Antequera en un municipio de la provincia de Málaga (España), de 750 Km2 y 41.500 habitantes. No está en la Costa del Sol pero en población y superficie es la mayor ciudad de la provincia. A 45 Km. de Málaga, a 95 Km. de Granada y a 115 de Córdoba es importante nudo de comunicaciones pues ella pasan la Autovía A-45, la A-92 y en breve el eje transversal de alta velocidad (AVE).
A excepción del mar, a Antequera nada le falta. Sin embargo lo que nos trae hoy aquí es algo más antiguo: su historia megalítica. El conjunto de dólmenes mayor de Europa, superior incluso al Stonehenge de Wiltshire de Inglaterra. El de Menga y el de Viera prácticamente juntos, a las afueras de la ciudad, y el de El Romeral a menos de 4 Km. de distancia de los anteriores, lo que nos brinda la posibilidad de visitar tres dólmenes de valor histórico incalculable sin apenas movernos. Se recomienda empezar la visita por los Dólmenes de Menga y Viera. Un completo Centro de Recepción nos mostrará un audiovisual que nos permitirá comprender cómo pudieron construirse semejantes milagros artiquectónicos, con piedras de hasta 180 toneladas de peso para, tras esta visita, ir a ver el Dolmen de El Romeral.
Los tres han sido datados con Carbono-14 e indican su construcción hacia el año 3.850 a.C. El paisaje de El Torcal de Antequera, propio del periodo jurásico y a unos 8 Km. de la ciudad es también un lugar a visitar. Nos presenta lo que 180 millones de años atrás era un pasillo marítimo por el que se comunicaban el Mediterráneo y el Atlántico desde Alicante a Cádiz, dejando la costa oriental andaluza aislada. El levantamiento del fondo marino por las fuerzas tectónicas, dio lugar a sierras y montículos calizos que adoptaron estas formas redondeadas debido al modelado kárstico. El Torcal es ya en sí mismo un paraje digno de visita y admiración. Un Paraje Natural en el que ya han sido descubiertas más de un centenar de cuevas y simas de más de 200 metros de profundidad, algunas de ellas repletas de yacimientos prehistóricos.
Volviendo al tema de los dólmenes cabe decir que si las enormes piedras que hay en su entrada nos parecen espectaculares, su interior lo es más todavía al estar construido con piedras mayores todavía y sostenidas con columnas y losas de 'imposible' traslado. Estas colosales piedras se sustentan en alguna ocasión sobre paredes de mampostería seca pero, en otras. sobre otros enormes pilares naturales que forman parte del conjunto.
Tanto en un caso como en otro, el interior de los dólmenes es espectacular y misterioso. No olvidemos que se trata de destinos funerarios siempre dedicados a grandes personajes. Otros dólmenes sin embargo eran sencillos, apenas dos o tres pequeñas losas verticales alrededor de una simple tumba y una losa algo mayor que, apoyada sobre las primeras, protegía el lugar del enterramiento. Todo dependía de la importancia del fallecido. No es el caso de los Dólmenes de Antequera, sepulcros megalíticos de dimensiones espectaculares propios de un rey o, como mínimo, de la persona que tenía la jefatura de la región. Son tumbas de corredor, cámaras de gran superficie que forman una colina artificial o túmulo, fácilmente distinguible como cámara funeraria. Las que cuentan con amplia cámara interna, tienen incluso pilares para sostener la pesada cubierta de losas megalíticas, como es el caso del Dolmen Menga. Nada menos que 6.000 años de historia, que no podemos dejar de visitar.
RAFAEL FABREGAT
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