1960- TOGO.

Togo es una República del África subsahariana, de 56.785 Km2. y 7 millones de habitantes. Linda al norte con Burkina Faso, al este con Benin, al oeste con Ghana y al sur con 56 Km. de costa del océano Atlántico. 
Su capital y ciudad más poblada es Lomé, de 800.000 habitantes y situada junto al mar. El idioma oficial del país es el francés. 
Su moneda es el Franco de África Occidental. Su cambio respecto al euro es de 1 € = 655,96 francos CFA. La moneda de Togo es equivalente con la de África Central, la cual es común en seis estados independientes africanos: Camerún, Rep. Centroafricana, Chad, Rep. del Congo, Guinea Ecuatorial y Gabón.
Hasta el siglo X las tierras de Togo estaban pobladas por los pueblos Ewés, llegados hacia el siglo IV procedentes de Nigeria y Ghana. Eran gente pobre y muy pacífica que solo buscaba subsistir. Otras tribus llegaron en el siglo XVI procedentes de Costa de Marfil. 

No tardaron en aparecer por la costa los barcos portugueses en busca de esclavos, creando allí mismo un centro de compra y exportación hacia las Américas que florecería hasta el siglo XIX, en número aproximado a los 50.000 indivíduos al año, lo que da una cifra global de más de 2.000.000 de personas esclavizadas. Claro que esto se refiere solamente a los portugueses, ya que la cifra total de esclavos africanos con destino a las Américas se estima superior a los 30 millones de indivíduos. 

Desde el primer momento se denominaría a las playas de Togo la Costa de los Esclavos. En las Casas de Esclavos se exhibía el "material" para su compra-venta, valorándose según las condiciones en las que se encontraba la "mercancía" en ese momento. Los hombres con peso inferior a 60 Kg. eran muy poco estimados. Las mujeres se pagaban más caras que los hombres, pues servían para procrear y aumentar por tanto el número inicial de esclavos de una misma plantación y se valoraban por la edad, busto y dentadura. Los esclavos negros se vendían en lotes, algunas veces familiares, exhibiéndose sobre unas tarimas y donde los compradores los examinaban y discutían el precio con el vendedor. Aunque extremadamente raro, se daba el caso de apresamientos de gente blanca, en cuyo caso las mujeres más valoradas se reservaban para su oferta a los harenes árabes o turcos, en cuyo caso se multiplicaba considerablemente su precio.

A mediados del siglo XIX cesó la esclavitud y el consiguiente comercio de esclavos. Desde 1884 hasta 1914 Togo fue protectorado y colonia alemana. Durante la I Guerra Mundial tropas francesas y británicas derrotaron a los alemanes y se repartieron el territorio. Posteriormente la mayor parte del territorio pasó a manos de Francia, gobernando aquellas tierras hasta el 27 de Abril de 1960 cuando Togo alcanzó la independencia. Un Golpe de Estado llevado a cabo tres años después (1963) propició que este país fuera dominado por los militares desde entonces. Aunque en 1993 se aprobó en referéndum una nueva Constitución multipartidista, el líder del golpe militar Gnassingbé Eyadéma gobernó Togo hasta 2005, cuando falleció por un ataque cardíaco, siendo sustituido por su hijo Faure. La transición a la Democracia se encuentra estancada.

La vida rural ha progresado poco. Cientos de miles de familias siguen viviendo en cabañas de paja, simples chozas en las que subsisten como pueden, pero en las ciudades y especialmente en la capital del país (Lomé) la mayoría de las viviendas son casas que, aunque solamente de una o dos alturas, están construidas con ladrillos y dan un aspecto más moderno y funcional. Su recurso principal sigue siendo la agricultura y entre sus exportaciones principales se encuentra el aceite de palma, cacao, algodón, cacahuete, café nueces y coco o copra.

Aún siendo un país muy pequeño, el clima de Togo es muy variado. 
Al norte es sabana con clima subtropical, mientras que al sur es subecuatorial y muy húmedo. 
La temperatura media es de 27ºC aunque ésta difiere bastante según se trate de zonas más o menos elevadas y próximas o alejadas del mar. 
La práctica totalidad de la costa togolesa son humedales, con inmensos manglares, lo cual no excluye la existencia de bellísimas pero muy poco cuidadas playas. 
El escaso turismo que reciben coincide en comentar que las playas de Togo son espectaculares, pero muy sucias, lo cual impide la expansión de un turismo cada vez más exigente.

RAFAEL FABREGAT