¿Se puede construir, pintar o esculpir, algo jamás visto?. Sí se puede, siempre y cuando creas en ello y puedas visualizarlo en tu mente. Lo ya más dudoso es plasmar lo nunca visto y en lo que no crees. ¿Cómo hacer material lo intangible, sin visualizarlo ni creer en ello?. Esto que ven aquí es la Capilla del Santísimo, de la Catedral de Mallorca. Aunque actualmente hay colas muy potentes, ustedes me dirán si esto le pega a una Catedral Gótica del siglo XIV.
Hace un par de semanas visité la Catedral de Palma de Mallorca, magnífico ejemplo del gótico levantino que se asoma al mar por encima de las antiguas murallas que protegían la ciudad en tiempos pretéritos. Con 13 metros de diámetro, se dice que su rosetón es el más grande del mundo gótico, siendo también una de las catedrales góticas de mayor altura: 44 m., solo superada por las catedrales de Beauvais (48 m.) y la de Milán con 45 m. Tras la conquista de Mallorca, por Jaime I de Aragón a los moros de 1229, el rey mandó derribar la gran mezquita de Medina Mayurca y construir en su lugar la Catedral de Santa María. Siete siglos después la modernidad mallorquina abrió sus puertas al insigne Gaudí y últimamente a su hijo pródigo Miquel Barceló, cuyo modernista mural no me parece instalado en el lugar más apropiado para una capilla del siglo XIV, aunque yo no soy ni sé nada.
Mejor estaría en un museo modernista, pero en fin... Aunque sea con el dinero de los demás, la Iglesia paga y quien paga manda.
Hace unos años tuve el gusto de hablar, en el taller de uno de estos "artistas de las finanzas", artistas cotizados que se burlan de todos nosotros cobrando cantidades millonarias por echar un cubo de cola sobre un lienzo y tierra y polvos de colorines a puñados, pasando posteriormente en zig zag una rama de olivo sobre la tela, e incluso el triciclo del niño de su vecino, regándolo todo al día siguiente con una manguera para eliminar los restos que no se hayan pegado de forma consistente... Tuve el gusto de hablar, decía, con un compañero de estudios de uno de esos "artistas de las finanzas" y me comentaba amargamente que, desde un punto de vista económico, había equivocado completamente su camino.
Ahora, ya mayor, había hecho tarde. Este señor fue número uno de su promoción, retratista y paisajista consagrado.
Cierto día los dos amigos subieron a una sierra próxima a su ciudad y pintaron lo que buenamente veían sus ojos. El artista, número uno del retrato y el paisaje más espiritual, pintó un lienzo tan exquisito que todavía lo guarda en el mejor lugar de su casa. Su amigo, aunque intentó emular aquel magnífico horizonte que tenía ante sus ojos, solo pudo realizar garabatos incomprensibles que nada reflejaban. Tan rabioso estaba con el resultado de su trabajo y tan magnífica obra vio en la de su amigo, que cogió el marcó con su tela y lo escondió en una oquedad de la montaña para nunca más tener que pasar la vergüenza de ver tan triste resultado. Bajaron los amigos de vuelta a casa y ya nunca más se habló de aquella primera experiencia. Parece que los milagros no existen... ¡pero sí!.
El gran artista, aunque malamente, consiguió vivir del arte de sus pinturas pero aquel amigo, incapaz de reflejar lo que veía, a los 22 años marchó al Montmatre parisino para, durante nueve años, relacionarse con los artistas de la época que por allí deambulaban.
A su regreso, lo que vemos en esta foto. Incapaz de pintar un pajarito tal como es, cuerpos deformes que solo hablan de modernidad, pero que le han hecho multimillonario. Un éxito brutal que ha extendido su obra por todos los confines del planeta y que le ha proporcionado ingresos difícilmente predecibles en sus comienzos. Esculturas, pinturas y grabados pueden verse y admirarse por todo el mundo y a unos precios que, no siendo exageradamente caros, tampoco son baratos y más que van a valer el día que este personaje abandone este mundo de incomprensión y escasa justicia.
Yo no sé si esto es arte, pero da dinero, que a fin de cuentas es por lo que los artistas y todos en general movemos el culo.
Todo lo anterior viene a cuento de la famosísima Capilla del Santísimo, situada dentro de la Catedral de Palma y en la que se ubica el mural de Barceló, una obra modernista de arcilla de 300 m2. cuyas figuras están hechas en relieve y pretenden reflejar el milagro de los panes y los peces y las Bodas de Caná.
Los frutos del mar y los de la tierra.
El conjunto incluye cinco vitrales terrosos que apenas permiten pasar la luz (no interesa que se vea demasiado bien) y el mobiliario litúrgico realizado en piedra de Binissalem.
Como era de esperar, la reforma creada por el artista tuvo bastante polémica en su momento por ser impropia del lugar que ocupa (modernismo en el núcleo más antiguo de la Catedral) y por haberse declarado el artista anticlerical y no creyente. Claro que eso forma parte de la publicidad con la que se rodean estos personajes y quienes les contratan. ¡Todos detrás del dinero!. Desde luego el Demonio no andará lejos de este lugar...
RAFAEL FABREGAT
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