5 de diciembre de 2011

0556- LAS AUTONOMIAS, EN CLAVE DE JA.

REEDICIÓN.
Nuestros padres, los de izquierdas claro está, con criticar a Franco ya lo tenían todo solucionado, sin embargo ahora... ¡Es que tenemos la política metida hasta en la sopa!. Nadie está contento con nada. Hasta los que lo tienen todo, creen no tener nada. Creo que lo que está pasando no es bueno, ni nos llevará a nada bueno. No sé... Puede que quizás también yo, me haya levantado hoy pesimista pero no me gusta el camino que lleva la humanidad en este momento de la historia. Todos dicen buscar paz y trabajo y nadie quiere trabajar ni vivir en paz. Da la impresión de que no hay objetivos que conlleven esfuerzo; nadie mira como antaño un punto en el horizonte, hacia el que caminar sufriendo los avatares propios del camino.

Vivimos como los pájaros. El día a día sin ilusiones y expectativas a largo plazo, sin metas concretas, en mediocridad.
Unas décadas atrás la gente se movía de otra forma, más pobres pero más felices. 
Cada cual tenía sus ambiciones, sus ilusiones, pero siempre con objetivos a largo plazo que no en todos los casos se cumplían. 
Sin embargo eso formaba parte de la aventura de la vida y, caso de no llegar a la meta propuesta, no se entendía como un fracaso desesperante. 
No cumplir al 100% los anhelos de juventud era también algo bastante general y por lo tanto razonable y aceptado.

-Qué remedio? -nos decíamos. 
Por lo tanto, el hecho de que ocurriera tal eventualidad, no conllevaba desesperación alguna y seguíamos luchando como buenamente podíamos. 
Quizás éramos demasiado conformistas, no lo sé. Pero, desde luego, el hecho de no llegar a las metas soñadas no se tomaba como un fracaso personal ni achacable a los políticos de turno. La política, en la gente de a pie se vivía de lejos, de muy lejos. Los últimos años de la dictadura de Franco y los primeros de la Democracia, por la inercia de la que salíamos los jóvenes de entonces, hizo que fueran muy pocos los que vivían de cerca la política y solo aquellos que querían trepar por ella estaban pendientes de los acontecimientos. Hoy, lo quieras o no, la política es el pan nuestro de cada día a todos los niveles. El que tiene, porque tiene y el que no tiene por ver la manera de subsistir sin tener. 

No sé... pero personalmente me parece triste y desesperante.
He leído que Catalunya y más concretamente su presidente Artur Mas, recorta gastos en Sanidad, en Educación y Funcionariado -por falta de presupuesto- al tiempo que gasta 32,8 millones de euros anuales en "diplomacia nacionalista". 
Es lo que cuestan las más de 70 "embajadas" catalanas en destinos tan sumamente caros como la ubicada en el edificio Rockefeller Center de Nueva York, con 473.000 euros al año de alquiler, o la de París con 416.000 €, seguidas de todas las demás, afortunadamente menos costosas.

Y mientras esto sucede, muchos quirófanos están cerrados por falta de personal y hasta el servicio de urgencias está bajo mínimos históricos. 
¿Es eso lógico?. 
Ya sé que también otras comunidades tienen oficinas o delegaciones comerciales en el extranjero, aunque no sea a ese nivel... Está claro que todos no tienen las mismas pretensiones ni los mismos objetivos. 
Lamentablemente, para ciertas autonomías la cuestión nacionalista es prioritaria y fundamento principal de esa maniobra de internacionalidad, pero no pero no para beneficio del contribuyente. 
Dicen sus fundadores que esa red diplomática es de gran interés comercial puesto que defiende los intereses catalanes en el extranjero.
-¿Los intereses de quien o de quienes? -nos preguntamos muchos.

Porque España ya tiene su Ministerio de Asuntos Exteriores y de Comercio que pagamos entre todos, entonces... ¿por qué y para qué esas duplicidades que no sirven para nada?.
¡Hombre! Si hubiera dinero para todo, nada es demasiado, pero sacrificar la salud, la educación, los servicios y hasta el pan de la gente necesitada, por las chorradas políticas... ¡pues no!. Y si hay alguna carencia al respecto que la solucionen a nivel nacional, que todos pagamos nuestros impuestos y a todos nos interesan las mejoras que puedan hacerse.
Está muy bien eso de las Autonomías... Sí, sí, está muy bien para multiplicar por 17 todos los gastos de la Administración y lo está también para aumentar por 17 el cáos, la incertidumbre, el descontento, los sinvergüenzas, el uso y el abuso del poder y el desmembramiento nacional. El dinero de los ciudadanos debe ser para atender las necesidades generales del país y las del ciudadano. Lo demás es secundario. 

La duplicidad de cargos es innecesaria, abusiva y solo sirve para destruir el bienestar general. 
Ya lo dijo Julio César: ¡divide y vencerás!.
Ni Alemania, ni Francia ni China... Ningún país del mundo se reiría de España si estuviéramos unidos. Pero claro, si cada puta se va por su lado, pasa lo que pasa... y lo que pasa es que el chiringuito se desmorona, al tiempo que los poderosos del resto del mundo se ríen de nuestra ignorancia. Mientras todo esto sucede nosotros, imbéciles todos, luchando por independentismos y pegándonos unos a otros, incluso tiros, por unos ideales que no van a llevarnos a nada bueno. ¿Por qué no dedicamos todo ese esfuerzo a trabajar unidos, para hacer un país más grande y mejor...?

RAFAEL FABREGAT

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