Está claro que la astrología es un fraude. Negocio lucrativo para quienes no sirven para ofrecer a sus congéneres colaboración de ningún tipo. Porque mirar al cielo no es otra cosa que una distracción para desocupados, para personajes improductivos que no saben (ni quieren aprender) a realizar trabajo práctico alguno. Con su charlatanería no conseguirán nunca beneficiar a nuestra especie, sembrando patatas o creando máquinas que ayuden a desarrollar un trabajo cualquiera con esfuerzo menor. Sin embargo, siendo bondadosos con ellos y pensando que trabajan a pleno rendimiento, ¿de qué y para qué sirven sus predicciones?. Ya no digamos de los astrofísicos. ¿Acaso le importa a alguien que a cuatrocientos millones de años luz se descubra una nueva galaxia? ¿Para qué sirve eso?.
¿De qué le sirve a un albañil, a un fontanero, a un simple mortal, que estén intuyendo la existencia de galaxias a tropecientos millones de años luz de distancia?. Absolutamente de nada. Quienes no sabemos ni siquiera hacer la O con un canuto, podemos asegurar que más allá de esa lejana galaxia hay otras más. ¿Y qué?. Como cualquier mortal, a las ocho de la mañana al trabajo, a mediodía a comer y tras la cena a dormir. Y mañana será otro día... Eso sin contar naturalmente que ninguno de nosotros puede discutirles tales afirmaciones. ¡Así cualquiera!. A la humanidad, lo único que puede interesarle de la astrología es que los 'sabios' puedan protegernos ante la hipotética caída de un meteorito que nos mande a todos a hacer gárgaras. Eso, lo único que de verdad nos interesa, no pueden hacerlo. Un timo, sin protección.
Lo digan ellos o no, cuando corresponda caer, el meteoro caerá de la misma manera que habrá un eclipse de sol, de luna, o una alineación planetaria. A la mayoría de los mortales, nos tiene sin cuidado que esa lejana galaxia se descubra o no. Lo que nos interesa a todos es trabajar menos y ganar más, de la misma manera que nos interesa la ciencia que nos ayuda a mantener la salud el mayor tiempo posible y, ya que algún día hemos de morir, que sea con las menores molestias. Hace ya mucho tiempo que tenemos todos claro que 'solo se vive una vez' y, ya que estamos aquí, lo que agradeceríamos a esos privilegiados es que nos ayuden a vivir mejor.
Todo lo demás es una pérdida de tiempo, charlatanería propia de los hechiceros de tribus prehistóricas. Ya está bien de tanto perder el tiempo. Lo que les ayuda a nuestros astrónomos a ver las estrellas no son los grandes telescopios, sino las alubias con chorizo, panceta y morcilla de Burgos y con un chuletón de buey gallego, todavía lo ven más claro.
Las estrellas... muy bonitas, sí señor, pero muy lejanas. Ir allí no tiene ningún interés para nosotros. Lo que si tiene interés es mantener las mejores condiciones de habitabilidad de nuestro planeta, que se evite o subsane la contaminación, que aprendamos a vivir sin guerras, unidos en la búsqueda de una paz y vida plena para todos.
Mirar al cielo es una pérdida de tiempo y saber qué será de tu vida, en base a una fecha de nacimiento... ¡Ni el más tonto del pueblo se lo cree ya!. En cuanto a los científicos, es a la tierra hacia donde deben mirar. Es aquí donde esta nuestra vida, la única que en verdad nos interesa. ¿Por qué no se dedican a conocer en profundidad nuestro planeta y todos los problemas de la humanidad, en lugar de perder el tiempo hurgando más allá de nuestro sistema solar y de nuestra galaxia?. Además de no tener interés alguno, sus predicciones carecen de fundamento, charlatanes que informan a sabiendas de que lo que dicen no tiene base científica alguna. Pompas de jabón en la oscuridad.
RAFAEL FABREGAT
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