1475- SEXO EN LA PLAYA.

Cuando llega el verano miles de personas tienen sexo nocturno en la playa mientras millones, que no lo tienen, fantasean con tenerlo. Desde luego es algo celestial, nunca mejor dicho, teniendo en cuenta que el techo es el propio cielo. La tenue brisa, el sonido de las olas y el sabor salado de los labios de tu pareja. Es cierto que el "colchón" es un poco duro pero eso no es un inconveniente, sino una ventaja. Los que lo hayan probado ya saben por qué... El problema de tener sexo en la playa es que suele ser algo inesperado. No hay premeditación y alevosía y por lo tanto no todo está tan a punto como tendría que estar. Claro que entonces perdería toda la gracia... 

Debería ser totalmente imprescindible que tuviéramos a nuestra disposición una toalla cuanto más grande mejor, para no estar directamente sobre la arena, cosa que no solemos tener a mano en esos momentos de calentón. La arena no es buena compañera del sexo y no por una cuestión de higiene, sino de asperezas. Unos granos de arena en lugar equivocado pueden echar a perder nuestro más idílico romance. Haberse internado antes en el mar tampoco va muy bien, a no ser que nos hayamos podido lavar con agua dulce, ya que el agua salada irrita con el roce la piel de las zonas sensibles. 

Cuando el tema se organiza durante el día atención también a no llevar crema solar puesto que la arena se pega muy fácilmente a la piel y quita el encanto. ¡Ah! y que no se le ocurra a nadie ponerse un preservativo estando en el agua. Para asegurar cualquier tipo de protección hay que llevarlo puesto antes de entrar, lo cual quita encanto al "asunto" y corre peligro de romperse. Eso sin contar que el agua en general y especialmente la del mar, elimina el lubricante del preservativo con lo cual los "mecanismos" no funcionan bien y, además de que las cosas no salen igual, puede incluso que entre agua al condón y se rompa.

Más cosas... Hacerlo en cualquier sitio, aquí te pillo aquí te mato, puede ser peligroso. Hay gente muy recatada (Ave María Purísima) que ni come ni deja comer y de repente hacen una llamada y puede llegar la Policía Local en cuestión de minutos, lo que se traduce en un sofoco y la consiguiente multa. Para acabar me referiré a la posibilidad de que la "fiesta" se produzca en la piscina propia... ¡Peligro gordo!. El cloro no es bueno más que para tener el agua limpia. Todo lo demás es malo y muy especialmente la casi segura irritación de la piel y las mucosas, sobre todo para la mujer. Disfrutar sí pero sabiendo uno lo que hace. Desde luego, lo más idílico es la playa y de noche.

En los veranos del mar Mediterráneo el agua tibia, a la luz de la luna llena, invita al amor. Apenas unas leves olas diminutas en la orilla. Con tan idílico escenario no es de extrañar que, de madrugada, muchas parejas acaben la noche tomando un baño desnudos en esa inmensidad plateada que refleja la luz de la luna. Tiene que ser en playa discreta, conocida, de fondo regular y seguro. Sin cacos en las proximidades, que es otro problema añadido. Tras ese baño de juegos y fantasías sin fin, llegará el momento de hacer el amor y un mínimo de previsión convertirá ese encuentro en algo mágico e inolvidable. 

Una última cosa. Soñadores sí, pero no tanto... Si estás haciendo el amor en la playa con tu chica y te parece oír el ruido de un tractor, no es que estás soñando, no. Es que, de madrugada, los servicios municipales de limpieza criban la arena para que los bañistas la encuentren limpia al día siguiente. Por lo tanto, aunque el asunto esté a punto de caramelo...
  - No pares Manolo, por Dios... Sigue, sigue... No pares. ¡No paressss!. ¡Ahhhhhhhhhhgggggggggggg!.
Tu, Manolo, si estás en la trayectoria del tractor no hagas ni puto caso y arrea. No sea cosa que el tractorista sea miope, ya que la luz del tractor es poca y la basura mucha. A ver si por querer terminar la faena... 

RAFAEL FABREGAT