Desde los primeros años de nuestra era, la región rusa ya estaba poblada por tribus proto-indoeuropeas y escitas.
Entre los siglos III y VI las estepas rusas fueron invadidas en numerosas ocasiones por oleadas de nómadas entre los que se contaban hunos y ávaros, sin una meta definida y que posteriormente muchos de ellos seguirían hacia Europa. Hacia los siglos VI y VII algunas de estas tribus nómadas quedaron ancladas definitivamente en las regiones de la cuenca del Volga y del Moscova. Turcos y Kazajos dominaron hacia el siglo VIII las estepas bajas del Volga, entre los mares Caspio y Negro. Los Jázaros fueron finalmente quienes sirvieron de conexión entre estas culturas y la musulmana puesto que comercialmente llegaron a conectar a las gentes del mar Báltico con las de Bagdad. En esta etapa de alianzas con el Imperio Bizantino (988) varios pueblos eslavos y varegos se unieron formando el Rus de Kiev, o la Rusia Medieval, el principado más grande de Europa y el más próspero.
La Rus de Kiev sería pues el primer Estado ruso que, ante la influencia bizantina, adoptaría el cristianismo a finales del siglo X. Esto dio lugar a la fusión de estas culturas y a su fortaleza durante los siguientes siete siglos. Sin embargo en el siglo XII la apertura de nuevas rutas de comercio con Oriente y la llegada de las Cruzadas debilitaron la economía del Rus y el principado se fragmentó. El afán de poder de los diferentes herederos dividió el reino y los mongoles aprovecharon para dominarles. Buena parte de las regiones de Eurasia fueron asoladas por mongoles y tártaros durante tres siglos. La mitad de aquellos primeros rusos murieron y la otra mitad se integró con los invasores dividiéndose en Bielorusos al norte y ucranianos al oeste. En 1.380 finalmente se consigue derrotar a los mongolo-tártaros y se lleva a cabo la reconquista de los territorios perdidos pero ésta no se llevaría a cabo en su totalidad hasta la llegada de Iván el Terrible (1530-1584) que conseguiría poner fin absoluto al control de los invasores.
Autoproclamado Gran Duque de Todas las Rusias, en 1.547 fue coronado oficialmente como Iván IV (el Terrible) primer Zar de Rusia. Tras su muerte, fracasos militares, epidemias y malas cosechas debilitaron el reino y los tártaros de Crimea incendiaron Moscú. Entre 1601-1603 se desata una guerra civil que obliga a la intervención extranjera. El control de la nueva nación viene en 1.613 de la mano del nuevo zar Miguel I de Rusia y primero de la Dinastía Romanov al que seguiría Alexis I a los 16 años de edad, por fallecimiento de su padre. Alexis tuvo 13 hijos con su primera mujer (Miloslavskaya) y 3 con la segunda (Nataliya Kyrillovna). Sin embargo solo quedaron tres posibles herederos. Teodoro III e Iván V, de su primera mujer y Pedro I de la segunda. Los demás murieron o eran mujeres. A la muerte de Miguel I siguió Teodoro III (1676) de 15 años, pero una misteriosa enfermedad le dejó inválido y aunque contrajo matrimonio murió sin descendencia. Subió al trono su hermano Iván V, el más joven de los hijos de Alexis I pero, al ser física y mentalmente disminuido, la Duma de Boyardos decidió que reinara conjuntamente su hermano Pedro I que en aquel momento contaba 10 años de edad. Ambos fueron coronados el mismo día 25 de Julio de 1.682 en la catedral de la Dormición, en el Kremlin.
