Segunda de las siete maravillas del mundo antiguo, los Jardines colgantes de Babilonia fueron construidos por Nabucodonosor II, rey de los Caldeos, hacia el año 600 a.C. como regalo de amor a su esposa Amytis, hija del rey de los Medos, un regalo que le recordara las grandes y verdes montañas de su país natal, tan diferentes a las grandes llanuras semidesérticas de Babilonia.
De todas formas existe una leyenda que sitúa mucho más atrás la construcción de estos famosos jardines, citándolos como construcción de la reina Shammuramat, en realidad regente de su hijo Adadninari III. Gran luchadora, conquistó la India y Egipto pero conocedora de que su joven hijo conspiraba para derrotarla, acabó suicidándose.
Situada a orillas del Eúfrates, en la Baja Mesopotamia, Babilonia empezó a cobrar importancia con la llegada de los amorreos (2000/1800 a.C.) o semitas, que se erigieron en dueños de la pacífica ciudad que vivía a la sombra de la tierra de Akkat (Kisk) ciudad sumeria fundada hacia el año 3000 a.C. y que estaba ubicada a apenas 15 Km. al este de Babilonia. Sin embargo no vamos a entrar en la historia de esta gran civilización, por lo que debemos volver hacia el año 600 a.C. que es cuando se contruyó la que sería 2ª Maravilla de la Humanidad.
Nabucodonosor se enfrentó a los egipcios en la Batalla de Karkemish (612 a.C.) derrotándoles y quedando bajo su dominio toda la región de Canaan, aunque continuas rebeliones de algunos estados y del propio reino de Israel no le permitían alcanzar la paz. Uno de los últimos focos de insurrección fue la ciudad-isla de Tiro, en el actual Líbano. Mandó su ejército frente a la costa y sitió la isla durante trece años, tras los cuales se firmó la paz a cambio del vasallaje de la ciudad.
Tranquilizada la región, durante la segunda mitad de su reinado Nabucodonosor II se dedicó a convertir Babilonia en la más grande y bella ciudad de la época. El monarca sentía más pasión por la construcción de obras que le dieran inmortalidad, que por sus victorias en el campo de batalla. De hecho no hay lugar de Babilonia donde no haya vestigios de su actividad.
Murió en el año 562 a.C. finalizando rápidamente el esplendor del Imperio Babilónico. Pocos años después y tras una serie de efímeros reinados, Babilonia fue conquistada por el Imperio Persa. El joven Ciro II de Anshan, anteriormente vasallo de los Medos, se declaró independiente y finalmente en el año 539 a.C. atacó Babilonia que quedó totalmente destruida.
Con la decadencia de Babilonia y del Imperio que la sustentaba, los jardines también fueron progresivamente abandonados. Se dice que estos jardines estaban situados junto al río y eran anexos al palacio del rey. En la terraza superior se ubicaba un gran depósito de agua del que descendían varios arroyos hasta las terrazas inferiores. Su denominación de jardines colgantes se refiere a su construcción escalonada lo cual permitía la perfecta visibilidad de todos los viajeros que llegaban a la ciudad puesto que su visita estaba prohibida.
El geógrafo griego Estrabón hizo esta descripción: "El jardín consta de varias terrazas abovedadas, alzadas unas sobre otras y sustentadas sobre pilares cúbicos. Están ahuecadas y rellenas de tierra fértil que permite la plantación de árboles y plantas de todo tipo. Los pilares, las terrazas y las bóvedas están construidos con ladrillo cocido y asfalto".
Cuando Alejandro Magno llegó a la ciudad en el año 326 a.C., los Jardines colgantes de Babilonia estaban totalmente abandonados y en ruinas, no apreciándose ninguna de sus bellezas de antaño. Finalmente el rey Evemero los destruyó completamente en el año 125 a.C.
Excavaciones relativamente recientes, en lo que hoy es territorio de Irak, descubrieron el asentamiento del palacio y construcciones abovedadas con indicios de irrigación. Sin embargo el lugar de ubicación de las construcciones abovedadas que posiblemente sustentaban los famosos jardines no era excatamente el indicado por Estrabón, sino varios cientos de metros alejado del río Eúfrates, entre éste y el palacio. Un grupo de arqueólogos examinaron el área meridional del palacio y rehicieron la zona abovedada que se considera como los antiguos jardines. Toda la zona ha sido limpiada y en parte reconstruida y ciertamente, junto al río, se han encontrado paredes de 25 metros de espesor que pudieran estar escalonadas como describen los escritos griegos pero no parece probable que fueran eso los jardines. Más bien parece que se trata de una pequeña confusión en las transcripciones de Estrabón que han llegado hasta nosotros. Sea como fuere, "Los Jardines Colgantes de Babilonia", considerada por los griegos como la segunda Maravilla de la antigüedad, hace ya más de 2.000 años que fueron borrados de la faz de la tierra...
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