Triunfar buscando el bien de tu tierra y el de los tuyos es muy difícil y sobre todo muy lento, hay que reconocerlo. Por increíble que nos parezca, haciendo el bien no se va a ninguna parte. Fastidiando a unos y a otros se llega antes y más lejos, pues gozas de la atención de los medios que siempre buscan la noticia fácil y llamativa. Hace cuarenta años nació entre nosotros una Estrella Polar, encadenadora de máquinas y pintor de paredes ajenas, que pretende dirigir nuestros destinos. Cual barcos a la deriva sus ilusos seguidores miran al cielo buscando su luz entre luceros menos luminosos, ajenos a los peñascos que asoman entre las aguas y entre los que las naves se estrellan y sucumben. Claro que si el barco zozobra, esta clase de capitanes siempre son los primeros en abandonar el barco. Solo los ingenuos luchan por su pueblo.RAFAEL FABREGAT

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