El viajero puede relajarse en la Aramgah-e-Hafez, tumba de Hafez, uno de los más aclamados poetas líricos de Persia.
En medio de los perfumados árboles frutales también puede uno dirigirse hacia el Santuario de Shah-e-Cheragh, centro de peregrinación cuyas paredes se remontan al siglo XIV. Lo mismo para la Mezquita Vakil, otro centro neurálgico de la ciudad donde se pueden admirar sus hermosos y antiguos mosaicos de sin par belleza.
Si al visitante le gusta el exotismo bullicioso, nada como el Regent's Bazaar, con la artesanía típica del cobre, la piel y el encanto de las tiendas de especias.
Claro que, a quienes nos gusta la Historia, nuestra cita más importante puede estar en las grandes ruinas de Persépolis. Una suerte la nuestra porque, mientras otros no ven allí más que ruina y desolación, los verdaderos aficionados vemos ciudades espléndidas y miles de antiguos pobladores realizando sus actividades diarias.
Esa el la gran diferencia.
Aquí es donde Darío III fundó en el siglo IV a.C. su principal centro de poder y que más tarde destruiría el también muy famoso Alejandro Magno.
Esa el la gran diferencia.
Los restos de aquellas enormes edificaciones, son suficientes para darnos una idea de lo que fue Persépolis en aquellos tiempos.
La Apadana o sala de audiencias está compuesta por 72 columnas de 25 metros de altura y una monumental entrada denominada "Puerta de todas las naciones". Los Aqueménidas fueron un gran Imperio y lo pusieron de manifiesto en sus conquistas y en su esplendorosa forma de vida.
Jerjes I, heredero de Darío III, añadió a todo el conjunto nuevas construcciones, entre ellas la Sala de las cien columnas, que fue concebida como Sala del Trono.
Pero son muchísimos más los puntos de interés... En Naqsh e-Rostam y excavadas en el impresionante acantilado, la tumba de Darío I y de otros tres reyes persas.
Irán no es un nido de terroristas como se vende en más de un telediario. Además de una formidable y antiquísima historia, lo que tiene Irán es una gran hospitalidad con el viajero y muchos tópicos que distorsionan su realidad. Un país donde todo está aparentemente prohibido, pero donde todo se consigue con demasiada facilidad y es que, especialmente en estos países, el dinero... ¡Abre todas las puertas!
RAFAEL FABREGAT
Pero son muchísimos más los puntos de interés... En Naqsh e-Rostam y excavadas en el impresionante acantilado, la tumba de Darío I y de otros tres reyes persas.
Irán no es un nido de terroristas como se vende en más de un telediario. Además de una formidable y antiquísima historia, lo que tiene Irán es una gran hospitalidad con el viajero y muchos tópicos que distorsionan su realidad. Un país donde todo está aparentemente prohibido, pero donde todo se consigue con demasiada facilidad y es que, especialmente en estos países, el dinero... ¡Abre todas las puertas!
RAFAEL FABREGAT
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