y bordes de caminos a cambio simplemente del estiércol que los animales producían. Si a esto se sumaban unos litros de leche o unos quesos para el propietario de los montes, mejor que mejor. La cita, aunque no lo recuerdo con exactitud, sería hacia los meses de Octubre-Noviembre y siempre, o casi siempre, con parada en la Plaça del Arbre. Los grandes rebaños ocupaban la casi totalidad de la mencionada plaza para mayor esplendor y divertimento de chicos y mayores que, conociéndolos a todos, siempre tenían unas palabras amables para el pastor, normalmente dueño de los animales. 


Ignoro cual sería el trayecto y consiguiente duración del viaje pero sí conozco que por carretera son alrededor de 130 Km. lo que me hace suponer que tardarían en recorrer esa distancia no menos de diez días. Un duro viaje. La escasez era entonces elevada y los dueños del rebaño, con el fin de reunir un dinero para comprar algunas provisiones y también para tomarse unos vinos, por otra parte bien merecidos, anunciaban al vecindario la posibilidad de vender leche que ordeñaban allí mismo. Un "perolet", de aproximadamente medio litro de capacidad, costaba cincuenta céntimos de peseta cuando en la lechería del "Ros de les Cabres", costaba el doble. Cierto es que la mujer del Ros, o sus hijas Carmen y/o Paquita, te la llevaban a tu propia casa pero... En fin, por economía, por colaboración con aquellas pobres gentes y por el plan festivo que significaba, muchos vecinos les llevaban el mencionado "perolet" y el pastor en cuestión ordeñaba "in situ" la cantidad exacta de leche demandada. 

"Mig litre dos quincets foradats i una peseta litre i quart".
Les raberes, tampoco molestaban demasiados a un vecindario sin coches ni tractores y aquella gente dormía allí mismo junto a los animales, previo trasiego de unos vasos de vino tinto. 
El "Ros de les Cabres" maldecía un poco pero comprendía la situación ya que incluso tenía cordial relación con ellos y era comprador de alguno de los animales que los aragoneses traían siempre, naturalmente, que hubiera acuerdo en el precio. 
La competencia láctea no era significativa puesto que el pastor en cuestión salía hacia el corral convenido a la mañana siguiente y el 80% de la leche vendida aquella tarde-noche era a gente no cliente habitual del "Ros". Comprar leche a los maños formaba parte de la "fiesta" de recibimiento de los rebaños y buena parte de las casas que compraban no volvían a tomar leche en lo que restaba de año.

Hago un paréntesis a la narración, para señalar que la foto adjunta es en la mencionada "Plaça del Arbre" en aquella época y con el árbol que dió nombre a la plaza. El conductor de la bicicleta es "Rafael el de Condill" (un servidor), "Elietes el de Peleto" sentado en el "portamaletes", "Fransuá" detrás y "José Antonio el Teuleret" apoyado en el tronco del árbol. 
La bicicleta (de mi padre) se rompió para siempre al subir aquel mismo día a "Fransuá" en el cuadro. Yo no estaba tampoco delgado, pero los 106 Kg. de "Fransuá" y los 60 de "Elietes" en el portamaletas hicieron el resto y la máquina, ya muy vieja, no pudo resistir el exceso de carga y nos pegamos un "costalazo" que todavía no hemos olvidado.
Dicho esto sigamos con la historia...
Después de tantos años, todos los pastores tenían amistades en la localidad y el sábado se acercaban al pueblo a tomar unos vasos de vino e incluso a cenar, por lo que era bastante frecuente que, en época de rovellones, vecinos de nuestro pueblo y algún amigo de éstos subieran a esas poblaciones turolenses invitados por los pastores a buscar este tipo de seta, aquí siempre difícil de encontrar por la mucha maleza.
Uno de estos rebaños se guardaba en el "corral de Soldilluns", junto a la carretera de Castellón en la partida de Gaidó y personalmente subí con ellos, con apenas doce años de edad, en mi primera experiencia micológica.


El conocido pastor, un tal Ramón, sea cual fuera la hora de llegada de los visitantes y sin aviso previo por la imposibilidad de llamada (nadie tenía teléfono entonces) dejaba todos sus quehaceres y acompañaba a los recién llegados a la mejor zona conocida, que no era otra que aquella en la que dos semanas antes hubiera llovido.
Recuerdo cestos repletos de los sabrosos rovellones y la desazón del pastor por lo que él consideraba una miseria para tan largo viaje. Nosotros con las cestas llenas de setas y una "panera", de las que se usaban entonces para la carga y traslado de la uva hasta el puesto instalado por el comprador, repleta hasta los topes (unos 50 kg.) y el pastor disgustadísimo por no poder hacer más por nosotros...
- Lo siento mucho, pero es que ha llovido poco... -decía el hombre compungido.
- ¡Calla, calla, Ramón!. Nunca hemos visto tantos rovellones juntos -repondíamos nosotros agradecidos por sus desvelos.
El hombre, no he visto cordialidad mayor en toda mi vida, nos regalaba todos los rovellones encontrados por él y nos obligaba además a aceptarle una invitación en una de las "tiendas" de la época, en las que igual encontrabas cerveza, alpargatas, correajes para caballerías y naturalmente alimentación. Casos como este proliferaron mucho aquellos años, ampliando la afición de nuestro pueblo por la recolección de setas y fundamentalmente en aquella zona turolense.


El Bajo Aragón  y el Maestrazgo era y sigue siendo, una de las zonas más importantes de la geografía española en cuanto a producción de setas y también en facilidad de búsqueda.
Todos son profesionales en Mosqueruela y a la recolección de un buen cesto de setas se une además un día de solaz por aquellos grandiosos montes repletos de pinos centenarios.
Las patatas tardías, el excelente cordero y los vinos de Cariñena garantizan una comida inolvidable a precios siempre moderados de simple menú.
Aquella gente "tan especial" murió y de todo aquello queda la tradición de algunas personas que, como mi familia y yo, subimos todos los años varias veces a la búsqueda de tan sabrosas setas, aprovechando también el viaje para bajarnos unos sacos de patatas nuevas y algún que otro kilo de chuletas. Una mañana de búsqueda micológica y comida posterior en alguno de los restaurantes de la zona, pueden ser la mejor opción para un fin de semana otoñal. Un fin de semana al que, en alguna ocasión, se sumaron las autoridades cabanenses que, invitadas por el amigo Ramón, marido de una de nuestras concejalas y natural de Mosqueruela, disfrutaron de esta bella práctica.
Salud para todos y hasta el próximo otoño. Si Dios quiere, claro está...

RAFAEL FABREGAT

26 de abril de 2010

0067- CABANES, LA CIUDAD PROHIBIDA.

























No es una de las aventuras de Indiana Jones, de lo que voy a escribir en el día de hoy. El motivo de esta entrada no es otro que nuestro querido pueblo de Cabanes. Nadie lo ama con más vehemencia y por eso lamento mucho lo que está pasando. Yo, pobre de mí, no sé cual es la mejor solución al problema pero creo que tengo derecho a opinar y voy a hacerlo aunque probablemente no haga otra cosa que hacer reír a más de cuatro.

