La actualidad manda. Nos guste o no, hoy toca hablar del simulacro de consulta catalana: el tan controvertido 9N. No siendo un acto legal poco puede decirse al respecto, pero el trasfondo de todo esto no es el resultado que haya podido producirse, sino el hecho en sí de la celebración y muy especialmente el número de votos recogidos. El gobierno de la Generalitat de Cataluña (CDC) y ERC, pueden estar contentos porque, aunque sin ninguna legalidad democrática, han llevado a cabo la pretendida consulta independentista. El problema es que los resultados no han sido tan satisfactorios como ellos pensaban, ya que solo el 31% han votado a favor de esa hipotética independencia de España.
Suficiente para ganarse el odio de unos y las burlas de otros, pero insuficiente para ganar la pretendida libertad. Y todo esto con la excusa y bien que es verdad, de que los gobernantes españoles usan y abusan del dinero de todos. ¿Acaso no hay corruptos y ladrones dentro del gobierno catalán, pasado y actual?. Necia libertad la de escapar de las llamas para caer en las brasas, pero es lo que algunos quieren y de eso no vamos a opinar. La democracia y la libertad ante todo. Sin embargo, como ya es del dominio general y siempre hablando en números aproximados, de un total de 6 millones de posibles votantes acudieron 2,22 millones y votaron en positivo el 84%, o sea, 1,86 millones.
Bajo la premisa de que todos los que quieren la independencia acudieron a votar, tenemos dudas sobre el éxito de la consulta de CDC y ERC. Las cifras aprox. son estas:
Podían votar: 6.000.000 de catalanes.
Votaron: 2.220.000. (37%)
Votaron NO a todas o alguna de las opciones: 360.000. (6%)
Votaron a favor: 1.860.000. (31%)
No acudieron a votar y por tanto no apoyaron la consulta: 3.780.000 personas. (63%)
Como sucede en todas las consultas, cada cual hará los números según le convenga y unos y otros se considerarán ganadores. Sin embargo no hay más que una realidad y ésta es que más de dos terceras partes de los catalanes consideran que lo que se hizo ayer solo es una farsa que no sirve para nada. El 69% no cudieron a votar o dijeron NO. Con lo mal que está la economía, el gobierno catalán hizo ayer lo que a los catalanes menos les gusta, que es tirar el dinero por la ventana. Como si sobrara. Porque lo que sabemos hoy, ya lo sabíamos ayer. No llega a un tercio de los catalanes (31%) -de los cuales solo una quinta parte tiene a sus abuelos nacidos en Cataluña- quieren la independencia de Cataluña del territorio español.
La consulta del 9N realizada no ha hecho otra cosa más que reafirmar lo que ya se sabía: que un tercio del electorado no está contento con lo que tiene en este momento y quisiera probar cosas nuevas. Sin tener la más mínima idea de si ese hipotético cambio serviría para dar solución a todos sus problemas o les hundiría en un mayor precipicio, pero es su decisión y quieren aventurarse. Sin embargo todos sabemos que la palabra Democracia significa aplicar la voluntad de las mayorías y esa mayoría solo se tiene cuando el SI es de un porcentaje superior al 50% de los votos posibles y en esta ocasión el porcentaje obtenido es tan solo del 31%. No llegó a un tercio.
Queda pues un largo trecho por recorrer, ya que más de dos terceras partes de los catalanes (el 69%) no dieron respuesta afirmativa al proyecto de Mas y Junqueras. No apoyaron la independencia y siguen por tanto dentro de España. Los perdedores, si quieren cambiar de capitán, habrán de esperar al siguiente barco. Aunque con muchos problemas de navegación, el barco de la Democracia legalmente constituida sigue adelante. Con el apoyo de todos los españoles y el del 69% de los catalanes, lo cual nos llena a todos de satisfacción. España entera celebra con gran alegría el apoyo catalán a la unidad de España. No podía ser de otra manera pues nuestro amor a Cataluña es recíproco.
RAFAEL FABREGAT
NOTA.- Estas cifras variarán seguramente, puesto que la consulta sigue abierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario