Es que los chinos, son raros...
Yo entiendo que cada país tiene sus peculiaridades y rarezas, pero China es que se pasa tres pueblos del resto de la humanidad. Que si los palillos, que si el té ceremonial, que si la comida de bichos repelentes, los dragones mitológicos y un larguísimo etcétera. Así, en plan de cachondeo, se comenta frecuentemente que en los restaurantes chinos deben comerse a los muertos puesto que los difuntos raramente se repatrian y sin embargo nadie ha visto jamás el entierro de un chino en nuestras tierras. Bueno, bueno, bueno... ¡No será para tanto!. Lo que sucede es que, para ciertas cosas, están anclados en el tiempo pero en otras nos van por delante.
Al igual que empieza a ser ahora frecuente en España, en China se entierra ya muy poco a los difuntos. Hasta la llegada del régimen comunista, los entierros era la forma tradicional de deshacerse de los cuerpos de los difuntos pero, en la actualidad, la falta de espacio y los grandes costes del entierro tradicional, impusieron por ley la cremación de los cadáveres. También apoyó la medida el hecho de que los budistas utilizasen el método de la cremación ya desde antiguo. De todas formas, aunque esporádico, en el medio rural lo tradicional sigue siendo el entierro. Tanto es así que, quienes pueden permitírselo, antes de morir llevan a sus ancianos a su pueblo natal para evitar la cremación y poder ofrecerles el tradicional ritual de la muerte.
En China la mayor satisfacción para los hijos del difunto, es que acuda al entierro la mayor cantidad posible de gente. En los últimos tiempos una práctica habitual en los funerales de las zonas rurales ha sido la contratación de espectáculos de striptease. Todo era válido a fin de conseguir captar un buen número de asistentes a las exequias. Sin embargo el Ministerio de Cultura, viendo las fotografías y vídeos publicados en diferentes medios, ha prohibido la celebración de tan excéntricos funerales, amenazando con severos castigos para los organizadores que, de momento, no suelen aplicarse. Una vez más se demuestra que en China todo es válido si con ello se consiguen los fines perseguidos. Especialmente si esto ayuda a que corra el dinero.
La institución asegura que, además de lo incivilizado de esta práctica en unos funerales, la exhibición de cuerpos desnudos está prohibida en el país. A pesar de ello esta práctica sigue existiendo de forma velada puesto que, aunque el espectáculo atraiga a gente ajena a la familia, a mayor público más honrados quedan sus antepasados. A tal fin y para preservar de posibles sanciones a los familiares contratantes, los artistas montan una carpa en las inmediaciones en cuyo interior las chicas cantan y bailan, en ropa interior y hasta incluso se desnudan al son de la "suona" (trompeta específica que suele tocarse en los funerales) lo cual atrae a multitud de curiosos.
En el interior de la carpa suele haber una gran foto del difunto pero, en algunos casos, es el propio ataúd del finado el que preside el espectáculo. Con una falta de respeto sin límites, entre artistas y público se intercambian palabras y gestos obscenos, e incluso bailes en el regazo y tocamientos al más puro estilo de los strip-clubs occidentales. Dada su creciente popularidad y al precio de unos 300 euros, es frecuente que estas compañías celebren varios eventos semanales, por lo que incluso se ruega avisarles con tiempo. En Taiwán los velatorios son más atrevidos, si cabe, hasta el punto de que el striptease acompaña al finado hasta el cementerio e incluso bailan junto a la misma tumba. ¡Qué cosas!.
RAFAEL FABREGAT
Muy inreresante tu Historia,entre risueña y asombrosa.
ResponderEliminarDe parte de los chinos podras encontrarte muchas sorpresas
A mi me encantan ,muchas gracias por tu mensaje,me sorprendió gratamente
Gracias por tu saludo. el cual retribuyo.
seguiremos leyendo
Gracias Rosita. Siempre a tu disposición. Recibe un cordial saludo.
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