Con el fin de que no disputaran la herencia a los hijos primogénitos y que el patrimonio familiar quedara indiviso, los monasterios eran destino adecuado para los "segundones" de la nobleza, donde accedían con algún cargo eminente e incluso directamente como abades. Es por ello que clero y nobleza estuvieron unidos durante toda la Edad Media e incluso la Moderna, hasta principios del siglo XX, prolongándose esta excelente relación entre la política y el clero hasta la llegada de la Democracia. A partir de entonces, el acceso a la política de diferentes partidos izquierdistas propició que estas ramas se separasen (o eso creemos) aún en el caso de que las fuerzas gobernantes fueran conservadoras.
San Juan Bautista, LA LAGUNA (Tenerife) |
Santa Catalina de Siena, TEROR (Gran Canaria) |
Tal es el caso del Monasterio de San Juan Bautista o de las Clarisas, situado en La Laguna (Tenerife), Convento de Santa Catalina de Siena, en Teror (Gran Canaria), Monasterio de Santa Ana, en Tafira Alta (Las Palmas) y un largo etcétera.
Como se ha dicho antes, la práctica totalidad de los conventos o monasterios canarios son de carácter femenino y aunque alguno de ellos sigue con los antiguos negocios de dulces o bordados, la mayoría de ellos se han metido de lleno en la industria turística de la hostelería y la restauración, anunciándose incluso en empresas de reservas hoteleras por Internet.
Hay que modernizarse. El refrán lo dice bien claro: "Renovarse o morir".
RAFAEL FABREGAT
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