26 de enero de 2016

1995- DJEHUTY, EL GUARDIÁN DEL TESORO.

Hatshepsut fue el primer faraón femenino de la Historia de Egipto y quinto de la XVIII Dinastía. Su nombre significa primera de las nobles damas. Hija del faraón Tutmosis I y esposa de su hermanastro Tutmosis II, procreado con una de sus concubinas. 
Sin hijos varones vivos, Tutmosis I nombró a Hatshepsut su heredera pero los deseos del faraón fueron incumplidos. Una conjura palaciega sentó en el trono a su medio hermano Tutmosis II y Hatshepsut hubo de conformarse en ser la Gran Esposa Real de su hermanastro, mientras su débil esposo se ceñía la doble corona, que le pertenecía por ser "Esposa de Amón" y descendiente de la sangre de la reina Nefertari. A la pronta muerte del faraón, sin descendencia masculina con Hatshepsut, los enemigos de ésta consiguieron una vez más nombrar nuevo emperador a un hijo de Tutmosis II con una de sus concubinas, pero el niño era muy pequeño para gobernar y la reina no permitió que se repitiera la historia. 

Hatshepsut asumió la regencia y cuando se vio fuerte, con el beneplácito de los sacerdotes, se autoplocamó faraón de Egipto en presencia del pequeño Tutmosis III que, inexperto, admitió la autoridad de su tía y madrastra. El año noveno del reinado de Hatshepsut y en calidad de Supervisor del Tesoro, Djehuty contabilizó los productos exóticos traídos por los expedicionarios de las tierras del Punt: colmillos de elefante, incienso, pieles de pantera, mirra, oro, rabos de jirafa... También supervisaba los trabajos de los artesanos que forjaban con oro la barca sagrada de Amón o cubrían con electro los obeliscos de Karnak. 

De todo eso se habla en los jeroglíficos de la tumba de Djehuty, una tumba incluso superior a la de su reina que quiso ser enterrada en la de su padre Tutmosis I. 
Como supervisor del Tesoro, Djehuty pudo desviar los recursos necesarios para construirse una morada eterna muy superior a la que por su cargo le correspondía y así lo atestiguan los ricos relieves de su tumba. Solo las imágenes de su reina fueron borrados posteriormente por Tutmosis III a la muerte de su madrastra. 
Los veintidós años en que fue relegado por Hatshepsut a un segundo plano era motivo más que suficiente para borrar su nombre e imagen de todo lugar.

La tumba de Djehuty es considerada la "Capilla Sixtina" de un hombre especialmente poderoso es su tiempo y que no para de dar sorpresas. Ya descubierta por Champollión en 1844, fue visitada décadas después por Lepsius que copia los cartuchos de Tutmosis III y Hatshepsut, ya borrado el nombre de esta última. 
Fueron muchos más los egiptólogos que visitaron la tumba de Djehuty en el XIX y principios del XX, hasta nuestros días y siempre encontrando nuevos detalles que añadir a las maravillas ya conocidas. 
El año 2001 el Consejo de Antigüedades Egipcias concedió un nuevo permiso de excavación. Lugar de enterramiento de los faraones de las dinastías XVII y XVIII los hallazgos de todo tipo no tardaron en aparecer. Estatuillas, telas de lino, fragmentos de ataúdes, conos funerarios... Durante el siglo XIX la tumba había sido saqueada por egiptólogos y aventureros. Todos ellos contribuyeron a que esos restos estén desperdigados al exterior de la tumba sin orden cronológico. 

Estamos en presencia de restos del 1450 a.C. Aproximadamente 3.500 años de antigüedad. Los hallazgos de todo tipo, incluidos sarcófagos con sus momias han sido muchos y de gran interés, pero nada se sabe del que pueda albergar a su titular Djehuty, el Guardián del Tesoro de Hatshepsut. ¿Estará todavía allí dentro, o habrá desaparecido en los ultrajes de su tumba a lo largo del tiempo?. Si el saqueo fue llevado a cabo por ladrones antiguos siempre habrá esperanza, dado que aquellos solo estaban interesados en el oro y las joyas. Habrán de excavarse pozos y túneles que todavía quedan por explorar...

RAFAEL FABREGAT

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