Aunque Iván V ostentaba la categoría de Zar Mayor fue Pedro I, hijo de la segunda esposa del zar Alexis I, quien llevaría posteriormente la dirección y gobierno de Rusia. Pedro I de Rusia formaba parte de la Dinastía Romanov y fue uno de los gobernantes más destacados de la historia de Rusia. Sin embargo Pedro no era el heredero legítimo del trono y su ascensión al mismo ocasionó no pocas disputas y muchas muertes. Sin embargo no es hoy cuando toca profundizar en su persona o en su obra. Diremos simplemente que en los primeros años de su nombramiento, al ser los dos hermanos de tan corta edad, fueron sus madres las que lucharon por la supremacía de gobierno para cada uno de sus hijos y especialmente Sofía, hemana de Iván, quien se convertiría en principal enemigo de Pedro I. Sofía y sus partidarios llevarían a cabo una brutal operación de limpieza que acabó con la vida de más de 70 miembros de la familia materna de Pedro I que fueron ajusticiados. Finalmente conseguiría de la Duma de Boyardos ser nombrada zarefna regente. Durante siete años Sofía gobernó de forma autócrata pero finalmente fue depuesta y confinada en un convento. Debido a su precaria salud Iván V moriría en 1.696 a los 29 años de edad siendo heredero universal Pedro I, fundador de San Petersburgo y lugar que convertiría en capital rusa y donde trasladaría la Corte en 1.703. Con el reinado de Pedro I la antigua Moscovia pasaría a denominarse oficialmente "El Imperio Ruso".
Separado de su primera mujer y con todos sus hijos varones fallecidos, Pedro I que se había casado en secreto (1.707) con su criada y amante Marta Skavronska, en 1.724 la coronó Emperatriz con el nombre de Catalina Alekseievna. Fué la primera mujer que ostentó ese título ya que, hasta entonces, la mujer del Zar era nombrada simplemente consorte. El nombramiento de emperatriz y corregente era por la gravedad que sentía ante una enfermedad en el aparato urinario que le costaría la vida un año después. Pedro I siguió manteniendo el poder hasta el final, que le llegó en 1.725 contando 52 años de edad. En el lecho de muerte Pedro intentó cambiar las cosas, pero ya no pudo hacerlo. Pidió papel y pluma y empezó a escribir: "Lego todo a..." Exausto pidió que llamaran a su hija Ana pero no llegó a verla... Muchos de los presentes entendieron que en el último momento la heredera elegida por Pedro I no era la emperatriz Yekaterina pero no tuvo tiempo de expresarlo y las cosas quedaron como estaban. Catalina I fue la primera mujer que gobernó Rusia y aunque continuó la obra de su esposo, su gobierno fue cortó y no exento de continuos golpes de estado y fuertes disensiones entre la nobleza que provocaron la formación de múltiples partidos. Murió en San Petersburgo dos años después, en 1.727, a los 43 años de edad y está enterrada en la Catedral de San Pedro y San Pablo.
Sería cuarenta años después cuando una nueva gobernante, ambiciosa e implacable, se sentara en el trono de Rusia. Sería Catalina II, una princesa alemana que se había casado con el zar reinante Pedro III al que derrocaría unos meses después encerrándole en la fortaleza de Krasyonarsk y que prontamente fue asesinado por los hermanos del amante de ésta, motivo por el cual en su entierro se le colocó una bufanda alrededor del cuello para que no se vieran las marcas de estrangulamiento en el cuello. Inmediatamente se autoproclamaría Emperatriz de todas las Rusias. Luchó contra un Imperio Otomano en decadencia llevando sus fronteras hasta el mar Negro y en las Particiones de Polonia se anexionó parte de la Comunidad Polaco-lituana, situando sus fronteras hasta Europa Central. Fue llamada Catalina la Grande y reinó durante 34 años, o sea, hasta su fallecimiento en Noviembre de 1.796.
Así siguieron las cosas con Alejandro I que, debido a la debilidad del reino de Suecia, llegó a anexionarse Finlandia en 1.809 llevando el poder ruso a extremos inimaginables. Tanta expansión no gustaba a Napoleón que en 1.812 invadió Rusia con una campaña desastrosa. Una estrategia de tierra quemada impidió al ejército francés abastecerse y miles de soldados murieron de hambre y de frío sobre la misma nieve. Un año después los rusos empujaban a los franceses derrotándolos en tierras alemanas y llegando hasta el propio París, motivo por el cual Napoleón fue despuesto y confinado a la isla de Santa Elena donde murió.
A pesar de su dominio en los campos de batalla, Rusia quedaba rezagada con respecto a Occidente, más enfrascado en su Revolución Industrial. Alejandro I solo tuvo dos hijas que no llegaron a la pubertad por lo que a su muerte (1825) ascendió al trono su hermano Nicolás I ya que Constantino, que era a quien le correspondía por línea ascendente, había rehusado. Nicolás puso sus ojos en el Mediterráneo y luchó ferozmente contra los Otomanos pero los aliados vieron con malos ojos esa expansión que casí llegó a Estambul. (1853)
Definitivamente alarmados el Reino Unido y Francia conminaron a Nicolas I para que retirara sus tropas declarándole la guerra. También Austria apoyó a los aliados puesto que había visto amenazados sus Principados en el Danubio. Tras varias batallas, los aliados sitiaron Sebastopol y el 5 de Noviembre de 1.854 los rusos fueron derrotados. Nicolás I murió el 2 de Marzo de 1.855, antes de la caída de Sebastopol, pero consciente de su derrota y de los humillantes Tratados que tendría que aceptar. Tras 11 meses de asedio los aliados entraron en la plaza y el 30 de Marzo de 1.856 se firmó en París el Tratado que puso fin al conflicto. El 7 de Septiembre de 1.856 fue coronado su primogénito Alejandro II que emprendió importantes reformas que no convencieron a nadie. Diez años después (1866) sufrió un primer atentado del que salió ileso y al que sucedieron una decena más con el mismo resultado. Finalmente el 13 de Marzo de 1.881 un joven arrojó una bomba al paso del carruaje que le llevaba al Cuartel de la Manege, en San Petersburgo. Alejandro II salió una vez más ileso pero al ir a ver el agujero provocado por la explosión otro joven lanzó algo a sus pies. Con la segunda explosión la escolta al completo murió o quedó herida y quemada junto a gran cantidad de transeuntes.
En medio del humo y la niebla se escuchó la voz del monarca que pedía ayuda. El jefe de Seguridad, también malherido y abrasado por la explosión se lanzó sobre el montón de cadáveres. Debajo, medio tumbado, estaba Alejandro II apoyado sobre el brazo derecho. Creyendo que estaba herido levemente el policía trató de levantarlo dándose cuenta que tenía las piernas destrozadas y saliéndole la sangre. Más de veinte personas estaban sobre la calle junto a miembros sin dueño, unas muertas y otras arrastrándose malheridas. Los revolucionarios no estaban dispuestos a esperar más y después se supo que una tercera bomba estaba preparada por si con las dos primeras no eran suficientes. El zar fue llevado en trineo hasta el Palacio de Invierno dejando un reguero de sangre en el trayecto. Sus médicos personales y la familia y acudieron presurosos pero nada se pudo hacer por él. Entre los presentes estaba el que sería con los años el zar Nicolás II de Rusia que en aquel momento contaba 13 años de edad aunque, en principio la sucesión era para Alejandro III, segundo de los hijos del monarca fallecido.
Alejandro III impuso un régimen absolutista. Se restringieron las libertades de etnias y religiones minoritarias, declarando oficial la religión ortodoxa y el idioma ruso, a la vez que se golpeaba duramente otras religiones como la judía que no podían ser dueños de sus tierras.
En su época fue conocido como el segundo gendarme de Europa (el primero era su abuelo Nicolás) pero los problemas sociales quedaban sin resolver y llevaría a principios del siglo XX a la revolución. Moriría en 1.894, a los 49 años de edad sin llegar a transmitirle a su hijo y heredero Nicolás II unas directrices de gobierno que pudieran acabar con los problemas sociales del momento.
Nicolás II, apodado por sus críticos "el Sangriento" subió al trono el 1 de Noviembre de 1.894 y reinó durante 22 años, hasta su abdicación el día 15 de Marzo de 1.917.
Con él finalizaba el Imperialismo Ruso, casi 500 años de emperadores y zares que habían iniciado su periplo en 1.547 con Iván IV el Terrible.
Nicolás II defendió duramente el trono en la Tragedia de Khodynka, llamada el Domingo Sangriento. También aprobó la movilización de 1.914 que dio lugar a la I Guerra Mundial.
Con ella llegaría la Revolución rusa y su detención. Fue apresado junto a toda su familia, médico personal y alguna servidumbre y encerrados en los sótanos del palacio Tsárskoye Seló, a las afueras de San Petersburgo, donde fueron finalmente ejecutados por los Bolcheviques la madrugada del 16 al 17 de Julio de 1.918 siguiendo las órdenes de Lenin. Empezaba el comunismo derivado de la doctrina marxista-leninista.
EL ÚLTIMO CONDILL
La Rus de Kiev sería pues el primer Estado ruso que, ante la influencia bizantina, adoptaría el cristianismo a finales del siglo X. Esto dio lugar a la fusión de estas culturas y a su fortaleza durante los siguientes siete siglos. Sin embargo en el siglo XII la apertura de nuevas rutas de comercio con Oriente y la llegada de las Cruzadas debilitaron la economía del Rus y el principado se fragmentó. El afán de poder de los diferentes herederos dividió el reino y los mongoles aprovecharon para dominarles. Buena parte de las regiones de Eurasia fueron asoladas por mongoles y tártaros durante tres siglos. La mitad de aquellos primeros rusos murieron y la otra mitad se integró con los invasores dividiéndose en Bielorusos al norte y ucranianos al oeste. En 1.380 finalmente se consigue derrotar a los mongolo-tártaros y se lleva a cabo la reconquista de los territorios perdidos pero ésta no se llevaría a cabo en su totalidad hasta la llegada de Iván el Terrible (1530-1584) que conseguiría poner fin absoluto al control de los invasores.
Pedro I el Grande |
Catalina I de Rusia |
Catalina II la Grande |
Alejandro I |
A pesar de su dominio en los campos de batalla, Rusia quedaba rezagada con respecto a Occidente, más enfrascado en su Revolución Industrial. Alejandro I solo tuvo dos hijas que no llegaron a la pubertad por lo que a su muerte (1825) ascendió al trono su hermano Nicolás I ya que Constantino, que era a quien le correspondía por línea ascendente, había rehusado. Nicolás puso sus ojos en el Mediterráneo y luchó ferozmente contra los Otomanos pero los aliados vieron con malos ojos esa expansión que casí llegó a Estambul. (1853)
Nicolás I |
Atentado y muerte de Alejandro II |
Coronación de Alejandro III |
En su época fue conocido como el segundo gendarme de Europa (el primero era su abuelo Nicolás) pero los problemas sociales quedaban sin resolver y llevaría a principios del siglo XX a la revolución. Moriría en 1.894, a los 49 años de edad sin llegar a transmitirle a su hijo y heredero Nicolás II unas directrices de gobierno que pudieran acabar con los problemas sociales del momento.
Nicolás II y su familia |
Con él finalizaba el Imperialismo Ruso, casi 500 años de emperadores y zares que habían iniciado su periplo en 1.547 con Iván IV el Terrible.
Nicolás II defendió duramente el trono en la Tragedia de Khodynka, llamada el Domingo Sangriento. También aprobó la movilización de 1.914 que dio lugar a la I Guerra Mundial.
Con ella llegaría la Revolución rusa y su detención. Fue apresado junto a toda su familia, médico personal y alguna servidumbre y encerrados en los sótanos del palacio Tsárskoye Seló, a las afueras de San Petersburgo, donde fueron finalmente ejecutados por los Bolcheviques la madrugada del 16 al 17 de Julio de 1.918 siguiendo las órdenes de Lenin. Empezaba el comunismo derivado de la doctrina marxista-leninista.
EL ÚLTIMO CONDILL
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