Diariamente decenas de personas, cientos cada mes, quieren visitar nuestro pueblo y no pueden o tienen muchas dificultades para conseguirlo. Esas mismas personas, ya realizado el viaje, quieren encontrar la Oficina de Información turística que les dé un poco de luz a su deseo de conocernos, o al menos la plaza principal y conseguirlo es un reto algunas veces abandonado por su complejidad.
Mucho tiempo ha transcurrido desde que en Cabanes se hizo la prueba de cambiar la dirección circulatoria de sus calles y creo que ya ha transcurrido el tiempo suficiente para que las autoridades se hayan percatado de que la solución adoptada en su día no es la más adecuada.
Yo no sé que piensan nuestras autoridades, ni el resto de los vecinos, pero a mí (que no tengo bar ni restaurante) me encanta que venga gente de fuera a conocer nuestro pueblo. Yo he viajado bastante y, aunque no tengamos nada del otro mundo, creo que Cabanes reúne suficientes riquezas para pasar (al menos) una mañana de recuerdo inolvidable. Antes de llegar a la población puede ser de gran interés la visita al majestuoso Arco Romano (a ser posible sin corral de ovejas anexo) y a la Ermita de la Mare de Déu de les Santes y su maravilloso entorno, sin olvidar nuestros castillos.


Tras ello, ya en Cabanes, su Iglesia barroca y Palacio Mudéjar del siglo XV que alberga la Casa Consistorial, con el Porxet o Llotja de Mustasaf, antiguo almotacén de la época musulmana. Después un inolvidable paseo por las frescas y adornadas calles de San Mateo, Obispo Gavaldá, San Antonio, San Andrés, Carmen y Rosario y un rápido vistazo a la plaza Sitjar. Todo el recorrido está salpicado de centenares de plantas que, en balcones y ventanas y hasta en la propia acera, sus moradores cuidan con un primor sin igual.
Tras el relajante paseo una cerveza fresca y unas buenas tapas en cualquiera de los bares de la localidad redondearán la mañana. Si el paseo se ha prolongado hasta el mediodía, esos mismos bares disponen de menús económicos y variados que harán la delicia de los visitantes.

Después de tanto hablar nuestras autoridades del Turismo y su importancia, ¿por qué bloquear la entrada de los eventuales turistas a nuestro pueblo?. ¿Exagerado lo de bloquear?. Posiblemente, pero no me negarán Udes. que, tal como están las cosas a día de hoy, nadie de fuera y algunos de dentro no saben cómo llegar a la plaza central de nuestro pueblo y mucho menos acceder a zonas tan importantes como el Ayuntamiento o la propia Oficina de Turismo ya que, si después de preguntar a varias personas consiguen llegar a la Plaça dels Hostals, al desaguisado en cuestión se suma la calle de San Vicente que es dirección prohibida.
Después de varios años, todavía hay vecinos que no saben que para llegar en coche a las cercanías del Ayuntamiento hay que ir por la calle de San José y de San Mateo, a la otra parte del pueblo...(?) Imagínense los foráneos. 

Si queremos que los turistas se acerquen a nuestro querido pueblo y se amplíen estas visitas convirtiéndolo en un buen referente, aunque solo sea para ocupar una mañana de su periodo vacacional, debemos darles facilidades y no ponerles obstáculos.
Lo primordial es que esas personas puedan acceder a nuestro pueblo, actualmente difícil. Después proporcionarles una estancia agradable. La promoción municipal de todo aquello que suponga embellecer el casco antiguo podría ser un paso importante. Plantas, luces, arreglo de fachadas, indicaciones, etc.
En cuanto al problema vial... A nadie se le escapa que nuestro pueblo, tras el descontrol urbanístico de principios del siglo XX, tiene difícil solución. Es probable que nada de lo que se haga sea satisfactorio para todos, pero hay que pensar (y mucho) en los visitantes, en ese turismo que queremos captar. Cabanes es actualmente un laberinto, que no todos saben recorrer, y nos interesa que nadie se quede con las ganas de hacerlo. 

