San Juan de Busa está situada en el pequeño pueblo de Biescas (Huesca) España, de poco más de 1000 habitantes. La iglesia pertenece a la comarca del Serrablo, aunque la localidad está dentro de la del Alto Gállego. De hecho la población está a orillas de este interesante río, afluente del Ebro. Es la puerta de acceso al Valle del Tena y nudo de comunicaciones entre la Jacetania y el Sobrarbe, a cuatro pasos de la cordillera Pirenaica. Biescas aparece documentada por vez primera en el cartulario de San Juan de la Peña, a principios del siglo XI. La iglesia de San Juan de Busa se cree parroquia de un poblado medieval ya desaparecido. Fue mandada construir por Ramón Guillen en 1060 y, como todas las iglesias del Serrablo, es de estilo mozárabe o románico lombardo.
La iglesia no ha sufrido modificación alguna, desde su construcción, quedando sin campanario y con su ábside sin rematar. Su puerta principal de medio punto, formada por dos arquivoltas en degradación, está situada en el muro que mira hacia el sur. Un alfiz enmarca dicha portada. Ante tal simplicidad, el lector habrá pensado lo extraño de traer esta iglesia al blog. La explicación está en un simple detalle, ubicado justamente en esta portada. Dicho detalle, que la hace especial, es que la arquivolta exterior de la portada tiene sus dovelas decoradas con una inscripción en caracteres cúficos que dice: 'la ilaha illa Allah', lo que, en árabe, significa: "No hay más Dios que Alá", lo cual apoya la tesis de que este templo es de origen mozárabe, más aún al ser la interior de herradura.
Aunque hay otros muchos otros templos de este estilo en la comarca, este es el único que tiene esta inscripción claramente musulmana. En la parte superior de la pared principal se abren tres ventanales rudimentarios. En el hastial occidental una preciosa ventana de tres vanos con arcos de herradura nos habla del claro dominio musulmán en la comarca del Gállego, en aquellos primeros años del segundo milenio. Señalar, como curiosidad, que esta ventana está allí situada providencialmente, pues ya había sido desmontada de la pared y preparada para ser vendida por algún desaprensivo. El interior del edificio, con vertiente a dos aguas, no puede ser más simple aunque destacan las dobles columnas que, en su parte baja, se convierten en una sola.
El ábside consta de una moldura tórica y dos hileras de sillares. Más arriba parten seis lesenas que sirven de punto de apoyo a cinco arcos ciegos de medio punto. Sobre ellos otra moldura como la de abajo y sobre ésta un friso de baquetones que recorre todo el semicírculo del ábside. El muro continúa después hasta formar una uve invertida para dar cabida al tejado de dos vertientes. Esta curiosa elevación del tejado, se cree debida a un cambio de planes durante su construcción. Sin duda la idea inicial era la de construir un techo abovedado pero, una probable falta de fondos, hizo cambiar el rumbo constructivo. La Iglesia de San Juan de Busa es sin duda simple, casi fea, pero una serie de detalles curiosos convierten lo simple en llamativo.
RAFAEL FABREGAT
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