Colonia (Alemania) la ciudad de los Ubios, fue fundada en el año 38 a.C. con el nombre de Oppidum Ubiorum aunque prontamente la conquistaron los romanos que le dieron el nombre de la esposa del emperador Claudio y madre de Nerón (Agripina) al tiempo que la convertían en capital de esa provincia fronteriza romana. A partir de entonces y durante toda la dominación romana, la ciudad pasó a llamarse Colonia Claudia Ana Agrippinensium, hasta su ocupación por los Francos en el año 459. Su situación en punto de confluencia de las rutas comerciales y el hecho de construirse a orillas del Rin propiciaron su éxito y rápido crecimiento. También la Iglesia contribuyó a su desarrollo al convertirla en centro de peregrinación de la época medieval ya que allí se conservan las reliquias de Santa Úrsula y San Alberto Magno, además de una arqueta de oro donde (se supone que) descansan los Reyes Magos (?) entregadas en su día por el arzobispo Reinald de Dassel.
Estos tesoros que motivaron los peregrinajes del medievo descansan, como no, en la Catedral neogótica de San Pedro y Santa María de Colonia, principal atracción turística de la ciudad. La catedral, llamada el Gigante Gótico, es la segunda más grande del mundo (la primera es la de Sevilla) y el monumento más visitado de Alemania. Sus torres alcanzan una altura de 156 metros siendo hasta finales del siglo XIX el edificio más alto del planeta, récord que desbancó en 1.884 el Monumento a Washington. Cualquier visitante puede acceder a lo alto de las torres, con el único inconveniente de tener que salvar los 509 escalones que le separan de la base. Algo más difícil es ver repicar su gran campana del Dom, o de San Pedro, para la que hay que pedir cita previa. También su fachada es, con 8.000 m2. la más grande de todos los edificios eclesiásticos del mundo. Todos los récords anteriores parecieron insuficientes y Colonia quería también tener las mejores y más grandes campanas. En 1.418 se fundió la primera de ellas (campana de los tres Reyes) de 3,8 toneladas, que se instalaría en 1.437. En 1.448 se instalaron otras dos: Pretiosa y Speciosa. La primera de 10,5 toneladas y la segunda de 5,6 toneladas. Pretiosa era en ese momento la campana más grande del mundo.
Próximos a finalizar los trabajos de construcción en el siglo XIX, se consideró que la obra debía de tener doce campanas en total, una de las cuales debía llevar el nombre del titular de la catedral. El Kaiser Guillermo I donó a este fin un cañón de bronce capturado en 1.870 a los franceses. Con esta y otras aportaciones de material, el campanero Andreas Hamm en Frankental se puso manos a la obra preparando las campanas menores que sumaron un total aproximado de ocho toneladas de bronce, sin contar las tres campanas iniciales. Faltaba la principal, la de San Pedro, denominación del titular de la catedral y que se pretendía fuera la más grande del mundo. A tal efecto el 19 de Agosto de 1.873 Andreas Hamm fundió una campana de ¡27 toneladas! pero el sonido no resultó armonioso y el 13 de Noviembre del mismo año la volvió a fundir. Costeada esta segunda fundición por los socios de la asociación creada para la captación de fondos de la Catedral, tampoco la aprobaron. El 3 de Octubre del año siguiente (1.874) se fundió por tercera vez la campana y esta vez sí, la campana fue enviada a Colonia e instalada en la Catedral el 13 de Mayo de 1.875. Esta campana gigante de 27 toneladas, montada en el campanario principal de la capilla sur, está situada a 95 metros de altura sobre una plataforma gigante a la que los visitantes pueden acceder maravillándose de su tamaño y de las excepcionales vistas que desde la misma se contemplan...
La construcción del "Gigante Gótico" se inició en 1.248 sobre restos romanos y carolingios, pero la Catedral no se vio finalizada hasta 1.880, o sea, 632 años después. En 1.510 y estando el templo a medio construir, la falta de interés y un eventual problema de liquidez paralizó la construcción que no se reanudaría hasta siglos después. El propio Cabildo de la Catedral empezó a considerar el proyecto una obra desmedida y dejó de aportar fondos, pasando a utilizar como templo definitivo la parte acabada de la misma. El proyecto inicial quedó inconcluso, dormido durante siglos en los archivos hasta que, ya en en siglo XIX, el rey Federico Guillermo IV de Prusia se interesó por esta obra. Se fundó una asociación para la captación de fondos y el 4 de Septiembre de 1.842, el propio rey Federico y el arzobispo de Colonia, Johannes Von Geissel, pusieron la primera piedra de reinicio de los trabajos.
Difícil plasmar en una foto la grandiosidad de este gigantesco y excepcional monumento pero, en fin, vayamos cerrando la entrada...
Casi cuatro décadas después el objetivo se había conseguido. Colonia tenía acabada su catedral y allí, en lo alto, la campana más grande del mundo. Nunca se ha construido otra catedral de tales dimensiones y tampoco campana de ese peso, que sigue siendo la campana balanceante más grande del mundo. Habían transcurrido 38 años desde el reinicio de las obras cuando, el 15 de Octubre de 1.880, se procedió a la inauguración de la obra perfectamente acabada. Sin embargo en esas fechas la Iglesia Católica estaba en total desencuentro con las autoridades prusianas y el arzobispo se hallaba pues en el exilio. Este hecho hizo que las autoridades eclesiásticas impidieran la misa inaugural en presencia del entonces emperador Guillermo I, por lo cual la celebración eclesiástica se limitó a un simple Te Deum. Así son las cosas, cuando todos quieren mandar...
RAFAEL FABREGAT