Los que no tienen afición a la micología ni pena ni gloria pero, los que si la tienen, habrán notado a faltar mis entradas primaverales sobre el particular.
Con toda la razón del mundo amigos, con toda la razón. Hay varios motivos para ello...
Empiezo a hacerme viejo y, siendo de un pueblo de la costa mediterránea, lo de subir al norte de la provincia de Castellón o ya dentro de la de Teruel, con escasas expectativas de encontrar setas, empieza a hacérseme cuesta arriba. Son muchos kilómetros y carreteras bastante 'torcidas' por lo que conducir por ellas cansa bastante.
No hace tanto tiempo, para subir por aquellas tierras no hacían falta ni siquiera las setas. Ver como estaba el monte y comer por aquellos restaurantes ya era suficiente justificación. A mediados de Agosto y con la caída de un simple chaparrón ya no podía aguantar mis ansias de subir, pero los años pasan y empieza a no ser lo mismo. Eso sin contar que mi arcón-congelador está todavía más de medio. Cada día comemos menos setas y nadie de mi familia las quiere. Los hemos cansado, nos hemos cansado todos. Tantas setas, tantas setas...
Este invierno y también la primavera han sido muy cálidos y con ausencia de precipitaciones. La lluvia no cayó por aquí hasta finales del mes de Abril y yo ya me desentendí de las setas de primavera al llegar las fiestas patronales de mi localidad, que son la primera semana de Mayo. Sin embargo llovió y, aunque tarde, las setas salieron. Los marzuelos y los perrechicos por estar en temporada, pero también las colmenillas que, para la zona que yo las encuentro, son tardías y la senderuela que es posterior. Increíble explosión micológica, sin comerlo y sin beberlo, con varias especies fuera de tiempo. Incluso champiñón silvestre, boletus y algún robellón. ¿No es un verdadero milagro?.
Pero nada de eso pude yo experimentar en primera persona. Como he dicho, sequía total hasta finales de Abril y fiestas patronales del 30 de Abril al 8 de Mayo, ambos inclusive. Sin embargo lo más gordo estaba por venir... El martes día 10 de Mayo mi mujer sufre una caída al llegar a casa, todavía en la calle y se rompe los dos brazos a la altura de las muñecas. Hospitalizada de urgencia, no puede ser operada hasta el martes siguiente día 17 y, desde aquel fatídico día 10 de Mayo, mis manos son las que ella no puede utilizar. No para buscar setas, sino para todo lo demás. Con este panorama entenderán mis lectores que no hable de setas en esta primavera de 2016.
Afortunadamente romperte los huesos no es una enfermedad y si Dios quiere a finales de Agosto ya escribiré largo y tendido sobre el particular. Con la colaboración de mi mujer, claro, pues también ella es una gran aficionada.
Si mi padre fue siempre un gran buscador de setas, mi suegro lo fue más todavía, así que la afición nos viene de familia. Claro que como he dicho antes, cuestión de edad, empezamos a acomodarnos y ya solo vamos a buscar en fechas y lugares totalmente seguros de que aprovecharemos el viaje.
El Robellón, el Champiñón silvestre, la Llanega negra, el Pie azul, la Cabeza de fraile, la Lengua de vaca, la Llanega blanca, etc. a Mosqueruela; el Boletus, la Senderuela, el Rebozuelo y el Boleto anillado en Vistabella del Maestrazgo; la Colmenilla, la Seta de cardo, el Níscalo, la Lengua de vaca, la Negrilla, las Barbudas y la Trompeta amarilla o Camagroc en Cabanes y Pobla Tornesa, con todas las variedades mucho más sabrosas que las que se recogen al norte de la provincia. El problema, eso sí, es que aquí abajo hay mucha maleza y son más difíciles de localizar. Pero la devoción y la fe, ya lo ven en la foto adjunta, mueve montañas o al menos montañas de gente. Pocas cosas hay mejores para un abuelo que ir con sus hijos y sus nietos a buscar setas. ¡Mejor que comerlas... no digo más!.
RAFAEL FABREGAT
Que grande eres Rafa. Espero que tu mujer esté estupendamente para disfrutar este otoño en el monte. Un abrazo.
ResponderEliminarEstimado amigo, me has dado una de cal y otra de arena. Gracias por el jabón y por tu interés en la salud de mi mujer. Efectivamente ya está (casi) restablecida. Lo de la arena es porque no me has puesto tu nombre y no sé a quien agradecerle este comentario. De todas formas, mil veces gracias. Saludos.
ResponderEliminarHola Rafael. No puse mi nombre porque era irrelevante. Me llamo Javier tengo 58 años y leo a menudo tu blog. Me gusta tu forma de razonar las cosas. Me pareces una buena persona. Desde hace poco soy también aficionado a la setas y voy también por esas maravillosas montañas del Maestrazgo. Si algún día te veo por el monte te saludare, no lo dudes. Un abrazo.
EliminarGracias Javier. Si comentar ya es fastidioso para muchos, responder al comentario lo es más todavía. Justamente por eso tengo que agradecértelo doblemente. Desde mi punto de vista lo del nombre no es ni mucho menos irrelevante pues, aún sin ponerle cara, ya te dice algo de quien comparte una parte de tu vida y aficiones. Recibe un fuerte abrazo.
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