1763- POLÍTICOS Y CIUDADANOS.

Estamos a las puertas de nuevas elecciones municipales y autonómicas. Todos quieren nuestro voto pero, ¿han hecho algo para merecerlo?. Rotundamente no. Hay demasiada prepotencia y afán de protagonismo, cuando no intereses personales. Les importamos un pimiento y sería justo pagar con la misma moneda. ¿Donde está nuestro orgullo y sentido común?. No es una cuestión de siglas, si no de intenciones. Sin embargo votar hemos de votar, es nuestro derecho y nuestra obligación. El problema es que los políticos con afán de servicio a los demás están escasos. La mayoría murieron de viejos, o de indefensión, al no poder aplicar sus verdaderos ideales. 

Actualmente la prepotencia y el propio interés está por encima de todo, por lo tanto la respuesta solo puede ser una: ¡Nuestro voto, para quien se lo gane!. Afán de servicio, simpatía, atención a las demandas de la ciudadanía... 
No entiendo cómo hay tanta gente indecisa. A nivel de país y de autonomía, sabemos de sobra lo que han hecho unos y otros. 
Muy especialmente en los pueblos, cada votante sabe también qué es lo que ha recibido estos últimos años de los diferentes candidatos (atenciones, ayuda, indiferencia, críticas...) sobre todo de aquellos que buscan nuestro voto para repetir mandato... 
¿Donde está pues la duda?. La ventaja política de ser de pueblo es justamente que todos nos conocemos. Si nos paramos a pensar un poco cual es el tipo de alcalde que nos gusta para nuestro pueblo, votar será muy fácil. Sí, amigos. ¡Muy fácil!.

RAFAEL FABREGAT