La solución puede ser incómoda para una pequeña parte de los ciudadanos, que se verían obligados a aparcar a 50 metros de su casa y no frente a la puerta, pero la promoción de nuestro pueblo bien merece la pena y debería ser prioritaria.
Seguramente no son la panacea, pero voy a aportar unas ideas...
1).- Todas las calles de acceso a Cabanes por carretera (D. Valera, la Cava, Ramón y Cajal, Teatro -hasta Ramón y Cajal- y Calvario -hasta plaça dels Hostals- deberían ser de doble dirección, impidiéndose el aparcamiento (señales y pintado de bordillos) en los puntos de ancho inferior a los metros necesarios para ello y "zona azul" para el aparcamiento en la Plaça dels Hostals. Alguien dirá que impedir aparcar en puntos con ancho insuficiente no es viable, pero así sucede al inicio de la calle Delegado Valera (la de mayor tráfico) y no pasa nada.
2).- Cuando por falta del ancho suficiente, en alguna de las calles citadas, se crea de imposible aplicación el doble sentido, lo será siempre de entrada ya que la salida siempre será posible a través de las permitidas y de las perpendiculares a éstas.
Cambio de sentido en las calles que se vieran afectadas por estas medidas.
3).- Prohibida la circulación de vehículos de más de 3.500 Kg. (no autorizados) por dentro del casco urbano, estableciéndose dos "cinturones" de viabilidad para vehículos superiores, algunas veces proveedores indispensables.
Cinturón 1: Carrer de la Font y Sufera, así como...
Cinturón 2: Delegado Valera, La Fira y Avda. Maestrazgo.
Y sigo...

4).- Bando y folletos a domicilio avisando los cambios al ciudadano, un corto periodo de adaptación y (tras él) Policía local que sancionara la circulación contra sentido y los aparcamientos indebidos. Una multa simbólica  de 10 euros) sería suficiente para que todos quedáramos enterados de la seriedad en atender la nueva normativa.

¿Descabellado?... pues no sé, es probable.
Ya he avisado que era solo una idea, no demasiado meditada además, pero algo habría que hacer. Quienes realizaron el estudio de circulación por nuestro casco urbano, tienen sin duda más capacidad y estudios que yo para rectificar el "cerrojazo" que ocasionaron a nuestro pueblo. Pero para encontrar la mejor solución tendrían que vivir en Cabanes y sufrir o disfrutar del resultado. ¿Viven ellos aquí?. ¿Les afecta que los foráneos lleguen fácilmente?. Pues no. Proyectaron, cobraron y marcharon. Por cierto, no por el "carrer del Campet", claro, pues fue colapsado y obstruido por el Polígono 15.

RAFAEL FABREGAT

22 de abril de 2010

0066- ILDUM, A TORTAZOS CON LA HISTORIA.

Está claro que cada cual tiene que luchar con lo que pueda y que en la actualidad está muy de moda agarrarse a la historia para dar protagonismo a zonas y cosas que no la han tenido jamás, buscando con ellas atraer a algún turista despistado que, si se toma unas cervezas o entra a comer a uno de los restaurantes, siempre ayuda a la economía local.
También estoy de acuerdo en que "a caballo regalado no es menester mirarle los dientes", pero creo que Vilanova d'Alcolea se ha pasado bastante al aceptar un regalo de procedencia tan dudosa y pregonarlo en su Web, afirmando una realidad que nadie conoce con exactitud, ni la conocerá jamás..
Naturalmente nadie tiene la exclusividad, tampoco Cabanes, pero desde tiempo inmemorial se dice que ése era el antiguo nombre de nuestro pueblo, o de la villa romana aquí ubicada casi dos mil años atrás. ¿A qué viene, a estas alturas, ese interés de Castelló Cultural por darle a Vilanova la titularidad de Ildum...? 

Yo creo más bien que los vecinos de esta localidad vecina jamás han tenido pretensiones de este tipo y que se tratará sin duda de alguien que, por alguna razón que escapa a mis conocimientos, quiere ganarse la simpatía y agradecimientos de esa población. ¡Igual pretende una calle con su nombre! porque, a pesar del nombrecito de "Castelló Cultural", sus dirigentes saben más de política que de Historia...
No se puede permitir y mucho menos la gente de Cabanes que, sin prueba alguna que lo garantice, venga un "iluminado" a decir que el Hostalot de Vilanova es el histórico Ildum de la antigüedad romana. Naturalmente es posible, como lo es que pueda estar en Cabanes, en Cuevas de Vinromá o en cualquier otro lugar. ¿Quien puede garantizar que sea en Vilanova?. Nadie. Historias de piratas, también llamadas "para no dormir..." Es de todos conocido que las distancias que figuran en los Itinerarios y la señalada por los miliarios no siempre es coincidente, algunas veces con diferencias importantes. Tampoco son siempre coincidentes las distancias del Itinerario de Antonino y las que figuran en los Vasos de Vicarello o en el periplo de Avieno, que parecen indicar una vía litoral paralela. 

Es sabido también que las "mansiones" o villas romanas eran, como mínimo, pequeñas ciudades que solían constituir el final de una etapa mientras que, entre una y otra, habían no menos de cuatro mutationes o paradas, donde descansar o cambiar los caballos. L'Hostalot puede perfectamente ser una de esas paradas. Que sea Ildum es una posibilidad, una más, que se suma a las anteriores. Son muchos los historiadores que, basándose en el periplo de Rufo Festo Avieno y en los muchos hallazgos encontrados en el litoral, señalan dos vías paralelas desde Tortosa a Sagunto (una por la costa y otra por el interior) situando algunos a Ildum en la vía costera. En la Vía de la costa, los datos indicados por Avieno, parecen señalar el comienzo del llamado "Seno Sucronense" en la ciudad de Tyriche (Peníscola) continuando hacia Sagarra (Torre de Cabicorp) después Hystra (despoblado de Alcalá de Xivert) e Hylactes (Ildum según el Padre Diago) en Albalat, junto a Palus Naccararum (Prat de Cabanes) donde parece ser que había una pequeña isla central (seguramente bancales rodeados de anchas acequias) poblada de olivos y dedicada a Minerva

Coinciden con esta afirmación con el Padre Diago otros muchos historiadores, por ser ésta la única laguna que presenta la región. 
Señalaba también una calzada que, desde Albalat, iba hacia el mar posiblemente en busca del antiguo poblado que había junto a la actual Torre de la Sal para continuar hasta Sebelaci (Burriana) y Sanguntum. Según el relato de Avieno, a partir de Hylactes o Ildum empiezan a elevarse los montes de Caprasia (Sierra del Desierto de las Palmas)...
Como se puede ver, hay interpretaciones para todos los gustos por lo que, ante las más que razonables dudas, los más importantes historiadores aconsejan hablar en hipótesis. Ni a la gente de Cabanes, ni a nadie que le interese seriamente la Historia, puede significarle nada especial el miliario encontrado en Vilanova, que ya por si solo indica diferencias respecto a lo que señala el Itinerario que, como hemos dicho, puede además ser doble. Junto al Arco Romano de Cabanes se encontraron dos y nadie dice nada, entre otras cosas porque ni siquiera se conoce su paradero.

Estamos como estábamos, porque ninguno de esos datos aporta garantías suficientes para poder afirmar con rotundidad que l'Hostalot sea la enigmática Ildum.
Vilanova, si lo tiene a bien, podrá estarle agradecida a los dirigentes de Castelló Cultural por el interés demostrado, pero Ildum se queda donde estaba, es decir: en una más de las incógnitas de la historia.
Si quieren más miliarios, aquí tienen donde escoger... ¡Qué acertada la frase de que "todo lo hacen los hombres..." Creíamos muchos que una entidad de nombre tan "cultural" tendría algo más de rigor histórico y no se dejaría llevar por amiguismos. Pero claro, es que la cultura es una cosa y la política es otra... A quien corresponda, no le era suficiente decir que habían encontrado un miliario y los restos de unas construcciones romanas (ya conocidas anteriormente), puesto que la inversión llevada a cabo se justificaba mejor otorgando el nombre de Ildum al trabajo arqueológico realizado. ¡Cosas del dinerito!. Como si de un bautizo se tratara, el padrino prepara los posibles y el que recibe pone el nombre y los caramelos.

Como las autoridades de Cabanes tienen los pies en el suelo, a pesar del majestuoso Arco Romano que hay en nuestro municipio, los restos encontrados años atrás en sus proximidades y la tradición (oral y escrita) que desde tiempo inmemorial dice que "Cabanes era una antigua villa romana llamada Ildum, situada a escasa distancia de la Vía Augusta...etc., etc."  no se les ha ocurrido ni siquiera incluir en la Web Municipal tal eventualidad. ¿Dormidos?... ¡quizás!, pero serios y honrados.
A pesar de la creencia popular que ha transmitido durante cientos de años, generación tras generación, que Cabanes fué construída sobre la antigua Ildum, a nuestras autoridades municipales jamás se les ha ocurrido afirmarlo en la Web municipal, como ha hecho Vilanova. Es de conocimiento general que todo son conjeturas puesto que ni los más serios historiadores se ponen de acuerdo en la interpretación de las distancias del Itinerario de Antonino y muy especialmente de las señaladas en los Vasos Apolinares, muchas veces no coincidentes.

Nada pues se puede afirmar con rotundidad sin tener datos que señalen las distancias con exactitud y, algunas veces ni aún así, puesto que cabe la posibilidad de que ïldum formara parte de la Vía litoral y no de la interior. Aparte lo dicho, las "mansiones" no siempre estaban junto a la misma Vía. Algunas a cierta distancia y muy frecuentemente en cruce de caminos como lo está el Arco Romano de Cabanes respecto al denominado "Camí de la Fusta", que va desde el poblado (hoy sumergido) de la Torre de la Sal y el Prat de Cabanes, que (como se ha dicho anteriormente) pudo ser la Palus Naccararum o Lago de los Acaros y, desde allí, hacia Vistabella y el interior peninsular. A pesar de las afirmaciones interesadas que, desde hace cuatro días mal contados y por una sola voz, señalan a Vilanova como enclave de Ildum, nada nos impide a los cabanenses seguir creyendo que éste siga emplazado en las proximidades de nuestro majestuoso Arco Romano, en el antiguo Albalat, o incluso en el mismo Cabanes. 

Nadie tiene pruebas de lo contrario, tampoco Vilanova, pero claro... ¡suena tan bonito! Y total... ¿que mal hace Vilanova al aceptar el regalo de Castelló Cultural y poner en la Web el texto que ellos le han proporcionado? Pues ninguno tampoco...
El miliario de Vilanova no hace sino indicar el nombre del emperador que ordena la reparación de la vía y la distancia de 283 mil pasos, único dato (no coincidente) en el que se basan para declarar que se trata de Ildum. Aprovecho para recordar que en tiempos de Caracalla (214) la Vía Augusta (2-8 a.C.) habría sufrido ya decenas de reparaciones y varios cambios de miliarios e inscripciones. (?) Ildum podría estar en Les Coves de Vinromá, en Cabanes, en Albalat o... ¡vete tu a saber!.
En cuanto a los restos romanos... ¡lo mismo! También en las inmediaciones del Arco Romano de Cabanes se encontraron en su día fragmentos de lápidas, innumerables restos de cerámica y monedas romanas ¿Y qué prueba eso?. ¡Nada!. Lo siento pero me temo que, de momento, no hay pruebas suficientes para asegurar que los restos de l'Hostalot sean la antigua Ildum por lo que la afirmación tan categórica realizada por Castelló Cultural, (está fuera de toda duda) creo que es gratuita. No obstante, ¡Salve al promotor de la idea!. Al promotor, sí. Al responsable de tal afirmación... y a quienes actúan como altavoz. He tenido que cumplir más de setenta años para oírlo por primera vez, ¡pero no solo yo! Tampoco la gente de Vilanova había oído hablar jamás de tal eventualidad... Si es así como se escribe la historia... ¡mejor leer novelas del Oeste!.

