2034- TRAS LA ESTELA DE APOLO.

Apolo fue una de las principales deidades greco-romanas. Dios de la belleza y jefe de las Musas, era patron de la música y de la poesía, representándose con la lira que Hermes creó para él. Hijo de Zeus y hermano mellizo de Artemisa era sin duda el más venerado de los dioses, después de su padre. Dios de las enfermedades y de su curación, era temido por el resto de los dioses y solo sus padres podían contenerlo. En la época helenística, Apolo fue identificado como dios del sol (Helios) mientras su hermana Arftemisa era Selene, la diosa de la luna. No hay un origen claro, pero Herodoto decía que Apolo y el dios egipcio Horus eran el mismo, dios del cielo. De una u otra forma Apolo siempre estaba unido a la luz del día o al propio sol.

Tanto en su versión griega como etrusca, Apolo llegó al mar Egeo hacia el año 1000 a.C. procedente de Anatolia. En la Edad del Bronce (1700-1200 a.C.) hiítas y hurritas lo veneran como dios de las plagas. El poeta e historiador Homero lo presenta en la Guerra de Troya como apoyo de los troyanos. Paradógicamente era dios de las plagas, pero también el protector contra las mismas, motivo por el cual adquirió el epíteto de 'Pean', como médico de los dioses y de la música. Asociado a la victoria en la batalla, los ejércitos romanos le cantaban cuando una flota abandonaba puerto y antes de entrar en batalla o tras la victoria en la misma.

Hacia el siglo IV a.C. cantar un 'Pean' se convirtió en simple fórmula de adulación a dios, para conseguir una buena salud o para agradecer el haberla recuperado tras una larga enfermedad. El Pean se convirtió en canción dirigida a Apolo, motivo por el cual evolucionó hasta considerarle dios de la música. Las musas eran parte de su séquito por lo que 'su' lira es símbolo de la música, de la poesía y de la danza. Desde entonces este antiguo instrumento musical está asociado a la figura de Apolo y forma parte de la simbología de los más prestigiosos teatros y bandas musicales del mundo moderno.

RAFAEL FABREGAT