País ubicado al noroeste del continente africano, aunque también se interna en Asia por la Península del Sinaí. Limita al norte con el mar Mediterráneo, al sur con Sudán y el mar Rojo, al este con la Franja de Gaza (Palestina) e Israel y al oeste con Libia. Son 1.001.450 Km2. de superficie y una población de 102 millones de habitantes. Pilares importantes de este país son:
1º.- Que fue cuna de la antigua civilización de las pirámides,
2º.- Que lo cruza de norte a sur el río Nilo y
3º.- Que la casi totalidad de su superficie está dentro del desierto del Sahara.
El Nilo forma un estrecho valle y un grandioso delta que alimenta con creces a toda su población, siendo allí donde se ubican la mayor parte de sus habitantes no contando, claro está, que la mitad de ellos viven en las áreas urbanas y muy especialmente en El Cairo y Alejandría.
Su aislamiento (rodeado por tierras desérticas) y la riqueza del fértil limo que las inundaciones del Nilo le aportaban anualmente, hicieron en esta antigua civilización una de las más importantes de su tiempo. Inicialmente conglomerado de marismas y enfermedades el territorio se repartió entre pequeños reinos que poco a poco convirtieron aquellos infectados humedales en zonas que producían hasta tres cosechas al año. Con los años, hacia el 4.000 a.C. se agruparon en dos grandes naciones que dieron en llamarse el Alto y Bajo Egipto que se unificaron nueve siglos después. Con las despensas repletas de alimentos, a partir de esa fecha (3.100 a.C.) el Imperio Antiguo se caracterizó por el florecimiento de las artes y la construcción de grandes pirámides como monumento funerario.
Tras su paso por los periodos Medio y Nuevo llegaron a la época dorada del primer milenio a.C., siendo derrocados el año 341 a.C. por los persas, sustituidos posteriormente por griegos y romanos del año 30 a.C. derrotados el romano Marco Antonio y su aliada Cleopatra, último faraón de Egipto, en la Batalla de Actium y que trajo varios siglos de paz relativa como miembros del Imperio Bizantino. En el año 640 una nueva invasión, esta vez árabe, introdujo el islam y su independencia del emirato Abasí. Sin embargo la paz era en esa época volátil y llegaron posteriormente Fatimíes, Saladino, Mongoles y Mamelucos. Dominaron nuevamente los Otomanos hasta la llegada, en 1798 de Napoleón Bonaparte. Tampoco los franceses mantuvieron mucho tiempo el poder. La apertura del Canal de Suez (193,3 Km.) mermó la economía egipcia y los Británicos tomaron el control para resarcirse del capital aportado a su financiación.
Finalizado el Tratado anglo-egipcio en 1936 el coronel Nasser declaró la titularidad pública del Canal de Suez, aunque con una breve guerra contra Francia, Inglaterra e Israel, cuya victoria a favor de Egipto colocó a Nasser a la cabeza de los líderes de Oriente Medio contra la injerencia extranjera. Otra guerra más contra Israel dio a Egipto la titularidad del Sinaí.
Aunque la economía mejoró sustancialmente, la mitad de la población siguió por debajo del umbral de la pobreza. Varios presidentes fueron asesinados en las últimas décadas sin que la paz absoluta haya retornado a estas tierras. Múltiples acciones contra el turismo, pilar básico de la economía del país, hizo que éste dejara por un tiempo de viajar a este destino. Actualmente la Pandemia del Covid-19 impide nuevamente que pueda viajarse a la zona, haciendo que la economía egipcia siga en una de sus horas más bajas.
Tras la construcción de la Presa Alta de Asuán, el caudal es estable y ya no se producen las milenarias inundaciones que fertilizaban la cuenca del Nilo aunque esta riqueza natural se estima en un grosor no inferior a los 12 metros de profundidad. El clima es extremadamente cálido, lo que hace que el periodo vegetativo no se interrumpa. Las plantas crecen durante todo el año, lo que permite cosechas ininterrumpidas que le llevan a ser considerado el oasis más grande del mundo. El algodón es el principal cultivo de exportación aunque ya empieza a precisar abonado químico. Egipto también dispone de pozos petrolíferos y de gas pero la industria principal de las últimas décadas ha sido siempre el turismo. Esperamos que los problemas políticos y sanitarios acaben y que pronto se pueda viajar nuevamente a este destino histórico sin parangón. Amén.
RAFAEL FABREGAT
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