Nadie se movió de sus hogares y las tierras siguieron trabajándose con normalidad hasta que el 15 de Julio del año 1960, con motivo del pago de las indemnizaciones correspondientes, el Gobierno notificó a los vecinos que pueblo y tierras pasaban a ser propiedad del Estado sin que sobre ellas se pudiera efectuar reclamación presente ni futura. Casi de inmediato el párroco y el médico titular fueron trasladados y los vecinos quedaron desamparados y tratados como simples "ocupas" de las casas que históricamente habían sido de sus antepasados y también suyas. El éxodo masivo no se hizo esperar puesto que las compuertas del pantano fueron cerradas y las aguas fueron creciendo de nivel, dejando sin tierras a los vecinos.
Con la inundación de las fértiles tierras de la Vega Baja los vecinos quedaron sin sustento con el que aguantar su infortunio. Los últimos vecinos marcharon en 1964. El pueblo nunca se inundó pero se vio convertido en una península, con una estrecha vía de acceso por su lado Norte, pues carreteras y caminos quedaron bajo las aguas. La mayor parte de los vecinos se instalaron en un pueblo de nueva creación (Alagón del Río) creado justamente para acogerles. Otros marcharon a ciudades más industriales donde se preveía mejor futuro para sus familias. El pueblo de Granadilla quedó totalmente abandonado y en 1965 el gobierno disolvió formalmente el territorio repartiéndolo entre los pueblos vecinos.
Quedaba muy atrás aquel año 1160 cuando el rey Fernando II la conquistara a los moros, momento en que la dotó de amplias murallas, concediéndole en 1170 el muy noble título de Villa y muro de contención contra los árabes. El 31 de Agosto de 1191 fue cedida por el rey Alfonso IX de León a la Orden de Santiago. Posteriormente volvió a la Corona y con el paso de los siglos y diferentes señoríos quedó en manos de los Duques de Alba. Rodeada por las vegas del río Alagón su nombre original fue Granada aunque, al ser conquistada la ciudad de Granada por los Reyes Católicos en 1492, para evitar confusiones el nombre de esta villa medieval fue modificado llamándose a partir de entonces Granadilla. La propiedad de los Duques de Alba se mantendría hasta la Desamortización de 1830 quedando en su poder solamente el Castillo y solo hasta 1893.
Larga y compleja la historia de esta villa medieval. La construcción más emblemática de esta villa es lógicamente su Castillo, construido por los Duques de Alba entre 1473 y 1478. La población estaba distribuida de forma radial en torno a la Plaza Mayor, lugar que ocupaban las familias más ilustres. Las casas predominantes eran la llamada "de las Conchas", el Ayuntamiento, Juzgado, Cuartel de la Guardia Civil y la Casa Consistorial, cuyo campanario fue sustraído tras el abandono de la población. Destaca también la Iglesia y casa Abadía.
En 1980, primeros años de la Democracia en España, un hecho providencial lo cambió todo. Granadilla fue declarada Conjunto Histórico-Artístico y con motivo de esta declaración oficial empiezó su rehabilitación. En primer lugar el Castillo que, al carecer ya de cubierta, veía deteriorarse peligrosamente sus sillares de granito. También fueron restauradas las murallas y sus puertas de acceso al recinto poblacional.
En 1980, primeros años de la Democracia en España, un hecho providencial lo cambió todo. Granadilla fue declarada Conjunto Histórico-Artístico y con motivo de esta declaración oficial empiezó su rehabilitación. En primer lugar el Castillo que, al carecer ya de cubierta, veía deteriorarse peligrosamente sus sillares de granito. También fueron restauradas las murallas y sus puertas de acceso al recinto poblacional.
Los fantasmas de los antiguos habitantes, enterrados en Granadilla, dejaron de vagar cada noche enrabietados por las calles cuando en 1984 la villa fue incluida en el Programa Interministerial de Pueblos Históricos Abandonados. La misma Confederación Hidrográfica del Tajo, que tres décadas antes había procedido a su expropiación por orden del dictador Franco, cedía ahora el uso a los nuevos Ministerios para su restauración y posterior uso social o cultural. Un Plan Experimental se puso en marcha de inmediato. Desde entonces, decenas de estudiantes acuden cada año para llevar a cabo trabajos de desescombro de locales y calles, rehabilitando fachadas y creando jardines. También algunos huertos lindantes con el pueblo fueron recuperados y empieza a verse vida allí donde solo había desolación.
En vista de las posibilidades reales del municipio a finales del siglo XX y primeros del XXI, se llevaron a cabo movilizaciones para que los estudiantes abandonaran la población y que el pueblo retornara a sus antiguos propietarios. Dos veces al año, en la Romería de la Virgen (15 de Agosto) y el día de los Difuntos (1 de Noviembre), los descendientes de los antiguos propietarios de las casas se reúnen y reclaman acaloradamente que la expropiación de 1955 quede anulada y se restaure la propiedad a sus legítimos dueños, por el abuso con el que se vieron apartados del pueblo de sus antepasados. Y es que la vida nos muestra cada día, que nunca llueve a gusto de todos.
RAFAEL FABREGAT
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