La razón en muy simple. Bajo esos 40 Km. de espesor de la capa de hielo permanente que cubre la superficie del satélite, un grandioso océano de agua líquida permanece en el hemisferio sur, protegido del frío exterior. ¿Qué impide pensar que esa agua no contenga algún tipo de vida?. Europa, uno de los satélites del planeta Júpiter, era el lugar del Sistema Solar que se consideraba con más posibilidades de albergar vida. El motivo es que se detectó que bajo una capa de hielo de 100 Km. de grosor había agua en estado líquido. Pues bien, esa misma peculiaridad ha sido detectada en Encélado.
Con toda probabilidad ocurrirá lo mismo en otros lugares del Universo puesto que la presencia de este fenómeno es más común de lo que imaginábamos. Como aquí en la Tierra, el fondo de dicho océano está compuesto de rocas y aunque en baja proporción Encélado parece tener todavía una cierta actividad volcánica confirmada por la contínua expulsión de vapor que se aprecia en su polo sur. Esa actividad es con toda probabilidad la que genera el calor suficiente para mantener su agua interior en estado líquido. Encélado orbita en la parte más densa del anillo E, a 180.000 de las nubes de Saturno y completa su órbita en un tiempo de 32,9 horas. La temperatura media de su superficie es de -197ºC, aunque en el sur es 15/20º más elevada.
Al igual que sucede con nuestra Luna y otros satélites mayores de Saturno, rota de forma sincrónica y por tanto siempre es la misma cara la que apunta hacia el planeta Saturno. El anillo E, en el que se ubica Encélado, es el más exterior de Saturno y con 1 millón de Km. el más ancho de ellos. Sobrevolado con nuestra sonda espacial Cassini, se llegó a la conclusión que el propio Encélado es el que proporciona los materiales que forman el anillo E, una especie de hielo y polvo de tamaño microscópico pero más abundante en ese punto donde el anillo es mucho más estrecho.
Encélado se suma pues a la media docena (comprobada) de lugares del sistema solar con actividad volcánica actual y lugares con más posibilidades de albergar vida extraterrestre.
Estas partículas provienen en buena parte de unas columnas criovolcánicas situadas en el polo sur de Encélado. A las partículas lanzadas en su actividad geológica se unen grandes géiseres cuyo vapor de agua inmediatamente congelado se une en la formación del anillo.
Géiseres del satélite Encélado. |
Falta mucho por saber y... ¡vivimos tan poco tiempo!.
RAFAEL FABREGAT
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