Gobernando en minoría y con el fin de poder aprobar los presupuestos del año siguiente, el PSOE de Pedro Sánchez consigue los votos de vascos y catalanes ofreciéndoles a los primeros la reducción de condenas de los presos de ETA y hasta incluso el acercamiento de los condenados de larga duración a las prisiones vascas. Eso sin contar con la reducción de efectivos de la Guardia Civil y la eliminación de la Policía de Tráfico en territorio vasco-navarro. La independencia es mandar y eso ya lo tienen, gracias a la benevolencia de Sánchez, porque los votos de vascos y catalanes le son necesarios al presidente para seguir en la poltrona.
Por si a alguien le puede parecer poco este abuso de poder y desvergüenza en este momento, frente a los casi mil muertos de la sanguinaria etapa de ETA, y no teniendo suficiente con estos votos para poder gobernar a sus anchas, está cambiando a miembros del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional así como las leyes por las que éstos se rigen, para anular las condenas de aquellos que declararon en su día la independencia de Cataluña. ¡Una vez puestos, que valga la pena!. De tal calibre es la desvergüenza de este sujeto que, gran cantidad de miembros de la élite socialista, e incluso alguno de sus antiguos presidentes de partido y de gobierno, han declarado públicamente su disconformidad con las prácticas dictatoriales que se están llevando a cabo. Todo eso para favorecer a quienes buscan separarse de España, y al solo objeto de conseguir los votos que le faltan para poder mantenerse en el poder.
Y es que, claro, el próximo 2023 se llevan a cabo Elecciones Municipales y Autonómicas a mediados de año y Generales a final del mismo ¡y hay que ganar como sea!. Como todos sabemos y al igual que hiciera Donald Trump en EEUU, este sujeto (Pedro Sánchez) no es de los que se marcha así como así. Ni siquiera con sosa cáustica. Y si no, que se lo pregunten a los propios miembros del Partido, del que marchó y al que se volvió a presentar. Los que ya estamos al final del camino, pensábamos que ya lo habíamos visto todo pero ¡que va!. Esto no es más que el principio de lo que los españoles tendrán que ver a corto y medio plazo. Paciencia, paciencia, que todo llegará...
En cuanto a las Elecciones 2023, siempre digo que no volveré a votar pero, ¡es que no hay más remedio!. Algo se tendrá que hacer para mantener a raya a tanto desalmado. Claro que en España, no se sabe si las únicas alternativas posibles serían mejor, porque uno no es de unos ni de otros, sino de la justicia y del bien común...
RAFAEL FABREGAT
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