Los "padres" de la Constitución Española de 1978. |
Tras cuarenta años de dictadura a los españoles, principalmente a los de izquierdas, cualquier cosa les parecía bien. A pesar de las promesas que el rey le hizo a Franco al nombrarle sucesor, a la muerte del dictador Juan Carlos I aparcó las políticas franquistas e hizo un giro hacia la Democracia. Se legalizaron todos los partidos, se buscó el consenso de todas las Comunidades Autonomas para implantar el principio de solidad territorial y se instauró un gobierno democrático. En 1981 el Golpe de Estado del 23F es nuevamente frenado por el rey. Los defectos de Juan Carlos I podrán ser muchos, pero creo no equivocarme si digo que sin él los españoles no tendríamos Democracia ni Libertad.
Claro que de eso han pasado ya casi cuatro décadas y lo que entonces era miel sobre hojuelas ahora, a cuatro trepas, les parece hiel insoportable.
Algo tan natural como la vida misma, en un mundo miserable como el nuestro. Cuando uno está acostumbrado a comer sopas de ajo, las que llevan huevo escalfado son delicia inimaginable pero, al cabo de una semana de comerlas con huevo, tampoco nos gustan y empezamos a ponerles pegas. La Constitución Española de 1978 fue, en el momento de su aprobación, la tan anhelada sopa de ajo con huevo pero, a los cuatro espabilados de siempre, ya no les apetece. ¡Quieren más!. ¿Y si les añadiéramos un poco de jamón cortado muy fino?. Estupendo pero, ese jamón... ¿podría ser de bellota?. ¡Pues claro que sí!. Por pedir que no quede.
Cataluña, solo hay que leer la Historia, siempre ha sido conflictiva. El motivo no son sus gentes, excelentes personas, grandes trabajadores y mejor ahorradores. Verdaderas hormigas en un mundo de cigarras. El problema ha estado siempre y sigue estando en sus gobernantes. La extraordianria gente catalana y también los emigrantes llegados de todas las provincias españolas, solo se han preocupado de trabajar duro, de gastar lo mínimo y de abrirse camino para ellos y para sus hijos. Nada de cigarras, sino solamente hormigas, trabajadoras y ahorradoras en previsión de malos tiempos. Claro que los tiempos han cambiado y, aprovechando que las hormigas solo piensan en trabajar, el número de cigarras hambrientas crece imparable.
Con estas actitudes las despensas se vacían y también las cuentas de ahorro. La solución es hacerse pedigüeño. Asegurar, como buenos charlatanes, que siempre son los demás los culpables de nuestros infortunios. Las hormigas tienen la despensa llena y la llegada del invierno no les preocupa, pero las cigarras tienen hambre y sed de una justicia no siempre justificada. No es una cuestión de insolidaridad, sino de reclamaciones injustas. Teniendo en cuenta lo trabajadores que son los catalanes, es de todo punto injusto llamarles cigarras, pero si que podemos decir sin faltar a la verdad que en Cataluña, como en cualquier parte del mundo, hay grandes cigarras que se alimentan de lo propio y de lo ajeno. Esas cigarras son las que piden la independencia, o sea, la llave de la despensa...
Cuando las cosas van bien no hay problema, y la prueba es que hasta que no llegó la crisis no hubo reclamación alguna. A pesar de que algunos miembros del gobierno autónomo se llenaban los bolsillos a manos llenas, nadie abría la boca ni se acordaba de pedir independencia alguna. Había grasa para todos los engranajes y todo iba como la seda. Después de seis o siete años de estrecheces, la autonomía más rica del país se echa a la calle reclamando que así no pueden vivir. Quieren autogobernarse creyendo que los españoles somos los culpables de todas sus penurias. ¡España les roba!. ¿No será en su propia comunidad donde están los ladrones que buscan?.
De momento y a modo de ejemplo, Artur Mas y Compañía, amenazan al resto de España con no pagar las deudas de Cataluña si el Gobierno Central no negocia con ellos su independencia, facilitando su ingreso en Europa y su permanencia en el euro. Parece que "algunos" se han vuelto locos, puesto que este tipo de cosas jamás pasaron por una mente lúcida. Semejantes despropósitos jamás se escucharon en boca de gente normal, lo que nos mueve a pensar que a algunos se les ha ido la chaveta y están para que les pongan la camisa de fuerza. ¿El resto de españoles asumir la deuda de Cataluña, buena parte de la cual está en las Cuentas Corrientes de sus antiguos y actuales dirigentes?. ¡Vamos anda!. Si pasa eso me voy a vivir al extranjero...
RAFAEL FABREGAT
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