Está llegando el buen tiempo y un grupo de familias se está frotando las manos de cara al próximo verano. El motivo es que han heredado de unos tíos enclenques y tarambanas ese cuco apartamento que esperan con ansia ocupar los fines de semana de Junio, Julio y Septiembre, además de todo el mes de Agosto.
Solo hay un problema, todos quieren lo mismo y no hay acuerdo posible. Solo aquellos que hayan recibido una herencia parecida podrán entender el calvario que supone eso. ¿Vender y repartir?. No se puede. Algunos jamás pudieron soñar en ser propietarios de algo así y una vez que les cae la lotería no quieren dejar pasar la oportunidad de disfrutarlo. ¿Comprar?. Más difícil todavía, porque quien más y quien menos no tiene ni para pagar la luz. Es como familia numerosa en una misma cama. Este problema lo conocemos muy bien en España, a partir de las Elecciones Generales del 20D'2015... El 'apartamento' en cuestión es España y los herederos de ese 'pastel' que todos quieren comerse con avidez son los partidos políticos.
El problema está en el confuso 'testamento' llamado Constitución Española que los tíos tarambanas redactaron en 1978. Un 'testamento' que no establece normas de cómo actuar en repartos conflictivos como el presente. Al fabricar la 'veleta del campanario' nadie pensó que además del Norte, Sur, Este y Oeste, había vientos intermedios que en determinado momento podían tomar fuerza inusitada. Y eso que 'los padres' de la Constitución eran muchos y muy variopintos... En fin, ¿qué les voy a contar que ustedes no sepan?. Por aquellas cosas del destino y más que nada por la mala cabeza de los partidos viejos y chochos, el 20D'2015 se presentaron a heredar el 'apartamento' dos partidos nuevos.
Los españoles, que no somos tontos aunque a veces lo parezcamos, sabíamos que no habría arreglo posible. ¡Todos quieren lo mismo!. El caso es que hacer un nuevo reparto, única opción de momento, puede dar parecidos resultados y no llegarse tampoco a ningún entendimiento, siendo el hazmerreír de Europa y del mundo. ¿España es diferente?. Pues sí, es diferente. En España tener más votos que nadie no es tener la mayoría, porque la suma de las minorías es mayor que la mayoría. La democracia representativa confunde y el mayor accionista del 'apartamento' puede verse desalojado del mismo. Está claro que el 'testamento' no fue bien redactado, pues no parece esa una justicia muy justa, aunque a las minorías se lo parezca.
Si queremos que el país salga adelante, son muchos los puntos que precisan corrección. España no está en un buen momento. Algunos han olvidado el pasado y cuando esto sucede hay un gran riesgo de que los malos tiempos se vuelvan a repetir. Antes de colapsar la paz y el bienestar de los españoles, los políticos deberían ser capaces de sentarse en una misma mesa y redactar una nueva Constitución que sea justa para todos y acorde con los nuevos tiempos. En 1978 se dio un gran paso al integrar a todos los partidos, buscando el bienestar común, pero quedaron cabos sueltos. Está claro que deberían reunirse de nuevo para atarlos debidamente.
RAFAEL FABREGAT
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