Para Norteamérica fue un largo periodo que sobrepasó los 25 años de revoluciones y conflictos, pero del que nacería el país más importante del planeta. Los conflictos empezaron en 1763, fecha en la que Francia pierde sus colonias en Norteamérica y cuando España cede Florida a cambio de los territorios al oeste del Misisipi. Las colonias británicas quedaban liberadas de las injerencias opositoras de Europa, pero los ambiciosos colonos que habían demostrado su liderazgo en la guerra no podían continuar su ascenso político, frente a los llegados de las ciudades que acaparaban todos los cargos. La creación de grupos opositores no se hizo esperar y el gobierno británico respondió con severas medidas de recorte de competencias autónomas.
En la primera década de gobierno británico fueron muchos los grupos que crearon instituciones alternativas de poder en la mayor parte de las trece colonias británicas y en poco más de dos años congresos provinciales fueron sustituyendo al gobierno inglés, al que se unió en 1774 un boicot a todos los productos británicos. Para reprimir a los continentales, en 1775 los británicos mandaron un numeroso contingente de tropas de combate que imposibilitaron el reconducir el conflicto al terreno de la negociación. Alguna de las colonias buscaron incluso el apoyo de los esclavos, prometiendo libertad a los que se unieran a las tropas independentistas. El 4 de Julio de 1776 los representantes de las trece colonias, proclamaban la independencia.
Para reforzar esa independencia, se buscó una alianza con los reinos de Francia y España que equilibraba las fuerzas terrestres y navales. Los ejércitos británicos fueron vencidos en diferentes batallas y con el Tratado de París de 1783 se puso punto y final al conflicto. Habían nacido los Estados Unidos de América y con ellos el primer sistema político liberal y democrático. Nuevas y revolucionarias ideas que proclamaban la libertad y la igualdad entre sus gentes. Establecer un acuerdo entre las trece colonias y crear una Constitución que amparase la voluntad general, no fue fácil. Finalmente se creó un gobierno federal, con un presidente y dos cámaras legislativas, del que nacería el primer país democrático de la Historia.
RAFAEL FABREGAT
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