Con 5.464 Km. el río Amarillo es el segundo más largo de Asia y el quinto del mundo. Su nombre viene dado por la gran cantidad de lodo que lleva disuelto en sus aguas y que le confieren este permanente color amarillento. El río Amarillo nace en la cordillera de Kunlun, en la provincia china de Qinghai, una zona al sur del desierto de Gobi que le proporciona al río cientos de afluentes de gran importancia. Ya desde ese mismo punto las aguas arrastran importantes cantidades de sedimentos que la enturbian, con lo que se puede decir que el río es amarillo desde su mismo nacimiento. Desde la antigüedad y también en tiempos actuales, los chinos han aprovechado el caudal de este gran río para diversos usos y también para el transporte de personas y mercancías entre el interior del país y hasta la costa del mar de Bo Hai, o Golfo de Chihli, donde tiene su desembocadura. Del mismo también se está aprovechando su potencial energético con la construcción de grandes presas hidroeléctricas. Con la industrialización el río se ha visto muy contaminado por los vertidos incontrolados, lo que preocupa a la ciudadanía y autoridades pero China es un país gigantesco donde los controles no siempre son fáciles de implantar.
En sus orillas, numerosos yacimientos arqueológicos nos indican la importancia de este río desde los primeros albores de la humanidad. Desde los primeros tiempos sus aguas se emplearon para el uso de la ganadería y para la irrigación de las tierras aledañas al mismo. Sin embargo en las últimas décadas las grandes explotaciones agrícolas demandan inmensas cantidades de agua para el riego que empieza a suponer un verdadero problema. Los científicos han llamado la atención de las autoridades pidiendo el replanteamiento de esta actividad ya que algunos años de menor pluviometría el curso inferior del río ha llegado a secarse. Históricamente ha sido llamado también "la maldición china" por las grandes catástrofes que han ocasionado sus crecidas, pero todos reconocen la gran importancia que ha supuesto para el desarrollo del país y de sus gentes, auténtica cuna de la civilización china. Aunque su longitud oficial es la que figura al inicio de este artículo, extraoficialmente el río Amarillo es bastante más largo puesto que no es ninguna contradicción que pueda y deba sumarse la longitud de su afluente más largo, cosa que también se ha hecho a la hora de valorar otros ríos del mundo.
En base a esto puede decirse que su longitud más aproximada y real serían 5.850 Km., que es la distancia que separa la desembocadura en el mar Hai Bo del altiplano del Tíbet donde tiene su fuente más alejada. El río atraviesa después y durante cientos de kilómetros el desierto de Ordos hasta llegar a la provincia de Mongolia interior para después girar al Este hasta la provincia de Shanxi, donde oficialmente toma su nombre. Desde allí el río Amarillo toma rumbo a las llanuras del norte de China, ya a través de un ancho canal y diques que evitan históricas inundaciones y donde es perfectamente navegable. Este río ha cambiado muchas veces el curso y no siempre por cuestiones naturales. En la guerra chino-japonesa de 1.938 se destruyeron los diques de la ciudad de Kaifeng a fin de impedir la invasión de Japón. Finalizada la contienda los diques se reconstruyeron de nuevo para devolver las aguas a su cauce. Las menores lluvias que se están dando en las últimas décadas y las grandes zonas de irrigación agrícola que se han implantado -últimamente más de 100.000 Km2- han secado el río en varias ocasiones, lo que ha desatado las alarmas al respecto. Durante la estación lluviosa -Julio/Octubre- el río recoge el 60% de su caudal anual, pero es de Marzo a Junio cuando la agricultura demanda mayores cantidades que, a pesar de la grandeza del río, no podrían obtenerse de no tener enormes excedentes embalsados.
La enorme cantidad de sedimentos transportados por el río Amarillo son también los culpables de las frecuentes inundaciones, ya que el lecho del río está permanentemente subiendo y en la estación lluviosa las riberas son incapaces de contener todo el inmenso caudal, desbordando con cierta facilidad. Es entonces, cuando el río desborda y tierras y gentes sufren su furia. También es entonces cuando suelen producirse cambios naturales en el curso del río y es que, por mucho que hagamos los humanos, tarde o temprano la naturaleza acaba implantando sus leyes. En este país donde los datos industriales están siendo tan importantes en los últimos años, no dejan de ser curiosas algunas profesiones que están ejerciéndose todavía a lo largo del río...
El señor Wie Xinpeng, a quien vemos en la foto adjunta, se dedica a la recogida y venta de cadáveres del rio Amarillo. En los siete años que lleva en el negocio ha recogido alrededor de 500 cuerpos de los cuales solo ha podido vender una décima parte. Normalmente se trata de suicidas, pero también los hay que han sido asesinados. Su oficio no es envidiable pues él no pesca peces, sino que saca cuerpos de las aguas y los deposita en la orilla esperando venderlos a sus familiares. Xinpeng de 55 años de edad es el último recurso de quienes tengan un familiar desaparecido en la zona.
Tiene los cuerpos en fila y boca abajo, en una ensenada a salvo de las aguas. Tras cada uno de los hallazgos Wie pone anuncios en los periódicos locales con las características del muerto y cuando los familiares le visitan les cobra una cantidad por llevar a cabo la comprobación.
Si quieren llevárselo a su casa cobra 500 dólares, pero todos no tienen ese dinero y hay que negociar una rebaja.
Algunas veces el negocio queda sin cerrar y los familiares no recogen el cuerpo.
Habrá que darle sepultura o lanzarle nuevamente al agua.
Lógicamente esto último será sin duda lo más fácil y rápido...
RAFAEL FABREGAT
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