1758- LA CULTURA SENUFO.

Los Senufo son un pueblo de cultura y lengua sudanesa, africanos que habitan la Costa de Marfil, Mali y Burkina Fasso. Agricultores de subsistencia que también suelen criar algunos animales con el mismo fin. Este pueblo, de amplias e históricas raíces artísticas, está pues dividido entre granjeros y artistas y hasta hace bien poco estaba prohibido el matrimonio entre ambas castas, algo que ya no sucede actualmente. Dentro de la sociedad Senufo es básico el concepto de solidaridad, hasta el punto de que el bienestar de la sociedad está muy por encima del bienestar individual. Aunque su producción artística es rica y variada, destacan las máscaras de madera tallada para la celebración de ceremonias rituales en las que sobresalen las imágenes de cuernos de bóvidos, dientes de felinos, quijadas de caballos, etc. Esta cultura se divide en varios sub-grupos. La totalidad de individuos flutua entre los 1,5 y los 2 millones de indivíduos. 

Bastante separados unos de otros, hablan distintas lenguas pero todas ellas con un tronco común. Su capital es Korjogo, un antiguo pueblo que data del siglo XIII, situado al norte de la Costa de Marfil. Sus expresiones musicales están ligadas al uso del balafón, especie de xilófono gigante provisto de 20 listones rectangulares de madera de béné y dos filas de calazas como resonante. Este instrumento es el origen de la marimba usada en el continente americano. El sonido se produce al golpear las barras afinadas de madera con dos mazos acolchados.

Para trasladar la música a lugares alejados de sus aldeas, emplean balafones de menor tamaño que, con el acompañamiento de los tambores cumplen igualmente su cometido. Su agricultura se basa en el cultivo del mijo, ñame, cacahuetes y arroz. En menor medida también cultivan plátano y mandioca. La cría de animales para el consumo está basada en ovejas, cabras, gallinas y perros. Cada familia come en grupo de un plato común y todos trabajan los campos y recogen y guardan las cosechas en comunidad. Lo bueno para la comunidad es lo mejor para sí mismo. La categoría social se alcanza con el paso del tiempo y es a partir de los 30 años cuando el jefe puede consultarle decisiones importantes.

Según sus creencias, cuando Dios creó el mundo no tenía claro qué criaturas poner en la Tierra por lo que esta máscara, que representa la condición caótica en que inicialmente fue creado el Universo, tiene mandíbulas de cocodrilo, colmillos de jabalí y cuernos de antílope. Se usa al atardecer, en una gran variedad de ceremonias. En la religión de los Senufo los dioses del mal son representados por Maleeo y la música de los tambores sagrados que se llevan a ladrones y asesinos para juzgarles. Aunque todos estos rituales están dirigidos a la sociedad masculina, que es garante de la buena relación entre el mundo de los vivos y el de los espíritus de los antepasados, se permite también participar a las muchachas jóvenes y a las mujeres que hayan pasado la menopausia, aunque solo como espectadoras.

Declarado este pueblo como Bien Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, son frecuentes las visitas de las TV del mundo y la grabación de su música. Mucho nos tememos que tales visitas y grabaciones, sin duda bien pagadas, acabarán con sus costumbres y tradiciones. Está claro que la modernidad está cargándose el mundo y por tantos frentes, que en poco más de un siglo no quedará un solo palmo de planeta sin transgredir. Unas veces en nombre de la caridad, otras en el de la protección, pero esa caridad y esa protección sería sin duda mucho mayor dejándoles en paz. Dejándoles que sigan con sus ritos y costumbres ancestrales, sin mostrarles un mundo que no es el suyo y que está claro que no es la mejor opción.

RAFAEL FABREGAT