Al contrario que el escurridizo Marzuelo, la Colmenilla se muestra altiva y risueña, como retando al buscador. ¿Qué pasa?. ¡Si me quieres, aquí estoy!. Y uno la recoge con gusto y alegría, porque donde hay una, hay más. Y en el claro o en el siguiente árbol, tres más; en el otro dos y en el de más allá, cuatro. Y la cesta va dejando de volar en las manos del aficionado que mira con alegría que el fondo de la cesta ha desaparecido de su vista, cubierto por estas setas extrañas pero maravillosas. Unas más oscuras, otras más claras, porque hay distintas variedades, prácticamente todas comestibles. Yo al menos, todavía no me he topado con esas colmenillas tóxicas que los libros nos dicen que existen.
Lo que pasa con las colmenillas es que en crudo todas son tóxicas y por tanto incluso su cocinado puede ser insuficiente cuando es ligero. Para mayor seguridad es conveniente darles un hervor y tirar el agua, antes de cocinarlas de la forma preferida por cada cual. Ese es el motivo que algunos duden entre si se trata de sabrosos ángeles o de pérfidos demonios. Desde luego son ángeles, pero hay que tomar esa precaución. El hecho de hervirlas no les hace perder su fino y elegante sabor. Después hay mil formas de prepararlas, incluso rellenas. Para no alargarme en demasía os diré la mejor y la más sencilla: enteras o partidas por la mitad las más grandes y salteadas con espárragos, ajos tiernos, cebolleta y foie... ¡El Paraíso Terrenal!.
Pero claro, ya nos estamos alejando en el tiempo y el espacio. Hemos de esperar que llueva un poco porque en nuestra zona los fríos llegan todos, pero no las lluvias que siempre se suelen quedar escasas. Como he dicho anteriormente, lo primero son las Colmenillas y después los Marzuelos, la Seta de San Jorge y la Senderuela. Con todo esto llegaremos a finales de Mayo o principios de Junio. Después, aunque suban las temperaturas, en el norte sigue habiendo humedad y por tanto setas de todos los colores. Incluso Boletus y Níscalos. Pero en nuestra zona, el bendito Maestrazgo castellano-turolense, las tierras se secan. Ya no entran como antes las tormentas casi semanales y habremos de esperar a la segunda quincena de Agosto o primera de Septiembre, inicio de la temporada. Porque, se diga lo que se diga, las setas son cosa del otoño. Lo demás es buscarle cinco pies al gato pero, ¿quién es capaz de aguantar tanto tiempo sin buscar?.
RAFAEL FABREGAT
No hay comentarios:
Publicar un comentario