Porque, claro... ¡Tu, lo pones! y si nadie dice nada, con el tiempo... ¡a lo mejor cuela!.
Jamás hubiera pensado que una entidad, con el nombre que ostenta, tuviera la pretensión de destruir una creencia popular centenaria adjudicando (sin prueba alguna) por simple simpatía al pueblo de Vilanova, la ubicación de Ildum en esa localidad. Si esa es la cultura que representa la entidad y sus dirigentes, vamos listos. Sin embargo no me sorprende tanto que Castelló Cultural haya asignado a Vilanova la titularidad de la villa romana de Ildum, con la única base científica de haber encontrado un miliario y unos restos romanos, siendo como somos en Cabanes del "tant se me'n fot". Nuestro exalcalde Artemio Siurana decía, con toda la razón del mundo, que "Cabanes ho te tot" pero que nuestro pueblo tenga la suerte de tener dentro de su término municipal todo lo que para muchos sería deseable, no es motivo para abandonar a su suerte las riquezas heredadas de nuestros ancestros.

Aunque no sea en este caso más que una antiquísima transmisión oral, apoyada por decenas de Historiadores y respaldada por el Arco Romano y unos restos adyacentes, que Castelló Cultural pretende ignorar. La riqueza se mantiene si sabes cuidarla, si no es así desaparece puesto que más de cuatro están siempre pendientes de ver qué pueden pillar. El primer día que la susodicha entidad "cultural" afirmó que Ildum era l'Hostalot de Vilanova alguien, con buena pluma y autoridad suficiente, ya debería haberles parado los pies a esos "visionarios" porque si Cabanes, a pesar de todo lo antedicho, no puede demostrar que fuera la antigua Ildum, dudo que pueda hacerlo Vilanova. De saberlo los cabanenses hubiéramos salido a la calle o hubiéramos montado un circo...
Ubicar a Ildum en el lugar que pretenden es una falacia que Cabanes jamás se atreviría a discutir. Pero eso no da ni quita razón. Ocurre simplemente que se carece de pruebas para refutar y claro, cuando las cosas están así, algunos piensan que "a río revuelto..." Ahora que en Vilanova cuentan con el aeropuerto de Castellón esperamos tengan distracción suficiente para aparcar pretensiones históricas que posiblemente no podrán probar jamás. 

¡Que lástima que no puedan contar con un arco romano de las características del que tiene Cabanes para poder agregarlo también a la zona de l'Hostalot y así dar más fuerza si cabe a toda la serie de generalidades que en la Web se describen!. 
De todas formas, con el peso político de los amigos con que cuentan y el poco interés que pone el pueblo de Cabanes en defender sus intereses históricos, aún pueden optar al desmontaje y traslado. Si nadie dice nada en contra...!
Pero ¡ojo!, que la gente pasa de todo, hasta que deja de pasar... Esos, que arriman el ascua a su sardina sin consideración alguna para el pueblo de Cabanes que, desde tiempo inmemorial, tiene adjudicada la posibilidad de ser el antiguo Ildum romano, podrían quemarse. Se necesita coraje, no solo para adjudicar la titularidad de algo que no está probado, sino para afirmarlo en una Web municipal representativa por tanto de las gentes de un pueblo siempre estimado por su vecino Cabanes y con el que jamás ha habido la más mínima controversia.
Cuando realmente haya pruebas irrefutables, Cabanes será la primera en reconocerlo. Hasta entonces... esperemos que alguien con un poco de cordura rectifique y no dé por ciertas cosas que nadie puede probar. ¿Dijo alguna vez el tal Antonio Vilanovus Tomeis que "lo que no se sabe con exactitud, no se debe afirmar?..." Pues si no lo dijo, debería de haberlo hecho!

RAFAEL FABREGAT